Putin, Jodorkovsky y el drama social ruso
De forma casi un¨¢nime, la prensa rusa y la occidental defienden al oligarca Mija¨ªl Jodorkovski, propietario de Yukos y hombre m¨¢s rico de Rusia. Su arresto espectacular, diez d¨ªas atr¨¢s en Novosibirsk, ha sido considerado como una muestra del autoritarismo de Vlad¨ªmir Putin, y algunos -y no los menores, como el Financial Times de Londres o Le Monde de Par¨ªs- temen incluso una vuelta a los m¨¦todos estalinistas. Nadie se atreve a pretender que Mija¨ªl Jodorkovski, que parti¨® de la nada, haya podido hacerse multimillonario respetando las leyes. Pero subrayan que esto tambi¨¦n es v¨¢lido para todos los oligarcas que se parecen mucho a los magnates ladrones estadounidenses del siglo pasado. Al parecer, ¨²ltimamente, el propietario de Yukos (que el pasado lunes renunci¨® a la presidencia de esa empresa) habr¨ªa demostrado ser el mejor subvencionando las instituciones ben¨¦ficas, al comprar la Universidad de Ciencias Humanas de Mosc¨² y al contemplar vender el 40% de su empresa a grandes compa?¨ªas petroleras de Estados Unidos. Era la forma de integrar a Rusia en la econom¨ªa mundial globalizada y de convertir a su empresa en intocable.
Vlad¨ªmir Putin y su entorno no apreciaron este proyecto. Investigando los documentos de Yukos, el fiscal general se convenci¨® de que Jodorkovski era culpable de estafa a gran escala y de evasi¨®n fiscal, unos cargos que le pueden costar 10 a?os de c¨¢rcel. Tras esto, el fiscal general congel¨® el 44% de las acciones de la empresa situadas en para¨ªsos fiscales en Chipre o en la isla de Man. Al mostrar esta resoluci¨®n, el fiscal y el presidente aparecieron como los siloviki (representantes de la fuerza), como se llama generalmente a los hombres del KGB (FSB en la actualidad). ?Qu¨¦ hay de cierto en ello?
El presidente de Rusia fue un kadrovyi officer (oficial de alto rango) del KGB y no lo oculta. Confi¨® algunos de sus ministerios a sus antiguos amigos de trabajo, originarios como ¨¦l de San Petersburgo. Pero esto no es suficiente para ocupar todos los puestos del Gobierno, por no hablar de la plet¨®rica administraci¨®n del presidente. Adem¨¢s, no todos los antiguos miembros del KGB permanecen en contacto con dicha instituci¨®n. Muchos han pasado al sector privado, donde se les paga mejor. Otros no mantienen ning¨²n contacto con su antiguo trabajo. Conozco en Mosc¨² a un ex presidente del KGB y a otros que trabajaron all¨ª anteriormente que en la actualidad no tienen ninguna relaci¨®n con este temible comit¨¦. ?Se les puede calificar de siloviki? Opino que es absurdo.
La realidad es completamente distinta. En 1999, ¨²ltimo a?o de la presidencia de Bor¨ªs Yeltsin, ¨¦ste estaba tan d¨¦bil que en el Kremlin reinaban Bor¨ªs Berezovski, Tatiana Diatchenko (la hija del presidente) y Valent¨ªn Yumachev, su antiguo redactor de discursos (estos ¨²ltimos se casaron m¨¢s tarde). En marzo de 1999 eligieron a Alexandr Volochin, un ex socio de Berezovski con dificultades con la justicia, como jefe de la administraci¨®n presidencial. Cuando lleg¨® la hora de ceder el mando a su sucesor, Yeltsin se fi¨® de Vlad¨ªmir Putin, pero juzg¨® ¨²til imponerle dos ¨¢ngeles de la guarda: Alexandr Volochin y el actual primer ministro, Mija¨ªl Kasianov (conocido como "Don 2 %", el porcentaje que reten¨ªa de las grandes transacciones). Berezovski, muy hablador, presum¨ªa demasiado de haber sido el autor de estos arreglos en la cumbre y tuvo que ser obligado a exiliarse.
Durante los cuatro a?os de Putin en el poder, Alexandr Volochin, el n¨²mero dos del Estado, ha permanecido en la sombra, sin ofrecer ruedas de prensa, ni conceder entrevistas en televisi¨®n. Silencioso, se sentaba a la derecha del presidente. En la primavera pasada, viaj¨® a Estados Unidos para reunirse con el mundo empresarial y probablemente para facilitar la operaci¨®n de Jodorkovski, que ten¨ªa por objetivo la alianza de los grandes del petr¨®leo. De repente, el 25 de octubre fue informado de que el empresario m¨¢s importante de toda Rusia hab¨ªa sido arrestado y encarcelado. Inmediatamente redact¨® su carta de dimisi¨®n. Pero ¨¦sta s¨®lo fue aceptada una semana despu¨¦s, ya que Putin trat¨® de disuadirle. As¨ª pues, "el cerebro" dej¨® el Kremlin y fue reemplazado por Dimitri Medvedev, joven jurista de San Petersburgo, que nunca perteneci¨® al KGB, a pesar de la afirmaci¨®n de un importante diario franc¨¦s.
El segundo guardaespaldas de Yeltsin, el primer ministro Mija¨ªl Kasianov, menos discreto que Volochin, ya ha hablado en dos ocasiones de su oposici¨®n al arresto del empresario. Pero Putin, tras encarcelar a Jodorkovski, pidi¨® solemnemente a los miembros del Gobierno que no se volvieran a mezclar en los asuntos judiciales. No obstante, a partir del d¨ªa siguiente, Mija¨ªl Kasianov volvi¨® a pronunciarse en contra el arresto del oligarca y contra la congelaci¨®n de las acciones protegidas en para¨ªsos fiscales. En la actualidad, se espera la reacci¨®n del presidente. Es posible que tambi¨¦n se deshaga de Kasianov, lo que significar¨ªa que se siente lo bastante fuerte como para andar sobre sus piernas, sin "ayuda" de los hombres de Yeltsin. Pero es s¨®lo una hip¨®tesis.
Mientras se desarrollaba este drama que provocaba una conmoci¨®n en la Rusia de las grandes fortunas, ocurr¨ªa un accidente tr¨¢gico en Novochaktinsk, cerca de Rostov en el Don. La prensa y la televisi¨®n informaron que 46 mineros estaban bloqueados a 700 metros bajo tierra, y mostraron c¨®mo 33 eran salvados y c¨®mo, tras luchar duramente a lo largo de cinco d¨ªas, se lograba subir a la superficie a otros 11, mientras que dos hab¨ªan muerto o desaparecido. Mientras esperaban el desenlace, las esposas de los mineros explicaron que sus maridos bajaban a la mina sin que se les hubiera pagado desde el mes de marzo. Las familias s¨®lo llegan a fin de mes gracias a las mujeres que trabajan en la f¨¢brica textil o que venden en el mercado. A este panorama de miseria popular se ha a?adido la declaraci¨®n del alcalde de Rostov en el Don, ?que promete a todos los supervivientes una prima de 40 d¨®lares!
Recientemente, en Mosc¨², una asociaci¨®n de jubilados organiz¨® una manifestaci¨®n para protestar contra las condiciones de vida de las personas mayores y para hacer algunas preguntas molestas: ?es justo que el multimillonario Jodorkovski pague el 13% como impuesto sobre la renta como cualquier obrero? Rusia es el pa¨ªs del impuesto ¨²nico, que no hace ninguna diferencia entre los muy ricos, los ricos y los que apenas tienen para sobrevivir.
K. S. Karol es periodista franc¨¦s especializado en cuestiones del Este. Traducci¨®n de News Clips
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