COAG impugnar¨¢ el pacto de la UE con Rabat si no hay compensaciones

El acuerdo entre la UE y Marruecos para liberalizar los intercambios agr¨ªcolas est¨¢ cada vez m¨¢s cerca. Y los recelos del sector hortofrut¨ªcola, centrado en Andaluc¨ªa y Levante, son cada vez mayores. El secretario general de COAG, Miguel L¨®pez, anunci¨® ayer que su organizaci¨®n est¨¢ dispuesta a impugnar el acuerdo ante el Tribunal de Luxemburgo si el Gobierno no establece compensaciones para los productores espa?oles.

La primera exigencia de las asociaciones agrarias es que el Ministerio de Agricultura eval¨²e el impacto para el sector hortofrut¨ªcola de los acuerdos alcanzados por los negociadores. El pacto inicial, pendiente del refrendo del Consejo de Ministros de la UE, da un trato preferencial a la casi totalidad de las exportaciones agr¨ªcolas tradicionales (96%) de Marruecos, mientras que de ese tratamiento arancelario se beneficiar¨¢n el 62% de las exportaciones agr¨ªcolas de la UE. ?ste es un paso intermedio en el proceso de constituir una zona de libre comercio entre ambos pa¨ªses, objetivo fijado para 2012.

Miguel L¨®pez destac¨® ayer en conferencia de prensa el perjuicio para el tomate espa?ol, que coincide en tiempo de cosecha con el marroqu¨ª. La principal queja de los agricultores es que no se exige al tomate marroqu¨ª los mismos criterios de calidad que a la producci¨®n espa?ola, lo que unido a los bajos costes laborales permite su venta a precios muy reducidos. El acuerdo prev¨¦ una cuota de importaci¨®n de 175.000 toneladas de tomate marroqu¨ª, que se ampliar¨¢ a 220.000 en tres a?os.

El secretario general de COAG asegur¨® que la denuncia -el consejero de Agricultura, Paulino Plata, indic¨® ayer que estudia una medida parecida- se presentar¨¢ en base a una norma de la Comisi¨®n Europea que permite a las autoridades comunitarias actuar si las importaciones aumentan de tal forma que supongan un perjuicio grave. Seg¨²n Miguel L¨®pez, el acuerdo incumple tres principios b¨¢sicos de la UE: el de garantizar la autosuficiencia alimentaria (ya que generalizar¨¢ en Marruecos el tomate de exportaci¨®n en manos de firmas extranjeras frente a la producci¨®n aut¨®ctona), corresponsabilidad (porque no se reparte en perjuicio entre todos los Estados ) y el de evitar el dumping (venta por debajo de coste).

"Todo ello hace que los productores espa?oles estemos indefensos", dijo L¨®pez, quien augur¨® una reconversi¨®n "salvaje" si no median ayudas por el endeudamiento del sector.