La estrella de Lula brilla menos
El presidente brasile?o pierde popularidad al no despegar su plan de reformas
Casi un a?o despu¨¦s de su victoria electoral, el presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que lleg¨® al poder con el lema "la esperanza venci¨® al miedo", es m¨¢s popular en el extranjero que en su pa¨ªs, donde se le ha acabado la luna de miel. La oposici¨®n le ataca, su partido est¨¢ dividido, sus programas sociales no acaban de arrancar y sigue en la c¨¢rcel Jos¨¦ Rainha, el que fuera el l¨ªder m¨¢s importante del Movimiento de los Sin Tierra. El "Lulinha paz y amor" de la campa?a electoral ha cambiado de humor, arremete contra sus adversarios y hasta ha llegado a calificar de "cobardes" a sus antecesores en la presidencia de la Rep¨²blica. Mientras, triunfa su pol¨ªtica econ¨®mica y los inversores extranjeros siguen confiando en el pa¨ªs.
La reforma agraria no ha empezado y la de la Seguridad Social ha quedado aguada
"La idea del Hambre Cero es p¨¦sima. Los pobres no quieren limosna sino empleo"
Seg¨²n sus asesores m¨¢s cercanos, la ca¨ªda de popularidad de Lula en las encuestas de un 72% hace dos meses a un 60% actual, se debe a que, como dice la comentarista pol¨ªtica Tereza Cruvinel, "la mayor¨ªa de los ministros es reincidente en el arte de crear hechos negativos". Es decir, que no est¨¢ funcionando buena parte de su Ejecutivo. Seg¨²n un reciente sondeo de Datafolha, el apoyo de la opini¨®n p¨²blica a su Gobierno ha bajado al 38%.
Eso ha llevado a Lula a plantearse un reajuste a fondo del Ejecutivo, probablemente a su vuelta de la actual gira por ?frica, porque adem¨¢s el Partido del Movimiento Democr¨¢tico de Brasil (PMDB, conservador) ha decidido entrar en el Gobierno.
Los analistas est¨¢n divididos a la hora de analizar las dificultades que Lula va encontrando para realizar su sue?o de cambiar Brasil y acabar con ese triste r¨¦cord de ser el pa¨ªs con la distribuci¨®n de renta m¨¢s injusta del planeta. Afirman que para detener la inflaci¨®n e iniciar el despegue econ¨®mico, Lula se ha visto obligado a dejar de lado por ahora sus promesas de grandes reformas sociales. De ah¨ª el que no haya empezado a¨²n la tan esperada reforma agraria, lo que ha supuesto que el Movimiento de los Sin Tierra, en el que anta?o el presidente particip¨® activamente, haya recrudecido su lucha con m¨¢s invasiones de fincas. La Conferencia Episcopal de Brasille ha advertido de que o hace r¨¢pidamente la reforma agraria o podr¨ªa enfrentarse a "una revuelta social".
Lula encuentra otra clase de obst¨¢culos para cumplir sus prometidas reformas. La de la Seguridad Social a¨²n no ha sido aprobada definitivamente, pero ha acabado muy aguada por las presiones de los poderosos; la reforma fiscal quiz¨¢ ni sea aprobada este a?o y, seg¨²n los empresarios, que fueron claves en su elecci¨®n, va a servir por el momento para aumentar los impuestos y s¨®lo dentro de unos 14 a?os comenzar¨¢ a dar frutos con una desaceleraci¨®n de la carga fiscal.
Tampoco ha conseguido ¨¦xitos en la lucha contra la violencia en las grandes ciudades, algo que preocupa mucho a la opini¨®n p¨²blica brasile?a. En S?o Paulo han aumentado los secuestros y en R¨ªo los cariocas, ante el aumento de la criminalidad, est¨¢n desertando de la vida nocturna y, en vez de disfrutar de las playas m¨¢s famosas del mundo, se est¨¢n refugiando en las piscinas de los clubes privados.Ni brilla de momento su proyecto estrella de Hambre Cero. Aunque, seg¨²n sus organizadores, la ayuda de 15 euros a las familias m¨¢s pobres ya ha alcanzado a un mill¨®n de ellas, en realidad "por razones burocr¨¢ticas" y porque los gobernadores se resisten a centralizar en Brasilia tales ayudas, el plan a¨²n no ha acabado de arrancar. La oposici¨®n asegura que por cada real (0,30 euros) distribuido hasta ahora, el Gobierno gasta 1,77 reales en costes administrativos.
Pero quiz¨¢ el mayor problema es que cada d¨ªa se elevan m¨¢s voces aconsej¨¢ndole a Lula que en vez de empe?arse en el proyecto de Hambre Cero se centre en el empleo. Prometi¨® crear diez millones de puestos de trabajo en sus cuatro a?os de mandato y hasta el momento s¨®lo se ha realizado un 1% de lo anunciado.
Antonio Erm¨ªrio de Mor?es, responsable del Grupo Votorantim, uno de los mayores conglomerados industriales del pa¨ªs, ha calificado en el semanal Veja de "limosna" el plan. "La idea de Hambre Cero es p¨¦sima. Los pobres no quieren limosna, lo que quieren es un empleo. La limosna de Hambre Cero crea dependencia, mientras que el trabajo hace a la persona independiente del Gobierno", afirma De Mor?es. Y concluye que hubiese preferido que, en vez del proyecto Hambre Cero, Lula hubiese lanzado el de "Desempleo Cero".Se calcula que el 51% del empleo en Brasil esnegro.
Deuda hist¨®rica con ?frica
El ministro de Desarrollo Econ¨®mico, Luiz Fernando Furlan, ha explicado los dos motivos de fondo que han empujado a Lula a realizar su primera gira por ?frica: la aproximaci¨®n del presidente ex tornero a los pa¨ªses pobres del mundo y las oportunidades econ¨®micas que algunos de esos pa¨ªses africanos, como Angola, suponen.
Desde el primer momento, Lula dej¨® claro que durante su mandato la pol¨ªtica exterior de Brasil iba a ser m¨¢s agresiva; que deseaba afianzar en el mundo el papel de su pa¨ªs como potencia econ¨®mica en desarrollo y, por ende, su deseo de estar presente en la ONU como miembro permanente. Lula est¨¢ convencido de que Brasil necesita abrir sus mercados no s¨®lo a los pa¨ªses africanos, sino tambi¨¦n a China y a los pa¨ªses ¨¢rabes, al mismo tiempo que quiere enarbolar la bandera de defensor de los estados que a¨²n sufren el hambre y la miseria.
En ?frica, Lula y los ministros que le acompa?an est¨¢n presentando la visi¨®n de un Brasil moderno y tecnol¨®gico que construye aviones que despu¨¦s compra hasta EE UU y que tiene mucho que ofrecerles en el campo de la educaci¨®n, de la salud y de la construcci¨®n de infraestructuras.
Al tiempo, Lula,que es un defensor de la causa negra en Brasil, ha querido dejar claro que este pa¨ªs "tiene una deuda" con los pa¨ªses de ?frica, de donde salieron un d¨ªa los nav¨ªos cargados de esclavos que tanto contribuyeron a crear la idiosincrasia de Brasil y cuya liberaci¨®n de la esclavitud, nunca resuelta del todo, sigue pesando sobre la pobreza e injusticia social brasile?a.
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