Los viajes 'de Legazpi a Malaespina' ilustran el cruce de culturas en el Pac¨ªfico
El Pr¨ªncipe abre en San Sebasti¨¢n la exposici¨®n, que re¨²ne 204 piezas de 60 colecciones
Miguel L¨®pez de Legazpi conquist¨® las islas Filipinas por encargo de Felipe II en 1565. Pero no fue el ¨²nico explorador que contribuy¨® a extender la civilizaci¨®n espa?ola por el Pac¨ªfico. Tambi¨¦n lo hicieron Elcano, Malaespina... Una exposici¨®n organizada por la Sociedad Estatal para la Acci¨®n Cultural Exterior (Seacex) reivindica sus gestas a trav¨¦s de 204 piezas. El Pr¨ªncipe la inaugur¨® ayer en el Museo de San Telmo de San Sebasti¨¢n, en su primera visita oficial a Guip¨²zcoa.
La inesperada visita del Pr¨ªncipe -acompa?ado en todo momento por las ministras de Cultura y de Asuntos Exteriores, Pilar del Castillo y Ana de Palacio- caus¨® m¨¢s expectaci¨®n que la inauguraci¨®n de la muestra, una ambiciosa mirada al pasado colonizador de la Corona espa?ola, anunciada a bombo y platillo dentro de los actos organizados con motivo del quinto centenario del nacimiento del explorador vasco. Primero recibi¨® en audiencia en el palacio de Miramar, propiedad de la familia real hasta 1972, al comit¨¦ organizador de los actos conmemorativos del A?o Legazpi y a distintas autoridades vascas; entre ellas, el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, y el alcalde donostiarra, Od¨®n Elorza (PSE). M¨¢s tarde, y ya entre aplausos de admiraci¨®n y consignas contra su presencia, entr¨® en el Museo de San Telmo, para recorrer dos siglos de la historia de Espa?a a trav¨¦s de la exposici¨®n Filipinas, puerta de Oriente. De Legazpi a Malaespina.
El punto de partida de esta exposici¨®n es la figura de Miguel L¨®pez de Legazpi (Zumarraga, 1503-Manila, 1572), un zumarragatarra que protagoniz¨® una carrera mete¨®rica. Fue concejal de su localidad natal, alcalde de M¨¦xico y, en los a?os sesenta, consum¨® su principal haza?a por encargo de Felipe II: la conquista de las islas Filipinas. Legazpi fund¨® Manila en 1571 -donde muri¨® un a?o despu¨¦s de apoplej¨ªa- y abri¨® as¨ª las puertas de una colonizaci¨®n cultural y religiosa nada traum¨¢tica, seg¨²n los historiadores que hablan de un conquistador dialogante.
En la muestra se exhibe el documento m¨¢s valioso de esta gesta: el derrotero, diario personal de Legazpi, corregido por los escribanos. Y distintas piezas que atestiguan el papel trascendental del agustino Andr¨¦s de Urdaneta en el ¨¦xito de las expediciones espa?olas por el Pac¨ªfico. "Era f¨¢cil llegar. Lo dif¨ªcil era saber c¨®mo volver desde Filipinas hasta Nueva Espa?a", explic¨® el comisario de la exposici¨®n, Alfredo J. Morales. "Urdaneta conoc¨ªa bien los vientos y las corrientes, y con sus indicaciones se consigui¨® superar los problemas de otras exploraciones previas".
Las piezas m¨¢s antiguas de la exposici¨®n -instrumentos de navegaci¨®n, mapas...- datan de esa ¨¦poca; las m¨¢s modernas corresponden a la transici¨®n del XVIII hacia el XIX, cuando Alejandro Malaespina finaliz¨® su expedici¨®n cient¨ªfica por las costas americanas y por territorios del Pac¨ªfico. Porque la exposici¨®n no s¨®lo recuerda a los exploradores. "Pretendemos ilustrar tambi¨¦n la importancia que tuvo la presencia espa?ola en Filipinas" y "difundir c¨®mo llegaron hasta la metr¨®poli influencias art¨ªsticas que repercutieron en el quehacer de artistas de nuestro tiempo".
Vel¨¢zquez se hizo eco de esta parte de la historia. De una de las paredes de San Telmo cuelga el retrato que hizo de la madre sor Jer¨®nima de la Fuente -propiedad del Museo del Prado-, que viaj¨® de Toledo a Manila para fundar el convento de las clarisas. Es una de las obras m¨¢s emblem¨¢ticas de una muestra que re¨²ne 204 piezas de 60 colecciones nacionales e internacionales, muchas de ellas nunca expuestas con anterioridad. Hay armas, sedas, piezas de marfil, pinturas, mobiliario y piezas de cer¨¢mica que invitan a hacer un viaje al pasado y conocer los hitos que difuminaron las fronteras culturales entre Oriente y Occidente.
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