Nuevos caminos de 'El erizo abierto'
La revista, una de las primeras de literatura er¨®tica de Espa?a, se publicar¨¢ en Internet
All¨¢ por 1993, sacar una revista de literatura er¨®tica en Espa?a era toda una aventura pero, con la perspectiva de hoy, es sobre todo un divertimento. Entonces a¨²n se pod¨ªa hacer cultura independiente. Ahora, una d¨¦cada despu¨¦s, el espacio para la cultura independiente es estrecho. ?sta es la opini¨®n de Alfonso Salazar, uno de los cinco fundadores de El erizo abierto, una de las primeras revistas de literatura er¨®tica editadas en Espa?a.
El primer n¨²mero sali¨® de la imprenta en noviembre de 1993. Duraron algo m¨¢s de tres a?os en el mercado, con tiempo para sacar seis n¨²meros. Salazar y sus compa?eros celebran esos diez a?os con un n¨²mero especial que ver¨¢ la luz en los primeros d¨ªas de diciembre.
El erizo abierto dej¨® de visitar los quioscos en 1996, tras tres a?os de "impecable irregularidad con sus lectores", comentan sus fundadores. Aunque, en realidad, lo cierto es que la revista tampoco frecuent¨® mucho los quioscos. Sus principales puntos de venta eran bares y pubs; lugares de vida nocturna. Al fin y al cabo, la escasa publicidad que llevaban los 500 ejemplares que se tiraban de cada n¨²mero la costeaban esos mismos bares de copas donde luego se vend¨ªan. Todo quedaba en casa.
El n¨²mero especial que saldr¨¢ en diciembre tendr¨¢ dos partes bien diferenciadas y alrededor de 120 p¨¢ginas. La mitad estar¨¢ dedicado a recopilar lo mejor de aquellos seis n¨²meros. La otra mitad, son colaboraciones que estos d¨ªas est¨¢n intentando seleccionar. Es lo que tiene Internet, donde han hecho la solicitud de colaboraci¨®n. "Antes ten¨ªamos que ir casi de puerta en puerta pidiendo los textos; ahora, con la convocatoria por Internet, hemos recibido decenas de colaboraciones incluso desde Italia y Latinoam¨¦rica", cuenta Salazar.
El erizo abierto, en cualquier caso, no volver¨¢ con regularidad al papel. Su sitio ahora est¨¢ en Internet. Los responsables no tienen el cuerpo, dicen, para ir de puerta espuerta buscando patrocinadores. Internet es un buen sitio para esta revista, reconocen. En www.laplazahumana.com, se pueden recorrer cinco n¨²meros de la primera ¨¦poca en formato PDF. Estos ya estaban maquetados con ordenador. El n¨²mero uno estaba hecho tan artesanal que a¨²n no han tenido tiempo de digitalizarlo. El nombre de la publicaci¨®n procede de una cita de Giuseppe Tomasi di Lampedusa que Jorge Fern¨¢ndez cita, aproximadamente, de memoria: "No hay nada m¨¢s er¨®tico que un erizo abierto al que se le echa lim¨®n y retuerce".
Por las 60 p¨¢ginas de cada erizo escribieron y dibujaron un buen plantel de creadores. Los poetas Ana Rosetti y Javier Egea prestaron, por ejemplo, algunos de sus textos para la revista. El cantaor granadino Enrique Morente fue el primer entrevistado por la revista. Otro de los miembros del equipo fundacional de la publicaci¨®n, Jorge Fern¨¢ndez Bustos, recuerda una de sus preguntas a Morente: "Le dije que si la coletilla esa de los cantaores de 'te quiero prima m¨ªa' se refer¨ªa al incesto. Alucin¨® y me dijo que claro que no". Eran tiempos divertidos, recuerdan Alfonso Salazar y Fern¨¢ndez Bustos.
A Salazar y a sus compa?eros les sorprende volver a mirar aquellos ejemplares porque, dicen, les "provoca cierta desaz¨®n suponer que a d¨ªa de hoy, a?os despu¨¦s, el sano atrevimiento podr¨ªa haber quedado machacado por la dictadura de lo pol¨ªticamente correcto. El que no quiera que no mire, fue una de sus m¨¢ximas". Por si alguien duda, Salazar explica que su revista es er¨®tica y no pornogr¨¢fica. "Ahora todo es m¨¢s directo y, por tanto, pornogr¨¢fico. Lo er¨®tico est¨¢ desapareciendo".
Fern¨¢ndez y Salazar cuentan como cada n¨²mero se presentaba con una fiesta por todo lo alto, lo propio de aquella ¨¦poca. La primera fiesta, recuerda Salazar, cont¨® con la impagable aportaci¨®n de algunas pel¨ªculas en s¨²per 8 de la familia de Jorge Fern¨¢ndez. "Proyectamos las cintas y, cuando llegaban las escenas m¨¢s t¨®rridas, desenfoc¨¢bamos la imagen. La bronca y los gritos eran espectaculares", rememora Salazar.
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