Exceso de confianza
Estoy seguro de que todos los lectores guardan en alg¨²n lugar de su memoria el recuerdo de operaciones de b¨²squeda y salvamento de alg¨²n monta?ista sorprendido por un cambio s¨²bito de las condiciones meteorol¨®gicas o de los ocupantes de alguna embarcaci¨®n en apuros. Cuando esto ocurre se produce una movilizaci¨®n inmediata de los recursos de los que la sociedad dispone de manera institucionalizada, a fin de salvar la vida de los ciudadanos que se encuentran en peligro. No recuerdo ni una sola ocasi¨®n en que se hayan producido quejas o denuncias por el "exceso de confianza" de los miembros de la Guardia Civil y por su tardanza en acudir en auxilio de los ciudadanos que lo necesitaban. Desde el momento en que se recibe la se?al de peligro, se activa el dispositivo de rescate con la finalidad de evitar la tragedia en la medida de lo posible.
Tendr¨ªa que disponerse de una respuesta protocolizada que hiciera imposibles "excesos de confianza" como en Rota
No es infrecuente, incluso, que colaboren con los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o con los de las comunidades aut¨®nomas ciudadanos de a pie. Recientemente lo hemos visto en Barcelona, donde el extrav¨ªo de un ni?o de tres a?os que estaba de excursi¨®n con sus compa?eros de colegio moviliz¨® a todos los vecinos del lugar para localizarlo.
Esto es lo normal. Todo el mundo agradece el comportamiento en estos casos de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, pero nadie considera que est¨¦n haciendo algo excepcional, sino que est¨¢n simplemente cumpliendo con su deber. Los ciudadanos tenemos la seguridad de que, llegado el caso, recibiremos de la sociedad la ayuda que necesitamos en una situaci¨®n de emergencia.
Nada nos permite pensar que las cosas ser¨ªan distintas si quien se encontrara en una situaci¨®n de emergencia fuera un ciudadano extranjero que estuviera pasando sus vacaciones en Espa?a. El dispositivo de rescate se pondr¨ªa en marcha exactamente igual que si de un ciudadano espa?ol se tratara.
Desgraciadamente no parece ser as¨ª cuando quienes se encuentran en una situaci¨®n de emergencia son inmigrantes que pretenden alcanzar en pateras nuestras costas. Como hemos tenido ocasi¨®n de comprobar en estos ¨²ltimos d¨ªas, no se ha producido una reacci¨®n inmediata en el dispositivo de socorro con la finalidad de salvar la vida de quienes se encontraban en peligro, sino que, como ha recoconocido expresamente el subdelegado del Gobierno en C¨¢diz, ha habido un "exceso de confianza", que ha acabado teniendo unas consecuencias tr¨¢gicas.
Obviamente ni se me pasa por la imaginaci¨®n hacer recaer la responsabilidad por lo ocurrido en los agentes de la Guardia Civil o en los trabajadores de Salvamento Mar¨ªtimo. Creo que todos tenemos constancia de que est¨¢n desarrollando un trabajo muy dif¨ªcil y sacrificado y que lo realizan con unas dosis de compasi¨®n m¨¢s que notables. Ha sido un problema de toma de decisi¨®n y no de ejecuci¨®n de una decisi¨®n tomada por quien puede hacerlo.
Lo que llama la atenci¨®n de lo ocurrido, a medida que se han ido teniendo conocimiento de las circunstancias en que se ha producido la tragedia y de la forma en que han reaccionado las autoridades al tener conocimiento de la misma, ha sido la inexistencia de una suerte de protocolo de actuaci¨®n que se active autom¨¢ticamente cuando se produce una emergencia como ¨¦sta. No creo que nadie pueda entender que, ante una llamada como la del capit¨¢n del mercante que alert¨® sobre la situaci¨®n en la que se encontraba la patera, no exista una suerte de respuesta protocolizada que se active de manera autom¨¢tica. ?C¨®mo es posible que ante una situaci¨®n de vida o muerte se pueda empezar a discutir sobre qui¨¦n es competente para hacer seg¨²n qu¨¦ cosas? ?C¨®mo se puede explicar que no se tenga prevista una respuesta autom¨¢tica para un problema que desgraciadamente sabemos que se va a producir de manera inexorable?
Esto es lo m¨¢s sorprendente. Sabemos perfectamente cu¨¢ntas pateras van a intentar llegar a nuestras costas y sabemos tambi¨¦n de manera bastante aproximada que un porcentaje de ellas van a pasar por situaciones de emergencia. Lo que ha ocurrido en Rota no es algo completamente imprevisible, que produce desconcierto y frente a lo que no se sabe muy bien c¨®mo se tiene que reaccionar. Todo lo contrario. Es algo perfectamente previsible y que sabemos que se puede volver a producir en cualquier momento. ?Por qu¨¦ no existe una previsi¨®n de c¨®mo se ha de actuar en estos casos sin que las autoridades se pongan a discutir si son galgos o podencos?
Esto es lo que creo que nadie puede entender. El "exceso de confianza" no puede tener cabida cuando hay que hacer frente a una situaci¨®n de emergencia como ¨¦sta. El "exceso de confianza" s¨®lo puede producirse cuando hay posibilidad de optar entre respuestas distintas, pero no cuando ¨²nicamente cabe una respuesta. Si en el momento en que el capit¨¢n del mercante hizo la llamada hubiera estado prevista una reacci¨®n como la que tienen los bomberos o el servicio de emergencia del SAS, no cabr¨ªa pensar siquiera en un "exceso de confianza". Despu¨¦s se podr¨ªa tener ¨¦xito o no en la operaci¨®n de rescate, pero al menos no quedar¨ªa la impresi¨®n de que las muertes se podr¨ªan haber evitado.
Me parece que esto es lo que se debe exigir con la m¨¢xima urgencia. Independientemente de la responsabilidad que puedan tener las autoridades que han intervenido en esta tragedia, que ya la decidir¨¢n los tribunales de justicia, se tendr¨ªa que disponer de una respuesta protocolizada que hiciera imposibles los "excesos de confianza". Ser¨ªa intolerable que volviera a repetirse un discusi¨®n entre autoridades ante una nueva tragedia como la vivida en Rota esta semana.
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