Tres goles como tres soles

No hay quinto malo, o al menos eso se suele decir, y el Barcelona se anot¨® ayer el primer triunfo del campeonato en su casa despu¨¦s de cuatro intentos fallidos. El triunfo azulgrana fue tan indiscutible como la calidad de sus goles, muy por encima del entrejuego, generalmente vulgar. La aportaci¨®n de Saviola y Luis Garc¨ªa, as¨ª como la entrada de Xavi, fueron asuntos capitales en un partido muy f¨¢cil de resumir.

Rijkaard ha encontrado una alineaci¨®n en sinton¨ªa con la mayor¨ªa de la hinchada, por novedosa y revolucionaria, y hasta cierto punto equilibrada, as¨ª como resolutiva. Otra cosa es si el equipo titular que viene jugando es el m¨¢s acertado, sobre todo, en los partidos en los que tiene que tomar la iniciativa. La ausencia de un medio centro impide a menudo el despliegue exigido en los partidos de casa frente a adversarios bien parados, como bien qued¨® demostrado en el segundo acto, mejor que el primero, sobre todo por el dinamismo que aport¨® un jugador del estilo de Xavi.

Tanto a Gerard como a Motta, futbol¨ªstas f¨ªsicos y de recorrido, capaces de abrir y cerrar, les cuesta lanzar a la segunda l¨ªnea y conectar con los laterales, combinar y darle tambi¨¦n continuidad al juego. No mueven al equipo. Tienen, sin embargo, la capacidad suficiente como para armar un gol, como se vio en el tanto de Saviola, que siempre pica m¨¢s como segundo que como primer delantero. Gerard abri¨® para Ronaldinho y el brasile?o cambi¨® para Saviola, que recibi¨® en franquicia despu¨¦s de que Quaresma se quitara de la jugada de manera inteligente. El argentino control¨® la pelota con la zurda como pudo y con la misma pierna la peg¨® a la red. Pese a que el gol no tuvo mayor incidencia sobre la primera parte, la hinchada alcanz¨® el descanso alividada, despu¨¦s de un buen rato de somnolencia. Le costaba mucho al Barcelona ligar una jugada con cara y ojos. Frente a los pelotazos de Puyol y Cocu, est¨¦riles ante la ausencia de un delantero f¨ªsico como Kluivert, las apariciones de Ronaldinho y Quaresma se presentaban como ¨²nicas alternativas.

El brasile?o mejora cada pelota que recibe de la misma manera que el portugu¨¦s convierte cada bal¨®n en un asunto de vida y muerte entre ¨¦l y cuantos le salen al paso. A la que Quaresma supo leer la intenci¨®n de Ronaldinho, el Bar?a se apunt¨® el primer gol. El Murcia hab¨ªa aguantado sin mayor dificultad, a partir de un equipo especialmente valiente, hasta que se lesion¨® Michel, su mejor futbolista. A la salida del media punta forastero sigui¨® el gol de Saviola y dej¨® en entredicho el trabajo del plantel de Peir¨®, que hab¨ªa sido bastante interesante, sobre todo por su capacidad para juntarse, presionar y tapar la l¨ªnea de pase azulgrana hasta matar el partido.

La salida a la cancha de Xavi por Motta ayud¨® al Bar?a a centrarse, aunque qued¨® desplazado al flanco izquierdo y su impacto sobre el f¨²tbol del equipo fue menor del esperado. Xavi, en cualquier caso, le dio m¨¢s movilidad a un plantel falto de ritmo, lento y poco profundo. El segundo gol bendijo al medio centro: Xavi tom¨® la pelota, combin¨® con Saviola, el argentino habilit¨® a Luis Garc¨ªa y el centro del catal¨¢n lo remat¨® el propio Xavi, convertido en origen y final del tanto.

Parecido e igualmente bonito fue el tercer gol, con Saviola habilitando nuevamente a Luis Garc¨ªa, otra vez desequilibrante en el flanco izquierdo y poniendo la pelota para la llegada de la segunda l¨ªnea: en esta ocasi¨®n, el gol lo firm¨® Ronaldindho, que no perdona una.

Los goles ayudaron a llenar el partido, que por lo dem¨¢s, result¨® plomizo e incidi¨® en asuntos ya sabidos: el buen momento de Luis Garc¨ªa, la habilidad de Saviola para sacar a los centrales y jugar desde la frontal del ¨¢rea, el buen gusto de Ronaldinho y tambi¨¦n la capacidad de Xavi para no oxidarse. El detalle novedoso fue, a ¨²ltima hora, la alineaci¨®n de M¨¢rquez en el doble pivote. El mexicano le dio m¨¢s consistencia al Bar?a para desespero de un Murcia que acab¨® por aplaudir los goles azulgrana en su primera victoria como local. Hubo tres goles como tres soles.