Ser como nosotros
La circular de la Consejer¨ªa vasca de Educaci¨®n sobre la escolarizaci¨®n del alumnado inmigrante ha dado origen a una pol¨¦mica bastante confusa. El problema no es la utilizaci¨®n del t¨¦rmino inmigrante, que es el adecuado, sino la aparente equiparaci¨®n entre inmigrantes espa?oles e inmigrantes extranjeros; y la canalizaci¨®n de todos ellos hacia los modelos de ense?anza en lengua vasca o biling¨¹e con el argumento de que ello favorece su integraci¨®n: que "sean como nosotros", en palabras de la consejera, Anjeles Iztueta.
?Qu¨¦ significa ser como nosotros? La lengua mayoritaria de los vascos, la ¨²nica que dominan dos terceras partes de los habitantes de Euskadi, es el castellano. No parece l¨®gico que tenga el mismo tratamiento la integraci¨®n de un ni?o procedente de Cuenca que la de uno procedente de M¨²nich. El uno llega a un territorio en el que la mayor¨ªa habla su lengua, y el otro, no.
Entonces, ?es exagerada la suspicacia de quienes denunciaron como discriminatoria la circular? Lo ser¨ªa si prescindimos de ciertos antecedentes. Sabino Arana, cuyo legado reivindica el nacionalismo gobernante, dej¨® escrito (en un art¨ªculo titulado Efectos de la invasi¨®n) que "Espa?a y Euskaria son dos naciones (...) m¨¢s distintas y diferentes que lo es Alemania de Espa?a". Es verdad que eso fue en 1897, pero mucho m¨¢s recientemente Arzalluz le dijo a Gabilondo lo siguiente: "Aqu¨ª puede haber gente de nacionalidad vasca y de nacionalidad espa?ola, y convivir perfectamente. Simplemente, que unos votar¨ªan en las elecciones espa?olas y otros votar¨ªan en las vascas" (13-12-1999). Poco despu¨¦s, en el Aberri Eguna de 2000, dijo a sus fieles que "sin la inmigraci¨®n, habr¨ªamos podido hacer un refer¨¦ndum, y ganarlo".
La discusi¨®n sobre si a todos los habitantes de Euskadi deber¨ªan reconoc¨¦rseles los mismos derechos pol¨ªticos, con independencia de su origen, ha sido una constante en el nacionalismo vasco. En el anteproyecto de Estatuto votado en la Asamblea de municipios reunida en Estella en junio de 1931 figuraba un art¨ªculo, introducido como enmienda por el PNV, en el que se exclu¨ªa del derecho al sufragio a los ciudadanos no naturales del pa¨ªs ni hijos de naturales que no acreditasen un m¨ªnimo de diez a?os de residencia. Dicho art¨ªculo fue uno de los motivos de que las Cortes constituyentes rechazaran el anteproyecto como anticonstitucional.
Esa obsesi¨®n fue heredada por el mundo de ETA: estuvo presente en sus debates previos a la ruptura de la tregua, a fines de los noventa. En el n¨²mero 84 de su bolet¨ªn interno Zutabe (1999) se sosten¨ªa la necesidad de definir los criterios de nacionalidad con vistas a la confecci¨®n de un nuevo censo; una de las posibilidades consideradas, que se plasmar¨ªa luego en la campa?a por un DNI vasco, era la de un censo por adscripci¨®n: los que quieran ser votantes "tendr¨¢n que pedir el derecho al voto". El argumento era que s¨®lo los interesados en la construcci¨®n nacional de Euskal Herria podr¨¢n participar en su configuraci¨®n. Uno de los textos defin¨ªa as¨ª el objetivo ¨²ltimo: "En Euskal Herria no se hacen elecciones espa?olas; los ciudadanos espa?oles tendr¨¢n que votar en sus consulados".
El Estatuto de Gernika prescindi¨® de tales elucubraciones al atribuir la condici¨®n de vascos, a efectos pol¨ªticos, a cuantos tengan su vecindad administrativa en Euskadi. Un s¨ªntoma de la reca¨ªda actual en el aranismo es que ya no se considere suficiente ese principio. En la propuesta de Ibarretxe se dice que nadie podr¨¢ ser discriminado en funci¨®n de su nacionalidad, pero se mantiene la distinci¨®n entre ciudadan¨ªa y nacionalidad vasca y se anuncia una ley que regular¨¢ su adquisici¨®n, conservaci¨®n y p¨¦rdida. Y en el anteproyecto presentado por EA (el partido de la consejera de Educaci¨®n), se sostiene que "s¨®lo quienes ostenten la nacionalidad vasca tienen derecho a participar como electores o elegibles en los procesos electorales"; precis¨¢ndose que "los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi que sean nacionales de cualquiera de los Estados que integran la UE, as¨ª como los espa?oles y espa?olas que no ostentan tambi¨¦n la nacionalidad vasca, podr¨¢n participar en las elecciones municipales y en las consultas populares de ¨¢mbito local". Como los alemanes en Mallorca, seg¨²n la doctrina Arzalluz.
?Verdad que parece incre¨ªble? ?Y verdad que, con tales antecedentes, y teniendo en cuenta que el PNV ha acabado asumiendo casi siempre los planteamientos de EA, se entiende perfectamente la inquietud sembrada por la circular?
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