Fraude masivo en Wall Street
El arresto de 47 intermediarios reabre el debate sobre la falta de control del sistema financiero de EE UU
El martes volvi¨® a repetirse, en pleno coraz¨®n financiero de Mahanttan, la chocante escena de agentes federales del FBI metiendo esposados en furgonetas oscuras a 47 individuos debidamente trajeados y encorbatados. No es una imagen habitual en Nueva York, pero con ella volvieron a la memoria las detenciones televisadas de hace dos a?os de ejecutivos de grandes corporaciones estadounidenses y de firmas contables acusadas de falsear sus cuentas, de inflar resultados y de estafar a millones de inversores con sus pr¨¢cticas abusivas.
La vuelta del verano est¨¢ siendo dram¨¢tica, y los cimientos de la mayor econom¨ªa del mundo han vuelto a temblar otra vez, justo cuando parec¨ªa que las aguas estaban volviendo a su cauce normal tras el se¨ªsmo provocado por el colapso de los gigantes Enron y WorldCom, que destaparon las primeras deficiencias del sistema. La nueva convulsi¨®n que est¨¢ afectando al distrito financiero y de negocios en EE UU comenz¨® a finales de agosto en la misma Bolsa de Nueva York (NYSE), en Wall Street, al conocerse el multimillonario paquete de compensaci¨®n (187,5 millones de d¨®lares) a su presidente, Dick Grasso.
El origen de esta oleada de esc¨¢ndalos se halla en la 'burbuja tecnol¨®gica' de hace dos a?os
Las autoridades piden a los inversores que estudien bien las ofertas antes de lanzarse
Le siguieron unos d¨ªas despu¨¦s las irregularidades detectadas por la fiscal¨ªa general del Estado de Nueva York en las operaciones de compraventa de los t¨ªtulos en la impoluta industria de los fondos de inversi¨®n. Los abusos son esencialmente cuatro:
- 'Late trading'. Consiste en realizar operaciones de compraventa de t¨ªtulos en manos de grandes inversores tras el cierre de los mercados en Estados Unidos para sacar ventaja de las noticias que surjan a partir de las cuatro de la tarde. La operaci¨®n se realiza en el mercado asi¨¢tico, porque da un margen de seguridad de 15 horas.
- 'Market timing'. Se aprovechan las insuficiencias del mercado para comprar o vender los t¨ªtulos de los fondos bas¨¢ndose en unos movimientos del mercado que a¨²n no aparecen reflejados en el valor de esos fondos.
- Comisiones. Las compa?¨ªas gestoras de los fondos compraban a las firmas de corretaje y a sus agentes con comisiones millonarias para que les dieran un trato preferente a sus t¨ªtulos.
- 'Rapid trading'. Es una derivada del market timing. Las operaciones de compra y venta de t¨ªtulos de los fondos se realizaban en el mismo momento que se apostaba por otro tipo de fondos (pensi¨®n) de la misma compa?¨ªa. De esta manera se sacaba ventaja a los movimientos del mercado antes de que ¨¦stos se produjeran.
En los cuatro, los gestores de los fondos de inversi¨®n y los intermediarios financieros han puesto por delante los intereses de sus compa?¨ªas, y a veces los suyos personales, en detrimento del peque?o inversor. Y el martes, en plena convulsi¨®n por este esc¨¢ndalo, el FBI destapaba en Wall Street, despu¨¦s de 18 meses de investigaci¨®n, una compleja red de estafa en el mercado de cambio de divisas que operaba desde hac¨ªa 20 a?os para blanquear dinero con los ahorros de peque?os inversores y grandes bancos.
Los m¨¢s viejos del lugar aseguran que no se ha visto una coincidencia igual de esc¨¢ndalos desde la d¨¦cada de los a?os veinte. Los tres dos casos, aunque en la pr¨¢ctica son diferentes, no dejan de ser ramas de un mismo ¨¢rbol que est¨¢ a punto de pudrirse por los conflictos de intereses, la manipulaci¨®n contable, la corrupci¨®n, la falta de ¨¦tica profesional, el uso de informaci¨®n privilegiada, la estafa y la violaci¨®n de los derecho esenciales de los inversores, entre otros abusos. El origen de esta oleada de esc¨¢ndalos que azotan a la mayor potencia del mundo desde hace dos a?os est¨¢, seg¨²n los economistas, en la explosi¨®n de la 'burbuja tecnol¨®gica' tras la euforia burs¨¢til de finales de los noventa.
Embriagados por el dinero f¨¢cil, los operadores del mercado financiero, a todos los niveles, aprovecharon las debilidades del sistema para enriquecerse todav¨ªa m¨¢s. "Durante la locura de los noventa, muchos se dejaron llevar por las ganancias a expensas de los principios ¨¦ticos", afirma el premio Nobel de Econom¨ªa Joseph Stiglitz en su ¨²ltimo libro, Cuando el capitalismo pierde la cabeza. No ha sido el ¨²nico en poner este problema en evidencia durante las ¨²ltimas semanas.
El problema a?adido es que estos individuos actuaban contando de antemano con la seguridad de que los reguladores del mercado de valores no les prestaban la m¨¢s m¨ªnima atenci¨®n. El ejemplo m¨¢s claro es la actitud permisiva que ha reinado en el NYSE bajo la presidencia de Grasso, que no actu¨® ante la violaci¨®n sistem¨¢tica de las reglas por parte de las firmas de especialistas. Un informe de la Security and Exchange Commissi¨®n (SEC), el ¨®rgano supervisor del mercado, revela que durante los ¨²ltimos tres a?os se ha estado realizado operaciones irregulares con m¨¢s de 2.200 millones de t¨ªtulos. Ninguna fue perseguida ni castigada.
Est¨¢ siendo la crisis econ¨®mica la que est¨¢ ayudando a las autoridades judiciales a levantar gran parte del polvo que durante a?os se ha escondido bajo las alfombras en Wall Street. El propio presidente de la SEC, William Donaldson, entonaba esta semana un mea culpa ante la comisi¨®n bancaria del Senado y reconoc¨ªa que se hab¨ªan pasado demasiado tiempo pensando en c¨®mo todo esto pod¨ªa estar pasando. Donaldson estuvo al frente de la Bolsa de Nueva York a comienzos de los a?os noventa.
El sentimiento generalizado que se respira entre los inversores estadounidenses ante tanto abuso y falta de principios ¨¦ticos vuelve a ser de absoluta desconfianza hacia el sistema. Y precisamente esto es lo que m¨¢s preocupa a los economistas. "El sistema capitalista est¨¢ basado en la confianza, y cuando ¨¦sta se pierde por la corrupci¨®n, se derrumba", afirma Richard Hoey, de la firma de analistas financieros Dreyfus.
Ahora las autoridades reguladoras estadounidenses intentan ponerse de acuerdo para coordinar sus actuaciones con la justicia y concentrar sus energ¨ªas en poner fin a estos abusos en uno de los pulmones de la econom¨ªa del pa¨ªs, en lugar de perder el tiempo lanz¨¢ndose las unas a las otras los trastos a la cabeza. Pero, como dec¨ªa un senador el pasado jueves, "no acabaremos con esto hasta que el zorro est¨¦ enjaulado".
Entretanto, el consejo que dan las autoridades judiciales estadounidense a los inversores es que estudien con calma los productos y los servicios financieros que se les ofrecen antes de lanzarse a jugar su dinero en el arriesgado y voraz mundo de Wall Street. Es una "lecci¨®n", seg¨²n el fiscal antifraude de Manhattan, que se debe sacar del ¨²ltimo caso de corrupci¨®n y de estafa destapada por el FBI en el mercado de cambio de divisas, porque "hay muchos tiburones en esas aguas", afirma.
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