Votos de castigo contra Schr?der
El canciller socialdem¨®crata alem¨¢n sale debilitado del congreso de su partido
Los m¨¢s de quinientos delegados asistentes al congreso del Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) en Bochum asestaron una pu?alada trapera a su reci¨¦n reelegido presidente, el canciller federal Gerhard Schr?der. Puestos en pie, los delegados recibieron al mediod¨ªa con una ovaci¨®n de tres minutos el discurso de Schr?der. En la votaci¨®n secreta para reelegir la c¨²pula dirigente del partido a ¨²ltima hora de la tarde, uno de cada cinco delegados no vot¨® a Schr?der. Sus dos peones de confianza, el superministro de Econom¨ªa y Trabajo,Wolfgang Clement, y el secretario general del SPD, Olaf Scholz, recibieron un fuerte varapalo y resultaron reelegidos con una escasa minor¨ªa. La votaci¨®n del congreso del SPD deja a Schr?der debilitado y un poco m¨¢s a merced de la oposici¨®n democristiana (CDU/CSU) en el intento de llevar adelante la reforma del Estado social.
El resultado de las elecciones para la c¨²pula dirigente del SPD pone de manifiesto que el partido no digiere el sapo de imponer en Alemania los recortes sociales que Schr?der intenta llevar adelante y que explic¨® al congreso en un discurso bien construido sobre la imposibilidad de financiar, como hasta ahora, las prestaciones del Estado del bienestar.
Malos resultados
Malo, mal¨ªsimo y p¨¦simo han sido los resultados de la votaci¨®n en el congreso para Schr?der, Clement y Scholz. Por lo general, las votaciones en los congresos de los dos grandes partidos alemanes son de mayor¨ªas de las llamadas b¨²lgaras antes de la ca¨ªda del comunismo. Con un solo candidato para cada puesto, todo lo que no sea una mayor¨ªa abrumadora es un fracaso. El 80% de votos de Schr?der se salva aun con la interpretaci¨®n que el mismo canciller se apresur¨® a dar al aceptar con deportividad el resultado. El 56% de votos del superministro Clement, siempre citado como posible sucesor de Schr?der si ¨¦ste llegase a cumplir la amenaza de dimitir, es un duro varapalo para una de las figuras palpables de la Agenda 2010 que intenta sacar adelante el Gobierno federal. El 52% del secretario general Scholz del SPD es un desastre y la cuesti¨®n ahora es c¨®mo podr¨¢ seguir con un apoyo tan exiguo en el cargo m¨¢s decisivo para organizar y ejecutar la pol¨ªtica del partido.
Schr?der se apresur¨® a echar un capote a Scholz. En declaraciones posteriores a la cogida, Schr?der afirm¨®: "Olaf Scholz tiene mi pleno apoyo y es una de las grandes promesas de la cantera del SPD. Es m¨¢s que una promesa. Este resultado le har¨¢ todav¨ªa mejor. Estoy convencido de ello". El canciller lleg¨® a acusar a los delegados de "insensatez colectiva" en la votaci¨®n a Scholz. No parec¨ªa muy convencido de ello el propio Scholz, que era la viva estampa de la desolaci¨®n. Scholz indign¨® al SPD hace unas semanas cuando sugiri¨® retirar del programa del partido la referencia al socialismo democr¨¢tico porque no aporta nada.
Las interpretaciones sobre la votaci¨®n de Bochum corr¨ªan como la p¨®lvora por los pasillos del palacio de deportes donde se celebr¨® el congreso. Un diputado bramaba indignado contra "los cobardes que primero le ovacionan en pie durante tres minutos y despu¨¦s en secreto votan en contra, sin tener el valor de exponer ante el congreso sus posiciones". Un veterano socialdem¨®crata de Baviera dec¨ªa: "Este partido no ha sacado la lecci¨®n de las elecciones de Baviera. El SPD cay¨® por debajo del 20% no por
[el primer ministro socialcristiano Edmund] Stoiber que tuvo los mismos votos que hace cuatro a?os. La culpa del desastre fue la abstenci¨®n de los votantes socialdem¨®cratas que se quedaron en casa. ?C¨®mo se va a conseguir ahora movilizar a los votantes si los mismos delegados del partido les muestran que no apoyan a sus dirigentes?".
Un grupo de delegados de Renania del Norte y Westfalia comentaba: "Ahora la ¨²nica posibilidad que queda es que se aprueben las reformas, que surtan efecto y la situaci¨®n econ¨®mica mejore para las elecciones de 2005".
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