El ex mediador de la UE en Yugoslavia ensalza a Milosevic en La Haya

"Milosevic era un pr¨¢gm¨¢tico m¨¢s inteligente que el resto de los dirigentes que le rodeaban. Sin embargo, no us¨® el poder que parec¨ªa ostentar para controlar a los serbios de Bosnia y Croacia y evitar as¨ª la guerra", dijo ayer David Owen, antiguo enviado de la UE en los Balcanes y ex ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores con Margaret Thatcher. Despu¨¦s de presentarse como testigo independiente ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), para no comprometer la independencia de los mediadores internacionales, Owen neg¨® que el ex l¨ªder serbio fuera "un fundamentalista racista". En su opini¨®n, s¨®lo quer¨ªa que los serbios fueran la poblaci¨®n mayoritaria, y se equivoc¨® al no imponerles un acuerdo de convivencia con las dem¨¢s comunidades.

Sobre Milosevic pesan 66 cargos de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, adem¨¢s de genocidio, y ¨¦l siempre ha mantenido que no tuvo nada que ver en la limpieza ¨¦tnica. Owen fue el art¨ªfice en 1993 del plan de paz para Bosnia que llevaba su nombre y el de Cyrus Vance, ex secretario de Estado norteamericano con Carter. La propuesta ofrec¨ªa la divisi¨®n de Bosnia en 10 regiones ¨¦tnicas y fue aceptada por los musulmanes. "Milosevic no la hizo valer, cometiendo as¨ª un error hist¨®rico", dijo Owen. En su opini¨®n, el ex presidente yugoslavo "parec¨ªa querer que las conversaciones de paz tuvieran ¨¦xito. Tambi¨¦n parec¨ªa tener el poder de parar la contienda y aplicar el plan de paz, pero no lo hizo. Aunque ¨¦l no lo percibiera as¨ª a veces, ejerc¨ªa una influencia poderosa sobre los serbios de Bosnia y Croacia". A preguntas de los fiscales, Owen tambi¨¦n admiti¨® que uno de los aspectos m¨¢s lamentables de las conversaciones que mantuvo en los Balcanes es que nadie era de fiar.

Milosevic siempre ha negado haber tenido poder alguno para impedir que los serbios de Bosnia persiguieran a croatas y musulmanes. Si bien Owen no le dio ayer la raz¨®n, s¨ª dijo que la fuerza pol¨ªtica del antiguo presidente yugoslavo empez¨® a flaquear hacia 1995, el a?o de la matanza de unos 7.500 musulmanes en Srebrenica.