Berl¨ªn y Par¨ªs ofrecen a Aznar negociar el reparto de poder en la Uni¨®n Europea
Chirac y Schr?der buscan un pacto, pero rechazan las condiciones de Madrid
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El eje franco-alem¨¢n mueve ficha a s¨®lo un mes de concluir las negociaciones sobre el proyecto de Constituci¨®n europea, que incluye un nuevo reparto de poder en la Uni¨®n que Espa?a y Polonia rechazan frontalmente. Berl¨ªn y Par¨ªs ofrecen ahora al Gobierno espa?ol negociar un compromiso, pero a partir del proyecto constitucional, y no a partir del Tratado de Niza como pretende Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. A la vez, garantizan a Espa?a un peso y un nivel para ser considerado "uno de los grandes" en la UE.
Espa?a cuenta con muy pocos apoyos: adem¨¢s de Polonia, Estonia y Malta
Ministros del Ejecutivo alem¨¢n han trasladado en Berl¨ªn esa tesis a un grupo de periodistas europeos, uno de ellos de EL PA?S, mientras fuentes oficiales francesas han mantenido la misma opini¨®n en Bruselas. "Espa?a y Polonia tendr¨¢n el status de pa¨ªses grandes", tranquiliza a Madrid el ministro alem¨¢n de Exteriores, Joschka Fischer. "Espa?a no perder¨¢", agrega. Fischer se declara dispuesto a hablar y negociar para lograr "un compromiso equilibrado", pero no quiere ni o¨ªr hablar del Tratado de Niza suscrito en diciembre de 2000.
Ese tratado incluy¨® un reparto de votos en el Consejo de la UE seg¨²n el cual Espa?a y Polonia tienen 27 cada uno, s¨®lo dos menos que Alemania y Francia, y le resulta poco complicado lograr el apoyo de pa¨ªses medianos y peque?os para bloquear acuerdos de los grandes pa¨ªses (la llamada minor¨ªa de bloqueo ser¨¢ de 90 votos sobre un total de 345). Se trata del tradicional sistema de voto ponderado en la UE, por el que el peso de cada pa¨ªs no guarda una relaci¨®n directa con la poblaci¨®n.
Por el contrario, el proyecto constitucional prev¨¦ que las decisiones en el Consejo ser¨¢n v¨¢lidas cuando sean apoyadas por una mayor¨ªa de Estados (la mitad m¨¢s uno) que representen al menos al 60% de la poblaci¨®n. Es el sistema denominado de "doble mayor¨ªa", por el que el poder de cada pa¨ªs en el Consejo est¨¢ en relaci¨®n directa con su poblaci¨®n. As¨ª, Alemania (82 millones de habitantes) tiene el 17% de los votos, Francia el 13% y Espa?a el 8%. Por tanto, se dispara la diferencia entre Espa?a y los grandes y, a la vez, disminuyen las posibilidades espa?olas de bloqueo porque sus potenciales aliados, medianos y peque?os, ven reducido su peso a la m¨ªnima expresi¨®n por ser pa¨ªses con escasa poblaci¨®n.
Alemania y Francia anuncian ahora que est¨¢n dispuestos a negociar al alza ese umbral del 60%. Cuanto m¨¢s alto sea, Espa?a tendr¨¢ m¨¢s opciones para bloquear y, de paso, tambi¨¦n los grandes tendr¨¢n m¨¢s facilidades para hacerlo. Pero el Gobierno espa?ol no acepta el concepto de la "doble mayor¨ªa" y prefiere hablar a partir del reparto de votos de Niza manteniendo la f¨®rmula del voto ponderado y estudiando posibles variantes de la misma. "Niza no es la Biblia", dijo Aznar el mes pasado en Bruselas, dando la primera se?al de que estaba dispuesto a negociar. "Pero sobre Niza, porque el problema no es el umbral, sino el peso relativo de cada pa¨ªs", a?aden fuentes diplom¨¢ticas espa?olas.
Es lo que no admiten Par¨ªs ni Berl¨ªn. Fischer considera "crucial" el sistema de doble mayor¨ªa en una UE ampliada. Otro destacado miembro del Gobierno alem¨¢n, que en este caso exige no ser citado, argumenta que, con el Tratado de Niza, Espa?a y Polonia suman 54 votos con 78 millones de habitantes entre los dos, mientras que Alemania, con una poblaci¨®n superior, s¨®lo tiene 29 votos. "Es muy dif¨ªcil explicar esto a la opini¨®n p¨²blica alemana", a?ade. Por eso, cuenta, en la entrevista del pasado d¨ªa 3 entre Aznar y el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, quedaron patentes "las diferentes opiniones" al respecto.
Fuentes oficiales francesas son a¨²n m¨¢s contundentes: "De ninguna manera negociaremos sobre el resultado de Niza; ser¨ªa un paso atr¨¢s". Aznar tambi¨¦n habl¨® sobre este litigio el pasado d¨ªa 6 con el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, y ahora las fuentes diplom¨¢ticas espa?olas consultadas admiten que Par¨ªs ha ofrecido di¨¢logo bajo esta f¨®rmula: "Ni volver a Niza ni quedarnos con el texto del proyecto de Constituci¨®n". Es decir, negociar sobre el proyecto constitucional a la vista del desprecio a Niza.
Bajo esa premisa, tanto Alemania como Francia asumen la posibilidad de negociar al alza ese umbral del 60%. "No vemos ning¨²n problema en hablar y negociar sobre eso", dicen las fuentes francesas. "Vamos a hablar y vamos a ver", comenta Fischer al ser preguntado sobre ese punto.
Espa?a cuenta con muy escasos apoyos para mantener su posici¨®n. Adem¨¢s de Polonia, s¨®lo secundan sus tesis los pa¨ªses candidatos Estonia (1,4 millones de habitantes) y Malta (380.000, el m¨¢s peque?o de la futura UE). Por eso, las opciones del Gobierno espa?ol son hoy s¨®lo dos: mantener su cerrado apoyo a Niza, con el peligroso riesgo de tener que asumir las consecuencias de bloquear la primera Constituci¨®n que tendr¨¢ la UE; o aceptar la mano tendida de Par¨ªs y Berl¨ªn. "En una UE con 25 Estados, habr¨¢ seis grandes [incluidos Espa?a y Polonia] y 19 peque?os, pero, por desgracia, los seis grandes estamos divididos", se lamenta Fischer.
El l¨ªmite que se han fijado los l¨ªderes europeos para pactar el texto constitucional es la cumbre de los pr¨®ximos 12 y 13 de diciembre en Bruselas, las fechas en que debe concluir sus trabajos la Conferencia Intergubernamental (CIG) creada al efecto. Todo parece indicar que, hasta el ¨²ltimo minuto, como ya ocurri¨® en Niza, los protagonistas guardar¨¢n los ases en sus mangas y que Aznar no los descubrir¨¢ ni siquiera en el previsto encuentro que en breve mantendr¨¢ con Silvio Berlusconi, actual presidente de la Uni¨®n. Es la presidencia italiana la que debe poner sobre la mesa las posibles propuestas de compromiso. "Italia est¨¢ haciendo un excelente trabajo", reitera Fischer, consciente de que Roma est¨¢ en l¨ªnea con el eje franco-alem¨¢n en este terreno.
Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas ya se?alaron el mes pasado que, si resulta imposible mantener Niza, su aspiraci¨®n consiste en que el mencionado umbral de la doble mayor¨ªa llegue al 66%, es decir, que las decisiones del Consejo ser¨ªan v¨¢lidas cuando fueran apoyadas por una mayor¨ªa de Estados que representaran al menos dos tercios de la poblaci¨®n europea. El pasado jueves, en Varsovia, Fischer insisti¨® en la puerta abierta: "Podemos discutir si el l¨ªmite del 60% es adecuado o no. Podemos llegar a un compromiso en ese punto. Pero un compromiso europeo es aqu¨¦l con el que nadie se siente particularmente feliz, pero con el que todo el mundo puede encontrar acomodo".
Los ministros alemanes no ocultan, aunque "no es una amenaza", que existe una relaci¨®n directa entre las negociaciones sobre el proyecto constitucional y los debates sobre las pr¨®ximas perspectivas financieras plurianuales que incluir¨¢n un nuevo reparto de fondos europeos. Polonia y Espa?a son los que m¨¢s tienen que perder en ese terreno. "No somos los m¨¢s preocupados con esa mezcla", comentan las fuentes espa?olas, que, sin embargo, la califican de "vulgaridad irresponsable". La partida acaba de empezar, pero va a ser muy breve.

"Con Niza... buena suerte"
No s¨®lo es Alemania la que plantea veladas amenazas en la negociaci¨®n del proyecto constitucional. Tambi¨¦n Espa?a considera que, si el Tratado de Niza queda invalidado, en teor¨ªa debiera empezar a negociarse sobre el anterior reparto de poder existente, cuando Espa?a ten¨ªa ocho votos en el Consejo de la Uni¨®n, tambi¨¦n dos menos que Alemania o Francia, pero conservaba 64 eurodiputados (de un total de 626) y dos comisarios. Es la f¨®rmula vigente hoy, porque la de Niza fue pactada para la pr¨®xima legislatura. Para Alemania y Francia, referirse a Niza ya supone un paso atr¨¢s que no admiten.
Con toda la iron¨ªa del mundo, el ministro alem¨¢n de Exteriores, Joschka Fischer, hace estos comentarios: "Si hacemos la ampliaci¨®n y nos quedamos con Niza... ?pues buena suerte! Si hacemos la ampliaci¨®n, mantenemos Niza y despu¨¦s tenemos que negociar las perspectivas financieras... ?pues doble buena suerte!". Y es que, para Berl¨ªn y Par¨ªs, la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n Europea es fundamental para poder gestionar la Uni¨®n ampliada. "Sin ella ser¨¢ muy dif¨ªcil que la UE tenga margen de maniobra", afirma otro miembro del Ejecutivo alem¨¢n. Alemania es el ¨²nico pa¨ªs que no ha presentado enmienda alguna al borrador constitucional.
Tanto Alemania como Francia asumen que, si Espa?a acepta negociar el sistema de la doble mayor¨ªa, tambi¨¦n habr¨¢ que plantear un nuevo reparto de los esca?os en el Parlamento Europeo y, con toda seguridad, la modificaci¨®n de los art¨ªculos relativos a la futura composici¨®n de la Comisi¨®n Europea. En Niza, Espa?a perdi¨® el 22% de los esca?os (de 64 a 50) y, como los dem¨¢s grandes, el segundo comisario. Todo a cambio de m¨¢s votos en el Consejo. Fuentes oficiales espa?olas aseguran que no han calculado cu¨¢ntos esca?os reclamar¨ªan si se aceptara el sistema de doble mayor¨ªa, pero otras fuentes calculan que ser¨ªan entre cuatro y siete.
Hay otro frente abierto. Hoy, Espa?a, como los otros grandes, tiene dos comisarios. En Niza se pact¨® que, a partir de la pr¨®xima legislatura, habr¨¢ uno por pa¨ªs, con claro perjuicio para el peso de los grandes porque las decisiones en la Comisi¨®n se adoptan por mayor¨ªa simple. El proyecto constitucional propone ahora s¨®lo 15 comisarios con cartera y derecho a voto, mientras el resto no tendr¨ªan ese derecho. Los pa¨ªses candidatos han puesto el grito en el cielo: ya que tendr¨¢n poco peso en el Consejo y la Euroc¨¢mara, eliminarles su comisario les reduce a la nada a la hora de tomar decisiones.
Alemania y Francia dicen ser "sensibles" a estas protestas y est¨¢n dispuestos a abrir la mano. Las alternativas son dos: 19 comisarios con cartera y ocho adjuntos, pero todos con derecho a voto (la tesis de compromiso que probablemente presente Italia); o vuelta al sistema anterior con dos comisarios para los grandes (incluidos Espa?a y Polonia) y uno para los dem¨¢s. Se pasar¨ªa as¨ª de los actuales 20 comisarios a 31 y la Comisi¨®n, que debe defender los intereses generales de la Uni¨®n, se convertir¨ªa en un nuevo foro de defensa de los intereses nacionales. Aun as¨ª, la tesis es utilizada como una baza m¨¢s por los descontentos encabezados por Espa?a.
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