Un 'alien' de tercera en Tit¨¢n
"F?JATE EN ESTO. Parece un huevo. Es de un material desconocido (sentencia de un vistazo [!] un miembro de una expedici¨®n espacial). Estamos ante un misterio". Esto tiene m¨¢s de 200.000 a?os, seg¨²n los datos de la primera expedici¨®n. ?Qu¨¦ secretos encierra la ya de por s¨ª enigm¨¢tica enorme luna de Saturno, Tit¨¢n?
En el af¨¢n por conseguir nuevos materiales, dos corporaciones multinacionales han apostado por la carrera espacial. Las empresas rivales Richter Dynamics, de la RF de Alemania (ni los guionistas m¨¢s optimistas daban, como ven, un duro por la reunificaci¨®n), y MTI, de Estados Unidos, pugnan por alcanzar la supremac¨ªa comercial. Una batalla empresarial trasladada al espacio. S¨®lo que ahora un ancestral monstruo alien¨ªgena, despertado de su milenario letargo, se cruzar¨¢ no dejando t¨ªtere con cabeza.
Se trata del poco conocido filme Creature (1985), de William Malone. Podr¨ªa pasar por una versi¨®n (barata) de Alien (reestrenada estos d¨ªas) al inscribirse, como ¨¦sta, dentro de ese subg¨¦nero de terror espacial o pel¨ªcula-con-monstruo-alien¨ªgena-que-diezma-la-tripulaci¨®n.
Al margen de su extraordinaria longevidad para un organismo vivo y que son ov¨ªparos, no tenemos m¨¢s datos acerca de la biolog¨ªa de este tipo de seres monstruosos que permanecen aletargados a la espera de incautos astronautas y que muestran una enfermiza fijaci¨®n por las f¨¦minas (Diane Salinger, la Sigourney Weaver de turno).
A cambio, analizaremos el entorno de la acci¨®n. Con sus 2.575 kil¨®metros de radio (1,5 veces mayor que la Luna), Tit¨¢n es el segundo sat¨¦lite m¨¢s grande del sistema solar, mayor que Mercurio y Plut¨®n. Es uno de los pocos que posee una atm¨®sfera propia, como observ¨®, por vez primera, el astr¨®nomo barcelon¨¦s J. Comas Sol¨¤ en 1907.
Un lugar, en principio, id¨®neo donde especular con la posibilidad de que exista alg¨²n tipo de vida. El mismo astr¨®nomo que lo descubri¨® en 1655, Christiaan Huygens, opinaba, con relaci¨®n al complejo de sat¨¦lites saturniano, que era aberrante pensar que todos los animales y plantas creados habitaran ¨²nicamente la Tierra y que estos mundos estuviesen desnudos y privados de habitantes: ?Estos cuerpos prodigiosos se hicieron ¨²nicamente para parpadear y para que los estudiaran quiz¨¢s unos cuantos de nosotros, pobres seres?
Saturno completa una vuelta en torno al Sol cada 30 a?os, aproximadamente, de modo que la duraci¨®n de las estaciones en el planeta y en sus lunas es mucho mayor que la de la Tierra. Huygens apunt¨® incluso cu¨¢n diferente deb¨ªa ser, por esta causa, el modo de vida de los supuestos habitantes de las lunas de Saturno respecto del nuestro al tener que soportar pesados inviernos.
Tit¨¢n est¨¢ cubierto de oc¨¦anos de metano, etano y nitr¨®geno l¨ªquido. La temperatura en su superficie es, en media, de 178 ?C y la presi¨®n atmosf¨¦rica de 1.600 milibares (el 60% superior a la terrestre). ?Qu¨¦ temperatura tenemos aqu¨ª? En la superficie, 208 grados bajo cero. Y bajo tierra (donde se encuentran) supongo que unos 77 bajo cero. ?Bravo!, por una vez, por los guionistas.
Su impenetrable atm¨®sfera, constituida, fundamentalmente, por nitr¨®geno, metano y otros hidrocarburos que le dan su caracter¨ªstico color anaranjado, impidi¨® que la sonda Voyager 1 pudiese fotografiar su superficie en su acercamiento en 1980.
Seg¨²n los astr¨®nomos, el ambiente de Tit¨¢n ser¨ªa similar al que la Tierra presentaba antes de que empezase a acumularse ox¨ªgeno en la atm¨®sfera gracias a la actividad de los seres vivos. La misi¨®n Cassini, de ESA-NASA, lanzada en 1997, alcanzar¨¢ Saturno en junio del pr¨®ximo a?o y depositar¨¢ la sonda Huygens en Tit¨¢n en enero de 2005.
Habr¨¢ que esperar hasta entonces para desvelar algunos de sus misterios y rogar para que no se cumplan los vaticinios del ¨²nico superviviente de la expedici¨®n alemana, el capit¨¢n Hofner (Klaus Kinski.): "Los dem¨¢s han muerto en manos de esa criatura que ha estado esper¨¢ndoles durante m¨¢s de 2.000 siglos. Y ahora nos espera a nosotros".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.