Los hilos de la l¨ªrica

Los camerinos del teatro Cervantes de M¨¢laga rebosan actividad, aunque hoy no es d¨ªa de funci¨®n. Todo el equipo de sastrer¨ªa, capitaneado por Inma Pardo y compuesto por otras cinco compa?eras, prueban al coro de la ¨®pera La Boh¨¨me los trajes que lucir¨¢n los pr¨®ximos 21 y 23 de noviembre.

Decenas de chaquetas, pantalones, delantales, gorros, bufandas... se disponen, seg¨²n los personajes, colgados en perchas en el camerino destinado a los hombres. Sus botines se agrupan por n¨²meros, escritos con rotulador en las losas del suelo, en el pasillo. Inma prueba su vestuario a Jos¨¦ Juan Guzm¨¢n, uno de los m¨¢s veteranos del coro de ¨®pera Ciudad de M¨¢laga. Jos¨¦ Juan entr¨® en el grupo cuando se fund¨®, hace ya 15 a?os. Es peluquero y comenz¨® a cantar con 16 a?os. A veces ha actuado como solista, pero en La Boh¨¨me hace de tendero. Sus ropas parecen hechas a medida por lo que Inma no tendr¨¢ que hacer demasiados arreglos, solo el pantal¨®n le est¨¢ un poco corto.

"En esto empez¨® mi madre, que estaba como empresa trabajando para el teatro cuando yo ten¨ªa 15 a?os. Me gustaba mucho el bullicio de tanta ropa y el reto de encajar los trajes en tallas tan diferentes y ven¨ªa a ayudarle, sin cobrar, por supuesto", cuenta Inma Pardo, sastra del teatro. "Al tiempo surgi¨® que me quedase aqu¨ª haciendo lo que ella hac¨ªa y desde 1996 estamos yo y cinco compa?eras m¨¢s al frente de la sastrer¨ªa", a?ade Inma.

Esta coproducci¨®n entre el Teatro Arriaga de Bilbao y el Cervantes sobre una de las obras m¨¢s importantes de Puccini inaugura la temporada l¨ªrica de M¨¢laga y supone un gran trabajo para este departamento. Dos semanas antes del estreno llegan los trajes. A partir de entonces comienza una labor que no termina hasta que no se levanta el tel¨®n. "No se trata de hacer trajes nuevos, es algo totalmente diferente. Aqu¨ª te llegan unas tallas y t¨² tienes que adaptarlas a los cantantes. Adem¨¢s no puedes cortar nada, tienes que ir metiendo y escondiendo lo que sobra hasta que quede lo mejor posible", explica Inma Pardo. "A partir de los ensayos con vestuario se van puliendo los detalles hasta que llega el general en el que intentamos que salga lo m¨¢s parecido al d¨ªa del estreno", a?ade la sastra.

Despu¨¦s de probar a Jos¨¦ Juan, Inma se marcha al camerino del coro femenino. All¨ª las profesionales de la aguja y el hilo adaptan la falda de Susana Aguilera, mezzosoprano. Susana tiene 24 a?os y es maestra de Educaci¨®n Especial. Ahora prepara oposiciones y canta en el coro desde 1997. "Yo estaba en la coral de la Victoria y algunos amigos me propusieron hacer la prueba de acceso. Siempre me ha gusta cantar", comenta Susana. "Lo mejor es la ¨®pera y la zarzuela. Me gusta lo l¨ªrico porque tambi¨¦n requiere interpretar, usar vestuario... tiene m¨¢s vida que actuar en un recital", a?ade Susana Aguilera.

Dentro del coro, que no tiene una plantilla fija, hay maestros de m¨²sica, abogados, m¨¦dicos, enfermeros, administrativos... No son profesionales porque s¨®lo cobran en concepto de dietas y sus ensayos deben ser a partir de las nueve de la noche, cuando terminan de trabajar. Rafael G¨®mez es ingeniero t¨¦cnico. "Lo que m¨¢s me gusta, a parte de la m¨²sica, es el ambiente, que es muy plural", comenta.