"Con Olivas, Bancaixa puede ser percibida como la caja del PP"
Pregunta. Hace apenas dos a?os Julio de Miguel se opuso a una propuesta para despolitizar Bancaixa. ?Es v¨ªctima ahora de su propia estrategia?
Respuesta. La negativa a suscribir aquel documento que le presentamos y lo que est¨¢ ocurriendo ahora es todo un sinsentido. Se acaba de aprobar una ley para reducir el peso pol¨ªtico en las cajas de ahorro, la autoridad monetaria ha venido realizando continuas advertencias para que no se politicen y ahora todo indica que se pretende nombrar presidente de Bancaixa a quien hace menos de seis meses lo era de la Generalitat y ha sido su vicepresidente durante un buen n¨²mero de a?os. Como cliente de Bancaixa y como ciudadano estoy perplejo. Y como miembro del consejo de administraci¨®n de Bancaixa y de la comisi¨®n ejecutiva, seriamente preocupado. En el primer caso, por la facilidad con que el PP olvida lo que ha repetido en los ¨²ltimos tres a?os. Y en el segundo, por las dificultades que se le pueden plantear a la caja si se confirma esa opci¨®n.
P. ?Qu¨¦ implicar¨ªa para Bancaixa tener un presidente con un perfil pol¨ªtico tan acentuado como el de Jos¨¦ Luis Olivas?
R. Bancaixa tiene 125 a?os y una gran solvencia, pero en unos mercados financieros cada vez m¨¢s competitivos, aparecer como la caja del PP no favorece su competitividad. Muchos clientes pueden sentirse inc¨®modos con una caja escorada clar¨ªsimamente hacia una opci¨®n pol¨ªtica. Y en los mercados financieros, donde la competencia por captar recursos para poder mantener los ritmos de crecimiento de la inversi¨®n es feroz, la posici¨®n de Bancaixa, que es la tercera caja de ahorros de Espa?a, frente a otras entidades puede empeorar.
P. ?A Olivas no le afectar¨ªa la ley de incompatibilidades?
R. No soy un experto en este tema y, por tanto, prefiero no opinar. Por lo que recuerdo de la ley, fija un plazo de dos a?os durante el cual los altos cargos de la Administraci¨®n no pueden desempe?ar cargos en empresas privadas vinculadas a la actividad desarrollada. Supongo que si el PP propone a Olivas como presidente, se habr¨¢ asegurado que no incurre en incompatibilidades legales.
P. ??sta es una operaci¨®n digestible para el Banco de Espa?a?
R. Su silencio, despu¨¦s de tantas advertencias p¨²blicas sobre la necesidad de despolitizar las cajas y evitar las injerencias de los partidos, llama la atenci¨®n aunque el Banco de Espa?a no se caracteriza por hacer sus recomendaciones en p¨²blico. Por otro lado, unas declaraciones, desafortunadas desde mi punto de vista, del candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid sobre su pretensi¨®n de promover el cambio en la presidente de Cajamadrid, recibieron un varapalo un¨¢nime en medios econ¨®micos y financieros. Aqu¨ª, sin embargo, no pasa nada, lo cual me lleva tambi¨¦n, adem¨¢s de mi estupefacci¨®n como cliente de la entidad y mi preocupaci¨®n como miembro del consejo, a sentirme irritado como valenciano. En Madrid o Barcelona ser¨ªa impensable la posibilidad de nombrar un pol¨ªtico tan significado para presidir la principal caja.
P. Usted es un estudioso de las instituciones econ¨®micas. ?Se hab¨ªa visto algo as¨ª hasta ahora?
R. No recuerdo ning¨²n caso comparable en la etapa democr¨¢tica, s¨ª en el franquismo en el que las cajas eran las financiadoras, a trav¨¦s de los coeficientes obligatorios, de las empresas afectas al r¨¦gimen. S¨ª es cierto que en otras entidades hay cargos de claro perfil pol¨ªtico, cosa con lo que no estoy de acuerdo y que se podr¨ªa haber solucionado si el PP hubiera tenido la voluntad real de despolitizar las cajas de ahorro. La ley financiera deber¨ªa haber asegurado de una vez la independencia y profesionalidad de sus ¨®rganos de gobierno, pero a la vista est¨¢ que esa ley no cumple los objetivos que se publicitaron.
P. ?El PSPV puede tragar con Olivas?
R. Es la direcci¨®n del partido la que debe pronunciarse sobre ese punto. En todo caso, a trav¨¦s de Ricard Torres, responsable de econom¨ªa, ha insistido hasta la saciedad en la defensa de la despolitizaci¨®n de las entidades. Desde luego, su nombramiento es contradictorio con lo que hemos venido defendiendo para las cajas de ahorro, y por tanto la direcci¨®n tendr¨¢ que sopesar c¨®mo compatibilizar el respeto de la mayor¨ªa parlamentaria con defender nuestras propuestas.
P. ?Qu¨¦ justifica la intervenci¨®n pol¨ªtica de las cajas?
R. Al margen de ambiciones personales, una confusi¨®n bastante frecuente: trasladar el respaldo electoral mayoritario a los mercados financieros. Bastantes pol¨ªticos incurren en el error de equiparar preferencias electorales con el funcionamiento de los mercados. La cuenta de resultados de Bancaixa no se vota, depende de las decisiones de miles de personas que aisladamente configuran al final unos resultados determinados.
P. ?Las cajas est¨¢n garantizando el funcionamiento pol¨ªtico de la Generalitat?
R. No. Una cuesti¨®n es que algunas de sus inversiones sean emblem¨¢ticas desde el punto de vista partidario y que, por tanto, se discuta su viabilidad o pertinencia en la esfera pol¨ªtica, y otra, que representen la mayor¨ªa de la inversi¨®n crediticia de Bancaixa. ?No quiere decir que no sean significativas!
P. Por ejemplo, el caso de Terra M¨ªtica.
R. Las decisiones financieras de Bancaixa se discuten en el consejo de administraci¨®n y las deliberaciones son secretas. Por tanto, mi opini¨®n debe quedar dentro del mismo. Al margen de ello, es evidente que es una de las obras m¨¢s emblem¨¢tica del anterior presidente de la Generalitat en la que Bancaixa ha perdido ya 15 millones de euros. Las p¨¦rdidas de CAM y Bancaixa equivalen, a d¨ªa de hoy, a mantener cerrada todo un a?o la obra social de Bancaixa: un a?o sin becas Erasmus, sin convenios con las universidades, sin actividad de voluntariado,... Pero insisto, siendo una cantidad muy importante, no pone en peligro la solvencia de la entidad. Lo que s¨ª hace es afectar negativamente su posici¨®n frente a los competidores, que le est¨¢n comiendo terreno en su propio mercado. Volviendo a Terra M¨ªtica, he sido partidario de complementar la oferta tur¨ªstica con un parque tem¨¢tico, aunque era, y soy, esc¨¦ptico sobre la ubicaci¨®n y el dise?o elegido. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que el equipo gestor del parque ha demostrado m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable su ineptitud. Hay que tomar decisiones ya para evitar aumentar todav¨ªa m¨¢s la sangr¨ªa que acarrea para la caja y la sociedad valenciana.
P. ?Y la compra del 1,9% de Iberdrola, impuesta por el Consell?
R. Los t¨¦cnicos defendieron la operaci¨®n. Pero no es adecuado que su anuncio lo haga el presidente de la Generalitat antes de haber sido debatida en los ¨®rganos de gobierno de la entidad. No es positivo para la imagen de profesionalidad e independencia de las cajas que sus presidentes aparezcan como ap¨¦ndices de una decisi¨®n pol¨ªtica.
P. El fantasma de la fusi¨®n ha vuelto a planear.
R. Eso he le¨ªdo en algunas interpretaciones. Ser¨ªa una sorpresa m¨¢s, cuando el presidente de la Generalitat, en otra de de esas intervenciones en mi opini¨®n inadecuadas, anunci¨® hace poco que se abandonaba el proyecto y cuando quienes lo defendieron no lo llevaron a cabo, porque no pudieron, supieron o quisieron, mientras gobernaron. Por otro lado, gran parte de las ventajas en costes que se pod¨ªan haber conseguido, se han logrado por otras v¨ªas. Ser¨ªa tambi¨¦n peregrino impulsar la fusi¨®n desde una entidad que siempre ha sido favorable a ella. Las reticencias, algunas bastante fundadas, provinieron de la CAM, por lo no se entiende c¨®mo se va a fomentar la fusi¨®n colocando a un dirigente pol¨ªtico en Bancaixa.
P. ?Hay algo que la justifique?
R. Es una frivolidad presentarla como la soluci¨®n a los retos a los que se enfrentan las dos entidades. Tiene costes y ventajas que deben estudiarse con prudencia y rigor. Mi opini¨®n, a falta de estudios que aporten nueva informaci¨®n, es que esa oportunidad forma parte de la historia.
P. ?La corporaci¨®n financiera no trabaja para la fusi¨®n?
R. Pues tiene su origen en el intento de abortarla y su constituci¨®n se debi¨® a la voluntad pol¨ªtica de no reconocer el error de haberla presentado como el primer paso de la fusi¨®n. Ha sido creada con claros l¨ªmites a su actividad debido a la reticencia de sus socios, las dos cajas, duras competidores en casi todo. Hasta ahora, es una mera sociedad tenedora de acciones y no ha cumplido ning¨²n papel. Debe redefinir sus funciones, porque tal como est¨¢ ahora es, en mi opini¨®n, una entidad in¨²til.
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