El Valladolid frena en seco al Athletic

El Valladolid fren¨® en seco a un Athletic que llevaba cinco jornadas sin perder en lo que aparentaba ser una buen¨ªsima oportunidad para seguir engordando un expediente de nota. Los de Ernesto Valverde cayeron, y con estr¨¦pito, delante de un rival que contaba sus tres ¨²ltimos partidos por derrotas, que recibe un mont¨®n de goles y que ve¨ªa c¨®mo Fernando V¨¢zquez comenzaba a estar cuestionado. El Valladolid pas¨® por encima del Athletic, le marc¨® dos goles y se pas¨® la hora y media merodeando la porter¨ªa de Aranzubia.

V¨¢zquez coloc¨® una alineaci¨®n sorprendente con dos mediapunta, Sousa y ?scar, y un solo medio centro, toda una declaraci¨®n de intenciones. El Athletic tuvo que retrasar la posici¨®n de Tiko y ah¨ª comenz¨® a perder el partido, poco a poco al principio y sin remedio a partir del primer gol. Las ocasiones y el peligro tardaron s¨®lo un cuarto de hora en llegar. ?scar hab¨ªa esprintado un par de veces entre los centrales y colocado a la defensa bilba¨ªna en estado de excepci¨®n, pero el chollo estaba en la banda derecha, donde Del Horno se vio sobrepasado por Torres G¨®mez y Sales y por el a?adido de Sousa de vez en cuando.

El Valladolid encontraba cura a todos sus males y el Athletic ni se acercaba a la porter¨ªa de Bizarri. El primer disparo que oblig¨® a ¨¦ste a esmerarse lleg¨® casi al borde del descanso y a Valverde le tocaba trabajar en el descanso. Ezquerro supli¨® a Javi Gonz¨¢lez, que se pas¨® todo un tiempo extra?ado por jugar en la izquierda, y Merino entr¨® para liberar a Tiko. Pero el Athletic era una calamidad y el Valladolid volvi¨® a sacar partido de su velocidad y de la necesidad de los puntos. Casi una docena de ocasiones gener¨® en solo media parte y, parad¨®jicamente, el gol lleg¨® en un cabezazo que Del Horno despej¨® aparentemente sobre la l¨ªnea de gol. El asistente ech¨® a correr hacia el centro del campo y el arbitro concedi¨® el gol.

Valverde volvi¨® a intentar un cambio de rumbo y sustituy¨® a Urzaiz por Jonan Garc¨ªa visto que los balones a¨¦reos se los quedaban siempre los centrales rivales, pero lo que ocurri¨® fue que el Valladolid se hab¨ªa reencontrado consigo mismo, con su forma tradicional de jugar, con los contragolpes mete¨®ricos que acert¨® a montar Sousa, y el Athletic no se llev¨® una goleada de esc¨¢ndalo porque Sales no acert¨® nunca con el ¨²ltimo pase y porque Makukula ech¨® fuera todas las oportunidades que tuvo menos una.