Chirac moviliza a las autoridades de Francia para reprimir el antisemitismo

El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, presidi¨® ayer una reuni¨®n extraordinaria de ministros destinada a movilizar a las autoridades policiales y judiciales para que repriman "ejemplarmente" cualquier acto antisemita. "Condeno solemnemente todo acto de antisemitismo en nombre de la naci¨®n", dijo el jefe del Estado franc¨¦s durante una conferencia de prensa conjunta con su hom¨®logo surafricano, Thabo Mbeki, de visita en Par¨ªs. Jacques Chirac tom¨® esta iniciativa tras el incendio criminal de un colegio de confesi¨®n jud¨ªa en un suburbio de Par¨ªs el s¨¢bado pasado.

"Cuando se ataca a un jud¨ªo en Francia, toda Francia se siente atacada", afirm¨® el presidente de la Rep¨²blica, quien a?adi¨®: "El antisemitismo va en contra de todos los valores de la Rep¨²blica. Cuento con la vigilancia de cada uno para oponerse".

Nadie ha sido arrestado a¨²n por el incendio del colegio, pero s¨ª hay un detenido por la agresi¨®n al rabino Michel Serfaty, portavoz de la comunidad jud¨ªa del departamento de Essone (regi¨®n de Par¨ªs), que fue golpeado por dos hombres cuando caminaba a pie hacia una sinagoga, hace poco m¨¢s de un mes.

Esta vez no hubo v¨ªctimas, pero el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, asegur¨® desde el primer momento que el incendio del colegio hab¨ªa tenido un origen criminal. Merkaz Atora (Centro de la Torah) es un instituto de ense?anza media s¨®lo para varones, de confesi¨®n jud¨ªa-ortodoxa, situado en Gagny, un suburbio parisiense con fama de tranquilo.

El edificio quemado el s¨¢bado es una antigua f¨¢brica rehabilitada, donde estaba previsto ampliar los cursos a la primaria y preescolar a partir del pr¨®ximo mes de enero. Las llamas no traspasaron al edificio actual, en el que las clases pudieron reanudarse ayer, si bien con una patrulla policial en la puerta.

Una comisi¨®n interministerial se reunir¨¢ cada mes, encargada de seguir todos los actos antisemitas que puedan producirse y las medidas tomadas para castigar este tipo de acciones. El primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, asegur¨® que los lugares de culto y los centros de ense?anza ser¨¢n protegidos.

Los prefectos se reunir¨¢n en cada zona con los responsables locales de la comunidad jud¨ªa para reforzar las medidas de seguridad y el ministro de Justicia se ocupar¨¢ de que los fiscales pidan las sanciones m¨¢ximas contra los autores de cualquier tipo de agresi¨®n de motivaciones antisemitas. El presidente tambi¨¦n habl¨® del refuerzo en las escuelas de la "ense?anza de la cuidadan¨ªa para educar a cada ni?o en el respeto del otro, el di¨¢logo y la tolerancia".

Ley contra el odio racial

El Parlamento aprob¨® en febrero una ley propuesta por el diputado Pierre Lellouch, que endurece las penas por actos cometidos contra personas de "una etnia, una naci¨®n, una raza o una religi¨®n determinada". En suelo franc¨¦s convive la mayor minor¨ªa musulmana de Europa (entre cuatro y cinco millones de personas) con una fuerte minor¨ªa jud¨ªa (en torno a 800.000 personas). Desde la Intifada, las autoridades republicanas temen la importaci¨®n de los enfrentamientos en Oriente Pr¨®ximo y tratan de asegurar la cohabitaci¨®n pac¨ªfica de las dos comunidades.

Las estad¨ªsticas no prueban la existencia indiscutible de una oleada de antisemitismo. Antes al contrario, el n¨²mero de agresiones contra bienes o personas de la comunidad jud¨ªa baj¨® a 96 en los diez primeros meses de 2003, frente a 184 en el mismo periodo del a?o precedente, seg¨²n datos policiales.

Pero esas cifras se reducen porque cada vez hay m¨¢s medidas de seguridad, a juicio del Consejo Representativo de las Instituciones Jud¨ªas (CRIF), cuyos dirigentes fueron recibidos tambi¨¦n ayer por el presidente Chirac junto al Gran Rabino de Francia. "Muchos jud¨ªos se preguntan sobre su futuro en este pa¨ªs", declar¨® el domingo el embajador israel¨ª en Francia, Nissim Azvili, a la radio p¨²blica de su pa¨ªs.

El presidente franc¨¦s ha preferido una reacci¨®n r¨¢pida para mantenerse a la cabeza de la lucha contra el racismo. Jacques Chirac nunca ha podido quitarse de encima la sospecha de haber relegado a los jud¨ªos a favor de una pol¨ªtica pro-¨¢rabe, pese a haber protagonizado, en 1995, un acto de reconocimiento de la responsabilidad "del Estado franc¨¦s" en las persecuciones antisemitas del r¨¦gimen de Vichy, t¨ªtere de los nazis durante la II Guerra Mundial. Una minor¨ªa pol¨ªtica tan fuerte como la extrema derecha francesa nunca ha renegado, por cierto, de Vichy ni de sus leyes antijud¨ªas.