Tres gigantes bien avenidos
No hay guitarrista en el mercado m¨¢s completo que John Scofield: de serie, viene dotado de pasi¨®n, t¨¦cnica y talento, y como equipamiento opcional ofrece una infinita gama de mejoras que le confieren un polifacetismo apto para cubrir las m¨¢s altas exigencias. Miles Davis sab¨ªa qu¨¦ tipo de instrumentista contrataba cuando le incluy¨® en la que ser¨ªa su mejor banda de la ¨²ltima etapa, y a un genio no se le discute.
Scofield ya visit¨® otra sala madrile?a en la primera edici¨®n de Emociona!!!Jazz, hace dos a?os, con los mismos acompa?antes que esta vez colmaron las escaleras y los pasillos del San Juan Evangelista. Hasta los peor situados pudieron disfrutar de un excelente concierto. Los protagonistas se repartieron los papeles a la vista de todo el mundo sin necesidad de blandir bastones de mando. Cada uno se gan¨® los aplausos por m¨¦ritos propios, pero tambi¨¦n por su contribuci¨®n a un sonido original de grupo, objetivo inalcanzable para tanta reuni¨®n coyuntural de m¨²sicos sin ideas comunes.
John Scofield Trio
John Scofield (guitarra), Steve Swallow (bajo) y Bill Stewart (bater¨ªa). Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 16 de noviembre.
Scofield, Swallow y Stewart (tres eses may¨²sculas que no le cabr¨ªan en el pecho ni al mism¨ªsimo Superman) formaron un coro de voz reconocible. Sonaban al mismo tiempo, y el mensaje llegaba pleno y claro; disertaban en mon¨®logo y se suced¨ªan los asertos irrebatibles, de modo que es indiferente el orden en que se glosen sus cualidades.
Swallow, citado en primer lugar s¨®lo por cuestiones de edad, encontr¨® en su bajo el¨¦ctrico de cinco cuerdas (calzado con cuerdas de nailon) al gui?ol de carne y hueso que puede emitir desde graves abisales a sedosos agudos de temperamento guitarr¨ªstico. A Scofield no le molest¨® esa posible injerencia, porque su estilo trajo ecos de metal artesano. Hasta cuando parec¨ªa embrollado en una formidable madeja de notas, terminaba hallando alfileres dorados, maravillosos retazos de blues a?ejo y hasta peque?os tesoros rockeros de galera olvidada. Pero, a pesar de su buen o¨ªdo para rastrear lo mejor de la tradici¨®n, Scofield no tiene ojos de arque¨®logo: su fraseo son¨® como un resplandeciente compendio de guitarra contempor¨¢nea. Tan moderno como su patr¨®n, Stewart reparti¨®, a baquetas llenas, jugosas figuras r¨ªtmicas sin repetirse, atento a acentuar en favor de la causa y no a golpe de impulso caprichoso. No es extra?o que sea uno de los bater¨ªas m¨¢s solicitados del momento. ?Para cu¨¢ndo la reedici¨®n de sus dos magn¨ªficos discos para Blue Note?
Repertorio
El repertorio tampoco ofreci¨® fisuras: piezas nuevas a¨²n por titular junto a cl¨¢sicos como This is the end of a beautiful friendship o Alfie (la composici¨®n de Burt Bacharach, no la de Sonny Rollins) consumaron una hermosa noche de jazz contundente y directo, pero lleno de las sutilezas que s¨®lo tres gigantes bien avenidos son capaces de explotar.
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