"?57, 57, 57!"

Pasaban las 23.10 cuando la voz de Alberto Ruiz-Gallard¨®n por televisi¨®n, con los datos a¨²n no definitivos pero ya suficientes del escrutinio electoral, desataron la euforia contenida en la primera planta de la sede del PP, en la calle de G¨¦nova. Dirigentes y gur¨²s del equipo de Esperanza Aguirre hab¨ªan conservado la tranquilidad durante toda la tarde, y la cifra final de los 57 esca?os estaba en boca de muchos desde hac¨ªa horas.

Pero ni los militantes que esperaban en la calle con sus banderas en alto, ni los cargos medios y asistentes del equipo electoral que segu¨ªan el emocionante escrutinio oficial estaban al tanto de esas "proyecciones". Cuando el presidente regional en funciones anunci¨® el resultado, la primera planta estall¨® y los nervios se transformaron en gestos de victoria.

Algunos sal¨ªan con la sonrisa adornada con un gran puro, otros s¨®lo acertaban a decir "menos mal, menos mal", el ex alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano bajaba euf¨®rico las escaleras, y alguien le susurr¨® con complicidad: "Enhorabuena por lo que te toca", sin precisar a qu¨¦ se refer¨ªa.

Hac¨ªa tiempo que las secretarias hab¨ªan subido el champ¨¢n, y muchos empezaron all¨ª mismo la fiesta, que continuar¨ªa hasta altas horas de la madrugada en el hotel Intercontinental. S¨®lo Juan Carlos Vera, jefe de campa?a de Aguirre, sali¨® del edificio como si la cosa no fuera con ¨¦l, con el mismo semblante tranquilo con el que hab¨ªa entrado.

A la a¨²n candidata a presidenta, que pas¨® la emoci¨®n del escrutinio sin moverse de su despacho, combatiendo al mismo tiempo los nervios y el catarro y acompa?ada por su esposo y sus dos hijos, no se la vio hasta que sali¨® al balc¨®n junto a los l¨ªderes del PP (a excepci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que llam¨® por tel¨¦fono a la vencedora). El m¨¢s efusivo, Ruiz-Gallard¨®n, que no paraba de levantarle el brazo, besarla, abrazarla y aplaudir al auditorio. El m¨¢s t¨ªmido, Mariano Rajoy; el m¨¢s sonriente, Rodrigo Rato.

No hicieron falta muchas palabras para animar al personal, que llevaba m¨¢s de dos horas esperando en el fr¨ªo de la noche y que, cuando la victoria fue segura, explot¨® en una org¨ªa de banderas -muchas del partido y algunas banderas de Espa?a-, gritos de "?Que viva Espa?a!" y "presidenta, presidenta" y bailes improvisados al son de un repertorio de canciones pop en ingl¨¦s.

"Hemos seguido el escrutinio por la tele, y hasta que no ha salido Gallard¨®n no hemos respirado tranquilos. ?Ha sido tan emocionante!", contaba una chica enfundada en una bandera bicolor con el escudo constitucional y enormes letras cosidas con el nombre de Espa?a. "Est¨¢bamos tan tranquilos que nos hemos ido a tomar unas copas. Hemos recuperado lo que perdimos en mayo", dec¨ªa otro joven a¨²n con la copa en la mano y una sonrisa de satisfacci¨®n. Un se?or mayor con gorra, bandera y altavoz recorr¨ªa la acera gritando "?57, 57, 57! y un grupo de mujeres le respond¨ªa haciendo el signo de la victoria, con los pu?os cerrados y los pulgares en alto.

El himno del PP s¨®lo tom¨® la calle a las 23.30, para anunciar la presencia de la ganadora en el balc¨®n, y vino a tapar las voces que ya gritaban "?Simancas, j¨®dete, Madrid es del PP!".