Helena Sotelo difumina las fronteras entre la pintura y la literatura
La artista presenta en San Sebasti¨¢n piezas realizadas sobre libros de grandes autores
"Todos nos vemos forzados a mantener en nosotros algunas peque?as locuras para que la realidad nos resulte soportable". Helena Sotelo (Bruselas, 1963) ha hecho suya esta frase de Marcel Proust; se escuda en dos de sus pasiones, la pintura y la escultura, y las funde para s¨ª y los espectadores en Hitzak, una exposici¨®n que muestra hasta el 5 de diciembre sus creaciones m¨¢s recientes en la Galer¨ªa DV de San Sebasti¨¢n (San Mart¨ªn, 5).
Sotelo, licenciada en Derecho, no vive de la pintura; se dedica a investigar en el ¨¢mbito de los servicios sociales, pero encuentra su refugio diario en el arte, sobre todo desde que encontr¨® la f¨®rmula de disfrutar al mismo tiempo de la literatura. En la exposici¨®n que present¨® el a?o pasado en el Palacio Aranburu de Tolosa, pint¨® bibliotecas; ahora rinde homenaje a escritores que le han cautivado -Robert Musil, Michel Butor, Thomas Bernhard, Max Frisch, Samuel Beckett o Ram¨®n Saizarbitoria- seccionando sus obras y utiliz¨¢ndolas a su antojo.
Arranca p¨¢ginas de los ejemplares que tiene en su biblioteca y pinta encima con ¨®leo y tinta. ?Para una amante de la literatura no es un sacrilegio? "A veces lo he sentido, pero me gusta la graf¨ªa sobre la p¨¢gina blanca y decid¨ª utilizarla como soporte de mi pintura. Quise adem¨¢s hacerlo as¨ª por respetar un poco el color que tuvieran, los subrayados,... Tengo una buena lista de libros que debo reponer", afirma.
Pegada a la realidad
A primera vista, sus obras pueden parecer abstractas, pero no lo son. "Se encuentran en un punto intermedio entre la figuraci¨®n y la abstracci¨®n, aunque creo que ¨¦sta es una clasificaci¨®n poco afortunada", explica. "Aunque no lo represente de forma naturalista, mis cuadros pretenden ser en unos casos los adoquines de una terraza o los libros de una biblioteca". Con Esperando a Godot, de Beckett, ha realizado las piezas m¨¢s coloristas de la exposici¨®n, tres obras de gran formato que muestran su querencia por las "estancias cerradas": un sal¨®n, una biblioteca y una terraza. Si se hace un esfuerzo puede leerse al escritor irland¨¦s. Resulta, sin embargo, imposible disfrutar de la literatura de Beckett en una obra realizada sobre textos de Compa?¨ªa, con tonos morados, azules y negros.
Sotelo presenta adem¨¢s en la sala collages realizados sobre cart¨®n ondulado y sobre papel, donde muestra letras y frases encerrados, entre ellas, la de Proust con su reflexi¨®n sobre la necesidad de encontrar una peque?a locura para disfrutar de la existencia. Junto a ellas figuran cinco peque?as pinturas que representan las cinco novelas de Gorde nazazu lurpean, de Ram¨®n Saizarbitoria. Aqu¨ª no pinta sobre las hojas del libro. Los textos est¨¢n manipulados en el ordenador, impresos en papel de grabado y despu¨¦s pintados ligeramente en ¨®leo y carboncillo. Para la artista, que empez¨® a pintar en serio con 17 a?os, existe un nexo de uni¨®n entre pintura y literatura. "Quiz¨¢ la relaci¨®n sea mayor con la poes¨ªa", dice. "Pero s¨ª, pienso que hay una misma forma de entender el proceso".
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