Una serie documental revisa la obra de cineastas que combatieron el franquismo con sus c¨¢maras
'Cr¨°nica d'una mirada', que emitir¨¢ el 33, rescata filmes olvidados de las d¨¦cadas de 1960 y 1970
Rodaban a escondidas, con miedo a ser detenidos por la polic¨ªa del r¨¦gimen al m¨¢s m¨ªnimo descuido. Una vez montadas las pel¨ªculas, s¨®lo pod¨ªan exhibirlas clandestinamente, en ateneos, parroquias o cineclubes, donde despu¨¦s los espectadores conjurados para ver la secreta proyecci¨®n debat¨ªan sobre lo visto. Eran los a?os oscuros del franquismo, y ¨¦ste era el modo en que estos cineastas, aficionados o profesionales, combat¨ªan la dictadura. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, una serie documental, Cr¨°nica d'una mirada, recupera ese material f¨ªlmico olvidado. El canal 33 la estrenar¨¢ en la noche del pr¨®ximo domingo.
La serie tiene sus or¨ªgenes en un libro jam¨¢s publicado, escrito en el a?o 1976 por el cineasta Lloren? Soler -uno de los creadores incluidos en esta corriente, entre cuyas pel¨ªculas recientes se cuentan las comprometidas Lola vende c¨¢ y Sa?d, sobre el mundo gitano y la inmigraci¨®n marroqu¨ª, respectivamente- y por el historiador Joaquim Romaguera. La investigaci¨®n acerca de aquellos directores que esquivaron la censura como pudieron y filmaron con libertad y sensibilidad la sociedad en la que viv¨ªan, lleg¨® a manos de Manuel Barrios, director de Cr¨°nica d'una mirada, que vio enseguida la posibilidad de convertir el intenso y extenso trabajo de Soler y Romaguera en una serie documental.
Ayer, fue presentada en un espacio tan id¨®neo como la Filmoteca -en cuyos archivos permanec¨ªa conservado una parte del material- por el propio Barrios, junto al jefe de programas de la cadena auton¨®mica, Francesc Escribano, y el responsable de documentales, Jordi Ferrerons. Entre el p¨²blico, los verdaderos protagonistas de Cr¨°nica d'una mirada. Entre ellos, Lloren? Soler, Antoni Lucchetti, Pere Portabella, Pere Fag¨¨s y Jordi Bayona. Algunos integrantes de este movimiento siguieron en el cine; otros tomaron distintos caminos.
Escribano explic¨® que, aunque el objetivo primero de la serie televisiva era la revisi¨®n de la filmograf¨ªa olvidada de estos creadores -tambi¨¦n con la proyecci¨®n ¨ªntegra de algunas de sus cintas-, el resultado de la misma ha acabado siendo un homenaje a su empecinamiento en querer captar una realidad que nada ten¨ªa que ver con la que vend¨ªan los estamentos oficiales.
Seis cap¨ªtulos
La serie, que el 33 emitir¨¢ los domingos a las 22.50 horas, consta de seis cap¨ªtulos de 45 minutos. En ellos, se abordan temas como la emigraci¨®n, que ilustran, por ejemplo, filmes de Lloren? Soler (Ser¨¢ tu tierra, 1966, y Largo viaje hacia la ira, 1969), Antoni Lucchetti (No se admite personal, 1968) y Helena Lumbreras y Mariano Lisa (El campo para el hombre, 1974, y O todos o ninguno, 1976); las redes clandestinas de distribuci¨®n de las pel¨ªculas o el compromiso pol¨ªtico, que aborda La censura del franquismo (1972), de Manuel Esteban, hoy presidente del Colegio de Directores de Catalu?a, y El sopar, de Pere Portabella, cinta rodada en 1974, el a?o de la ejecuci¨®n de Salvador Puig Antich.
Otros cineastas cuya obra recupera la serie son Carles Barba, Enric Ripoll, Josep Maria Ramon, Joan Gabriel Tharrats, Jacinto Esteva, Pere-Joan Ventura -autor de El efecto Iguaz¨², sobre la acampada de los trabajadores de Sintel-, Josep Miquel Mart¨ª Rom, Joan Mart¨ª, Jos¨¦ Mar¨ªa Nunes, Antoni Padr¨®s, Joan Baca, Bartomeu Vil¨¤, Joan Mallarach y Antoni Mart¨ª.
Lloren? Soler -que rod¨® Ser¨¢ tu tierra por encargo del Patronato de la Vivienda para que sirviera de propaganda de su obra social y termin¨® en el caj¨®n de un jerarca porque no respond¨ªa a sus prop¨®sitos- record¨® que salir a la calle con una c¨¢mara en aquellos a?os significaba algo as¨ª como "llevar todos los n¨²meros para acabar en comisar¨ªa". Sobre la serie, el director expres¨® su deseo de que Cr¨°nica d'una mirada "no se vea como una reliquia hist¨®rica", aunque admiti¨® que tambi¨¦n lo es, sino como "un ejemplo" para las nuevas generaciones de cineastas, a los que llam¨® a no perder "la capacidad revulsiva de entonces y la cr¨ªtica contra el poder establecido".
Barrios acab¨® su intervenci¨®n reivindicando la categor¨ªa de "patrimonio hist¨®rico" para la obra de estos cineastas, a la que equipar¨® a un monumento. "Si este material se estropeara o desapareciera, o si se olvidara, eso ser¨ªa comparable a la destrucci¨®n de un edificio o una escultura en una plaza". Por su parte, Escribano subray¨® la vigencia de esta filmograf¨ªa y la vitalidad de sus autores. "S¨®lo hace falta verlos", les se?al¨® el directivo de TV-3.
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