Actitudes t¨®xicas
La Polic¨ªa Local de Berja detuvo a dos de los supuestos agresores de marroqu¨ªes por robar naranjas d¨ªas antes de su encarcelamiento
La primera semana de noviembre fue pr¨®diga en encontronazos policiales para Jes¨²s Le¨®n Villacreces, de 20 a?os, y Jes¨²s G¨®mez G¨®mez, de 18. Agentes locales de Berja (Almer¨ªa) les sorprendieron el pasado domingo 2 en el interior de un cortijo mientras trataban de birlar naranjas. Afuera aguardaban dos amigas en el interior de un coche. Nada extra?ados de hallar a Jes¨²s Le¨®n, que ha alimentado una imagen conflictiva y violenta desde peque?o, los polic¨ªas se sorprendieron al ver a Jes¨²s G¨®mez, un joven gitano sin antecedentes de ning¨²n tipo que suele pasear por el pueblo mientras empuja la silla de ruedas de su padre.
El incidente de las naranjas, sin embargo, no trascendi¨® apenas hasta que, el s¨¢bado 8, se produjo el segundo encuentro entre los dos amigos y la polic¨ªa. Ya no era una cuesti¨®n menor. A Jes¨²s Le¨®n y a Jes¨²s G¨®mez les detuvo la Polic¨ªa Judicial ese d¨ªa como los supuestos autores de, al menos, siete agresiones a inmigrantes ocurridas entre agosto y noviembre. A ellos y a un tercer colega, Jos¨¦ Antonio L. S¨¢nchez, de 22 a?os, al que no le constaban antecedentes de ning¨²n tipo m¨¢s all¨¢ de los sobresaltos que ten¨ªa su familia por su dif¨ªcil encarrilamiento laboral cuando finaliz¨® los estudios.
"Siempre le rega?¨¦ a mi ni?o por ver con qui¨¦n se juntaba", dice la madre de uno
Uno de los acusados fue detenido en Adra hace a?os por golpear ancianos desde su moto
Los tres est¨¢n acusados de lesionar a extranjeros desde un Peugeot 206 de color negro, propiedad de la madre de Jes¨²s. El mismo que emplearon para ir a por las naranjas con sus amigas. El mismo que describi¨® Mohamed Bahbah, de 21 a?os, en la denuncia que present¨® ante el cuartel de la Guardia Civil de El Ejido el pasado 12 de agosto. El mismo que se detalla en otras denuncias que se sumaron a la de Bahbah, apedreado desde el veh¨ªculo cuando caminaba por una carretera cercana al barrio ejidense de El Canalillo. El coche que les delat¨®.
En uno de sus comunicados, la organizaci¨®n que sac¨® a la luz las denuncias, el Sindicato de Obreros del Campo, atribuy¨® las agresiones a "grupos fascistas". La Subdelegaci¨®n del Gobierno en Almer¨ªa, sin embargo, ha descartado tal extremo. "No tienen una connotaci¨®n racista en el sentido de que haya una organizaci¨®n racista detr¨¢s, pero no entro en las razones de las personas para actuar", explic¨® el subdelegado Francisco La¨ªnez en una conferencia de prensa el pasado jueves 13.
Tal vez la mejor explicaci¨®n de lo ocurrido corresponda a un agente municipal: "Aqu¨ª no hay grupos nazis, pero claro que los que hacen eso son racistas". El combustible que aliment¨® las agresiones contra los extranjeros -todos ellos marroqu¨ªes a pesar de que en El Ejido conviven otras nacionalidades- se forja pues en la falta de valores y, a tenor de lo trascendido de las investigaciones policiales, en la abundancia de sustancias t¨®xicas. La vinculaci¨®n de varios familiares de Jes¨²s Le¨®n con el tr¨¢fico de drogas les ha llevado alguna temporada a la c¨¢rcel. Algunos vecinos creen que Jes¨²s se ha criado en un ambiente donde ha cojeado la educaci¨®n mientras el dinero corr¨ªa demasiado f¨¢cil.
Apalear inmigrantes se convirti¨® en un ejercicio de subid¨®n hormonal que acompa?aba las juergas de los colegas. En el caso de Jes¨²s Le¨®n no sorprendi¨® su detenci¨®n ni en Berja ni en Adra, una localidad cercana adonde su madre mud¨® la residencia hace unos a?os. En esa poblaci¨®n tuvo encontronazos con la polic¨ªa por sus locuras motorizadas y, hace unos tres a?os, por golpear a ancianos desde la moto. Todav¨ªa era menor de edad, pero anticipaba comportamientos futuros. "Fue muy violento desde ni?o", recordaban esta semana fuentes municipales de Adra.
La decisi¨®n del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de El Ejido de ordenar el ingreso en prisi¨®n provisional de los tres amigos hace una semana sembr¨® extra?eza en el caso de los otros dos vecinos de Berja, a 14 kil¨®metros de El Ejido, donde ocurrieron todas las agresiones denunciadas.
Carmen G¨®mez, la madre de uno de los detenidos, asegura que su hijo es incapaz de causar da?o: "Pero si es un cr¨ªo que hizo los 18 a?os hace un mes, los otros son p¨¢jaros m¨¢s grandes". Su hijo Jes¨²s es el menor de una prole numeros¨ªsima (10 hijos). Su madre, que recibi¨® la noticia de la detenci¨®n con su marido ingresado en el hospital, achaca lo ocurrido a las "malas compa?¨ªas". "Siempre le rega?¨¦ a mi ni?o a ver con qui¨¦n se juntaba", a?ade. La madre de Jos¨¦ Antonio, otro de los acusados, prefiri¨® no hacer declaraciones a este diario. El alcalde de Berja, Seraf¨ªn Robles, por su parte, conden¨® los ataques: "Cualquier agresi¨®n, venga de donde venga, es lamentable".
"Se estaban riendo a carcajadas"
El primer inmigrante que denunci¨® ante la Guardia Civil de El Ejido (Almer¨ªa), el pasado martes 12 de agosto, relata que uno de los ocupantes del coche le lanz¨® una piedra que le impact¨® en el hombro derecho y le oblig¨® a acudir al hospital. Mohamed Bahbah pudo ver la marca, el color y los n¨²meros de la matr¨ªcula del coche de sus agresores, pero eso no bast¨® para que los agentes intervinieran de inmediato.
As¨ª que las agresiones continuaron. El jueves 28 de agosto Hamid El Fagrouchi fue apedreado desde un coche mientras le gritaban "toma gilipollas". No vio la matr¨ªcula pero el modelo y el color coincid¨ªan con los anteriores, si bien no denunci¨® hasta noviembre, cuando se interpusieron la mayor¨ªa de las denuncias ante la Guardia Civil.
Pero las pedradas iniciales dieron paso en las siguientes semanas a ataques m¨¢s preparados. Abdelkader Tabet cay¨® al suelo tras recibir un golpe "con un palo o hierro" a las 22.30 del martes 9 de septiembre cuando caminaba por la carretera junto a El Canalillo. En ese mismo punto, alrededor de las 21.00 del jueves 9 de octubre, Abdellah Hihi recibi¨® un golpe en la cabeza con "una barra de hierro" que le oblig¨® a acudir al hospital. En su denuncia describi¨® a uno de los ocupantes del veh¨ªculo con "unos pelillos en la barbilla sin llegar a ser perilla".
El impacto del hierro en la oreja izquierda tambi¨¦n fue lo que percibi¨® Abderrahmane Ziani el s¨¢bado 1 de noviembre, despu¨¦s de observar un cambio de luces en un veh¨ªculo que se le acercaba por atr¨¢s cuando caminaba a la altura de la Cruz Roja, en El Ejido, a eso de las 20.30. Ya en el suelo, mientras le atend¨ªa su amigo Musta, escuch¨® como "los autores se estaban riendo a carcajadas".
Ese d¨ªa los agresores estuvieron especialmente activos, a la vista de las denuncias. Cuarenta minutos antes de golpear a Ziani, a un kil¨®metro de la Cruz Roja, desde un veh¨ªculo que se aproxim¨® a Abdennaji Bailete por detr¨¢s "la persona que iba en la parte delantera derecha sac¨® por la ventanilla un palo de madera y le golpe¨® en la mejilla izquierda", seg¨²n relat¨® a la Guardia Civil el marroqu¨ª, que sufri¨® una fractura de la mand¨ªbula.
En ese lugar y a la misma hora, diez d¨ªas despu¨¦s, a Mohamed Fartout le estamparon un bloque de hormig¨®n contra el pecho desde el asiento del copiloto de un veh¨ªculo de la marca Peugot "de color azul oscuro". No vio a los ocupantes, era de noche. En el hospital le diagnosticaron fractura de clav¨ªcula. Son algunos de los ataques detallados a las fuerzas de seguridad, pero el Sindicato de Obreros del Campo cree que muchos otros inmigrantes sufrieron agresiones sin atreverse a denunciar al no estar regularizados por temor a una expulsi¨®n.
La detenci¨®n de los supuestos agresores se produjo el pasado 8 de noviembre, cuatro d¨ªas despu¨¦s de que el sindicato sacase a la luz los ataques, a pesar de que la primera denuncia se tramit¨® en agosto y de que el hospital de Poniente puso en conocimiento de la autoridad judicial los d¨ªas 10 de septiembre, 15 y 28 de octubre los informes m¨¦dicos donde se recog¨ªan las heridas por agresiones a inmigrantes, seg¨²n el diario El Mundo.
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