Alguien mira por detr¨¢s de su hombro
Rick Eaton, fundador de la empresa TrueActive, decidi¨® que no ten¨ªa elecci¨®n y, en un acto totalmente fuera de lo normal en el mundo de la alta tecnolog¨ªa, rebaj¨® la potencia de su producto.
TrueActive fabrica programas que los compradores pueden instalar en el ordenador de su elecci¨®n para supervisar todo lo que hace su usuario. El espionaje con programas especiales ha estado presente desde hace varios a?os, pero Eaton decidi¨® que hab¨ªa una nueva caracter¨ªstica en su programa que traspasaba la l¨ªnea que separa supervisar y fisgonear.
Esta caracter¨ªstica se llama "despliegue silencioso" y permite al comprador instalar secretamente el programa en el ordenador de otra persona a trav¨¦s del correo electr¨®nico, sin necesidad de acceder f¨ªsicamente al aparato.
"No hay que ser un genio de los ordenadores o un agente especial del FBI para usar estos chismes. Basta con se?alar y apretar el bot¨®n"
Los delincuentes utilizan estos programas en terminales p¨²blicos y en bibliotecas para obtener n¨²meros de tarjetas de cr¨¦dito e informaci¨®n financiera
Para Eaton, esto constitu¨ªa una invitaci¨®n para instalar escuchas poco ¨¦ticas o incluso ilegales. Elimin¨® la caracter¨ªstica, seg¨²n dijo, "para que pudi¨¦ramos vivir en paz con nosotros mismos".
?tica y ley
Estos principios parecen casi anticuados en un mercado en el que los productos son cada d¨ªa m¨¢s potentes e indiscretos. Otros fabricantes de programas de fisgoneo -distintos de los conocidos como programas esp¨ªa que utilizan muchas empresas para supervisar las actividades de los visitantes de p¨¢ginas web para enviarles banners- ensalzan con entusiasmo la capacidad de sus productos de ser instalados a distancia.
Algunos de ellos acostumbran a saltarse los temas ¨¦ticos y legales con documentos enga?osos en los que rechazan cualquier responsabilidad y con casillas para marcar en las que los compradores prometen no infringir la ley.
Sin embargo, a los especialistas en temas de intimidad no les convencen estos argumentos. Marc Rotenberg, que dirige el Centro de Informaci¨®n de Intimidad Inform¨¢tica en Washington, mantiene que la venta de programas capaces de intervenir las comunicaciones de las personas sin que ¨¦stas lo sepan viola la ley de la intimidad de las comunicaciones electr¨®nicas. "No creo que haya ninguna duda de que infringen la legislaci¨®n federal", afirm¨®. Las cl¨¢usulas de exenci¨®n de responsabilidad, dijo "carecen totalmente de seriedad".
Los representantes de la ley parecen estar de acuerdo con ¨¦l. Seg¨²n Chris Johnson, un fiscal federal de Los ?ngeles, el FBI (Oficina Federal de Investigaci¨®n) ha abierto recientemente una investigaci¨®n en California al creador de un programa, LoverSpy, que se anuncia constantemente por medio de spam o correo basura.
LoverSpy promete a los compradores que podr¨¢n "espiar a cualquiera envi¨¢ndole una postal de felicitaci¨®n por correo electr¨®nico".
Los agentes federales norteamericanos se?alan que, seg¨²n las leyes relacionadas con las escuchas telef¨®nicas, est¨¢ fuera de la ley incluso anunciar productos de escucha ilegal, y el a?o pasado se ampli¨® el ¨¢mbito de la ley para incluir expl¨ªcitamente la publicidad en Internet, cambio que ha pasado casi inadvertido.
Al servicio del FBI
Hay m¨¢s de una docena de programas de fisgoneo en el mercado, y sus creadores dicen que son utilizados legalmente por empresarios para supervisar el uso de Internet que hacen sus empleados, por padres que quieren seguir el deambular de sus hijos por la Red, y por maridos y esposas para descubrir el enga?o de sus parejas.
El programa de Eaton ha sido utilizado incluso por el FBI, con la aprobaci¨®n de los tribunales, para intentar capturar a piratas inform¨¢ticos. Los programas incluyen lo que se conoce como registros de teclado, que captan lo mecanografiado y pueden grabar lo que est¨¢ en la pantalla, incluso encender la webcam de un ordenador para que el usuario pueda echar una ojeada a su objetivo, y devolver la informaci¨®n y las im¨¢genes a trav¨¦s de Internet. "No hace falta ser un agente del FBI o un genio de los ordenadores para usar estos chismes", se?ala Richard Smith, un especialista en seguridad e intimidad inform¨¢tica a quien le preocupa el auge de estos productos. "Basta con se?alar y apretar el rat¨®n", a?adi¨®.
Y as¨ª es como ha surgido un nuevo mercado: los delincuentes est¨¢n utilizando estos programas en terminales p¨²blicos, en tiendas de fotocopias y en bibliotecas para obtener n¨²meros de tarjetas de cr¨¦dito, contrase?as e informaci¨®n financiera personal.
Un neoyorquino, Juju Liang, se declar¨® culpable hace poco de instalar software de espionaje en los ordenadores de sucursales de Kinko. En un caso presentado el pasado jueves, los fiscales federales de Boston acusaron a un estudiante de 19 a?os, Van Dinh, de utilizar un programa de registro de teclado para captar la contrase?a del fondo de inversi¨®n de un hombre de Westboro, Massachusetts. Supuestamente, Van Dinh utiliz¨® la cuenta de la v¨ªctima para deshacerse de unas opciones de compra propiedad de Dinh con las que hubiera perdido mucho dinero de no haberlo hecho.
El a?o pasado, el servicio secreto avis¨® a escuelas y universidades de que se hab¨ªan descubierto sistemas de registro de teclado en ordenadores p¨²blicos de colegios de Arizona, Tejas, Florida y California. Y un antiguo alumno del Boston College, Douglas Boudreau, se declar¨® culpable este a?o de los cargos de haber instalado registros de teclado en ordenadores de la escuela para crear tarjetas de identificaci¨®n de estudiantes y tarjetas de cr¨¦dito que le permitieron robar bienes y servicios valorados en 2.000 d¨®lares. "Cualquier persona que utilice un ordenador que no es el suyo debe preguntarse: '?Qui¨¦n est¨¢ mirando por detr¨¢s de mi hombro?", dijo Ross Stapleton-Gray, un consultor de inform¨¢tica que ha trabajado para el sistema de la Universidad de California.
El peligro est¨¢ ah¨ª fuera
Jerry Brady, director t¨¦cnico de Guardent, una empresa de seguridad inform¨¢tica, dijo: "Se puede partir de la base de que la mayor¨ªa de los ordenadores de vest¨ªbulo de hotel y de aeropuertos ha tenido instalado un sistema de registro de teclado en un momento u otro", bien con programas de espionaje comercial o con registros de teclado instalados por medio de virus y gusanos inform¨¢ticos.
Luego no hay por qu¨¦ sorprenderse de que haya crecido una miniindustria dedicada a detectar y desactivar los programas, programas con nombres como TrapWare y NetCop, que est¨¢n dise?ados espec¨ªficamente para combatir los programas de supervisi¨®n; pero las versiones m¨¢s recientes de los productos de seguridad inform¨¢ticos como Norton Antivirus de Symantec y McAfee VirusScan han sido mejoradas para que busquen tambi¨¦n esp¨ªas digitales. Encontrar programas esp¨ªa es "una ampliaci¨®n l¨®gica de lo que ya est¨¢n haciendo los programas antivirus", dijo Tom Powledge, director de gesti¨®n del producto en Symantec.
?The New York Times
Fisgoneo leg¨ªtimo o ileg¨ªtimo
LAS EMPRESAS FABRICANTES de este tipo de programas afirman que crean estos productos exclusivamente para su utilizaci¨®n leg¨ªtima, y se indignan ante las insinuaciones de que est¨¢n siendo utilizados de forma ilegal, excepto en unos pocos casos excepcionales y poco significativos.
Doug Fowler, presidente de Spectorsoft, produce tres programas de espionaje, entre ellos eBlaster, que puede ser instalado a distancia. Seg¨²n ¨¦l, el producto era utilizado de forma leg¨ªtima por padres cuyos hijos est¨¢n fuera de casa, por ejemplo, en la Universidad, y por empresas cuyas oficinas est¨¢n muy diseminadas geogr¨¢ficamente.
Reconoci¨® asimismo que el producto puede ser utilizado para distintos prop¨®sitos, y utiliz¨® la siguiente imagen: "Un coche puede atropellar a alguien, pero eso no significa que el coche se haya dise?ado para atropellar a la gente".
No se recibi¨® respuesta a m¨¢s de una docena de llamadas telef¨®nicas y correos electr¨®nicos en los que se solicitaba un comentario de los creadores de LoverSpy, a los que se localiz¨® por medio de los registros de Internet y comentarios que hab¨ªan hecho en debates on line. Eaton, el fundador de TrueActive, dice que su decisi¨®n de maniatar su programa, llamado WinWhatWhere, no est¨¢ basada en su preocupaci¨®n por las responsabilidades legales por su utilizaci¨®n ilegal. "Es un problema ¨¦tico", se?ala. Su empresa, continu¨®, "ayudar¨¢ activamente a cualquiera que piense o sepa que le han instalado nuestro programa de forma ilegal. Este tipo de programa ya tiene una reputaci¨®n bastante mala sin estos a?adidos".
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