"No hay analog¨ªas entre el cambio clim¨¢tico actual y los del pasado"
El sistema clim¨¢tico que rige a escala planetaria ha ido oscilando de un estado de equilibrio a otro. Y no siempre han tenido que pasar miles de a?os. Por lo que se sabe, bastan unos pocos decenios. As¨ª lo demuestran, asegura Isabel Cacho (Barbastro, 1969), el registro f¨®sil y las interacciones que conectan entre s¨ª las m¨²ltiples piezas del rompecabezas clim¨¢tico. Para esta paleoclimat¨®loga, que actualmente trabaja en la Universidad de Barcelona con financiaci¨®n de un mecenas estadounidense, la alteraci¨®n de elementos clave, como la acumulaci¨®n de gases de efecto invernadero, puede llevar a "efectos imprevisibles" a tenor de lo ocurrido en el pasado. Cacho explic¨® recientemente en el Museo de la Ciencia de la Fundaci¨®n la Caixa de Barcelona las claves de los cambios s¨²bitos del clima.
"Se ha comprobado que el clima en el pasado ha oscilado de forma muy r¨¢pida"
Pregunta. Con respecto al cambio clim¨¢tico contin¨²a habiendo m¨¢s preguntas que respuestas.
Respuesta. Esa es la cuesti¨®n, hay demasiadas preguntas. Y, por ahora, muy pocas respuestas absolutas. Podemos reconstruir con cierta fidelidad c¨®mo funcionaba el clima en el pasado, muy ¨²til para esclarecer los mecanismos que intervienen en la variabilidad clim¨¢tica, pero no podemos afirmar con rotundidad que lo que pasa ahora obedezca a un cambio natural o a uno inducido.
P. ?Qu¨¦ estamos en condiciones de afirmar?
R. Hoy sabemos que durante un periodo glacial o interglacial ha habido cambios clim¨¢ticos muy abruptos que se han dado en una escala temporal muy peque?a, de unos pocos decenios. Y que han sido lo suficientemente fuertes para condicionar el desarrollo de algunas culturas. Es obvio que estos cambios no pueden explicarse s¨®lo por los movimientos orbitales y por la diferencia de insolaci¨®n que provocan, como se cre¨ªa hasta hace poco. Hay otros procesos de tipo atmosf¨¦rico, oce¨¢nicos, en el tipo de vegetaci¨®n o en el albedo terrestre que interact¨²an formando una cadena de mecanismos de retroalimentaci¨®n en la que una peque?a alteraci¨®n puede provocar un cambio global. Pero la direcci¨®n no es ¨²nica ni la activaci¨®n es lineal. Son mecanismos no independientes.
P. Para establecer un modelo de tanta complejidad la escala temporal con la que se trabaja no parece la m¨¢s apropiada.
R. Al principio trabaj¨¢bamos con una resoluci¨®n muy burda, suficiente para comparar grandes periodos pero no para ver m¨¢s all¨¢. Ahora se trabaja con registros paleoclim¨¢ticos con una definici¨®n temporal mucho m¨¢s fina, de centenares o incluso decenas de a?os. Gracias a esto se ha podido comprobar que el clima en el pasado ha oscilado de forma muy r¨¢pida, saltando de un estado de equilibrio a otro en muy poco tiempo, en 200 o 250 a?os.
P. Esto hace m¨¢s atractiva la comparaci¨®n entre el momento actual y el pasado.
R. Eso es lo que hemos hecho con los gases de efecto invernadero. Los testimonios obtenidos de los casquetes polares muestran la composici¨®n precisa de la atm¨®sfera en distintos periodos del pasado y, en concreto, las concentraciones de metano, di¨®xido de carbono [CO
2] y las temperaturas. Los datos revelan que CO2 y temperatura siguen trayectorias paralelas: a menor temperatura menor es la concentraci¨®n de CO
2 y a la inversa. Es una prueba muy s¨®lida de que el clima est¨¢ condicionado a las concentraciones de CO2 atmosf¨¦ricas.
P. ?Se mantiene el paralelismo en el momento actual?
R. Desde el a?o 1800 hasta ahora la concentraci¨®n de CO2 atmosf¨¦rico es 100 ppm mayor. El aumento es muy similar al registrado durante la ¨²ltima desglaciaci¨®n, aunque precis¨® de much¨ªsimo m¨¢s tiempo, unos 5.000 a?os, mientras que ahora hablamos de unas pocas d¨¦cadas. Nunca, al menos en relaci¨®n con lo que somos capaces de reconstruir, se hab¨ªa dado un cambio de esta magnitud en tan poco tiempo.
P. De mantenerse las proporciones observadas en el pasado, las temperaturas que se alcanzar¨ªan ser¨ªan insufribles. Eso no cuadra con las previsiones.
R. La analog¨ªa con el pasado no puede hacerse en sentido estricto porque las condiciones de contexto no son las mismas. Los casquetes polares no tienen el mismo volumen y la circulaci¨®n oce¨¢nica es distinta. Puede ser que todos los mecanismos internos del planeta reaccionen de forma distinta a como lo hicieron en el pasado, de modo que aten¨²en el calentamiento global o que, por el contrario, provoquen que sea incluso mayor. Los modelos no son todav¨ªa lo suficientemente precisos.
P. Por tanto, dif¨ªcilmente puede preverse el futuro.
R. Sabemos del pasado que con concentraciones altas de CO2 tenemos altas temperaturas. Por otro lado, estamos observando que est¨¢ decreciendo la velocidad de la circulaci¨®n oce¨¢nica en el Atl¨¢ntico Norte, donde se forman corrientes profundas de gran importancia para el sistema clim¨¢tico. Estos cambios, que no sabemos si est¨¢n relacionados con los de CO2, llevar¨ªan a un enfriamiento en latitudes altas.
P ?No es eso una contradicci¨®n?
R. Lo ¨²nico que podemos decir es que los elementos que cambian ahora produjeron cambios importantes en el pasado y que la tendencia es al calentamiento. Estamos alterando mecanismos que en otro momento estuvieron asociados a calentamientos muy importantes y tambi¨¦n se dan procesos oce¨¢nicos que se asociaron a enfriamientos. No sabemos si los unos compensar¨¢n a los otros.
P. Su trabajo se centra en el clima del Mediterr¨¢neo. ?Se observan fen¨®menos similares?
R. Nuestro objetivo es entrelazar los mecanismos atmosf¨¦ricos y oce¨¢nicos de latitudes medias con los que se dan en las altas para ver c¨®mo han interaccionado cuando se ha producido una variabilidad r¨¢pida natural. Hemos caracterizado los cambios de temperatura en el Mediterr¨¢neo y hemos visto oscilaciones bruscas de 4 o 5 grados en la superficie del mar en unos 100 a?os. Los cambios coinciden con oscilaciones bruscas en Groenlandia y en la vegetaci¨®n del sur de Iberia. Creemos que todos estos fen¨®menos est¨¢n interrelacionados.
P. ?Qu¨¦ efectos tuvieron?
R. En el mar de Albor¨¢n el calentamiento se asocia, seg¨²n el registro f¨®sil, con un mayor porcentaje de vegetaci¨®n h¨²meda o templada, mientras que el enfriamiento lleva aparejado el aumento de plantas est¨¦picas. La principal conclusi¨®n es que la cobertura vegetal responde muy r¨¢pidamente a cambios clim¨¢ticos.
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