"Brasil intenta secuestrar la negociaci¨®n con ret¨®rica de los 60"
Luis Lauredo es el presidente ejecutivo de la cumbre de 34 pa¨ªses que esta semana negocian en Miami la ¨²ltima fase del Acuerdo de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA), un plan para crear un mercado de 800 millones de personas, el mayor del mundo, a partir de 2005. Hace nueve a?os, fue uno de los arquitectos del ambicioso concepto, por encargo del entonces presidente de EE UU, Bill Clinton, que despu¨¦s le nombr¨® embajador ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Lauredo, abogado de 54 a?os, defiende el capitalismo a ultranza con la misma pasi¨®n que en los a?os sesenta enarbol¨® las banderas radicales. Asegura que EE UU va a llevar adelante el ALCA contra los vientos en su contra que soplan en el continente, liderados por Brasil.
Pregunta. Cuando pusieron en marcha el ALCA, la situaci¨®n en el hemisferio era muy distinta, hab¨ªa un resurgimiento democr¨¢tico e imperaban las pol¨ªticas neoliberales, mientras que en los ¨²ltimos a?os la fragilidad democr¨¢tica y las crisis econ¨®micas han restado apoyo a esa visi¨®n. ?Cree usted que es todav¨ªa viable?
Respuesta. En 1994 la agenda com¨²n se basaba en dos pilares, reforzar la democracia y las instituciones y crear una econom¨ªa interamericana de mercado. Seguimos siendo 34 democracias, algunas fr¨¢giles y otras fuertes, pero contin¨²a el compromiso de apoyo a la econom¨ªa de libre mercado. Obviamente, hay momentos dif¨ªciles, porque los ajustes econ¨®micos causan desbalances sociales; no existen soluciones f¨¢ciles a corto plazo, pero lo importante es que se ha mantenido la estabilidad. Yo soy de los que ven el vaso medio lleno.
P. ?Se pueden estancar las negociaciones por las diferencias entre EE UU y Brasil sobre subsidios agr¨ªcolas y mecanismos de protecci¨®n de la propiedad intelectual, o son obst¨¢culos salvables?
R. Son un obst¨¢culo muy grande, pero tengo la esperanza de que se pueda superar. A ra¨ªz de Canc¨²n [ronda de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio celebrada en septiembre, que fracas¨®], Brasil ha tratado de llevar las negociaciones al terreno pol¨ªtico, algunos dir¨ªan de secuestrar pol¨ªticamente la negociaci¨®n, con ret¨®rica de los sesenta que ya no es relevante.
P. Los observadores creen que lo que subyace es un pulso por el liderazgo continental entre Washington y Brasilia.
R. ?sas son consideraciones geopol¨ªticas de la guerra fr¨ªa. Las cifras econ¨®micas de EE UU hablan por s¨ª solas, as¨ª que los que todav¨ªa tengan complejo de ser l¨ªderes, que act¨²en en otro foro, porque ¨¦ste es un foro comercial que se propone erradicar la pobreza, la verdadera enemiga de la democracia, la prosperidad y la estabilidad.
P. Las m¨¢s de 80.000 personas que tienen previsto participar en manifestaciones anti-ALCA opinan que s¨®lo servir¨¢ para profundizar la pobreza y enriquecer a las grandes corporaciones.
R. El mundo ya est¨¢ acostumbrado a las protestas y hasta cierto punto han perdido relevancia. De todas formas, hemos establecido un foro para que la sociedad civil proponga recomendaciones, y les hemos dado cita con los ministros, aunque algunos lo han rechazado. ?ste es un proceso transparente, pero algunos opinan distinto y deciden atacarlo. Las presiones sociales reflejan que vivimos en reg¨ªmenes democr¨¢ticos. Brasil las tiene y EE UU las tiene. Si fu¨¦ramos 34 dictaduras, habr¨ªamos hecho el ALCA hace tiempo.
P. Uno de los desaf¨ªos del ALCA es la asimetr¨ªa entre pa¨ªses, para lo cual Brasil propone la integraci¨®n por fases. ?Est¨¢n ustedes de acuerdo?
R. Estamos en plena negociaci¨®n, y no puedo hablar de lo que estamos o no de acuerdo. S¨ª le puedo decir que la transici¨®n de las econom¨ªas es una de las prioridades.
P. ?Qu¨¦ pasa si fracasa esta ronda, cu¨¢l ser¨ªa el siguiente paso de EE UU?
R. No va a fracasar, porque EE UU se ha comprometido a firmar el ALCA con aquellos que quieran entrar, y los que no se pueden quedar atr¨¢s. Ya tenemos acuerdos con M¨¦xico y Chile, y estamos negociando con Centroam¨¦rica y varios pa¨ªses andinos. La prioridad es que seamos 34, pero procederemos con los que quieran compartir nuestros valores. Algunos, desde luego, han perdido el rumbo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.