"Ibarretxe me ha confirmado con su propuesta que no somos sus jueces"
El magistrado Juan Luis Ibarra (Sopelana, 1948) estrena despacho en el Palacio de Justicia de Bilbao. Tom¨® posesi¨®n el lunes como nuevo presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior, que el martes dio luz verde a la tramitaci¨®n del recurso de ?lava contra el plan Ibarretxe. Su preocupaci¨®n se sit¨²a m¨¢s all¨¢: la jurisdicci¨®n contencioso administrativa y trasladar los "efectos positivos" que en este campo se han materializado en materia de extranjer¨ªa o en el Derecho Tributario a las resoluciones de la Administraci¨®n sobre personal o los acuerdos reguladores de empleo.
Pregunta. En su toma de posesi¨®n record¨® algo que parece de Perogrullo: el sometimiento de las administraciones p¨²blicas a la ley. ?Tan mal estamos?
"No controlaremos la validez jur¨ªdica del plan, sino si se han cumplido las reglas"
"Con las cr¨ªticas de Azkarraga tenemos m¨¢s problemas de seguridad"
Respuesta. No es que crea que las administraciones p¨²blicas no conocen cu¨¢l es nuestra finalidad institucional, pero a veces se olvida por efecto de las consecuencias medi¨¢ticas de algunos casos.
P. ?Pensaba en alg¨²n Gobierno y acto concretos?
R. No, no. Se trataba s¨®lo de recordar que nuestra funci¨®n es de control jurisdiccional y que es un objetivo constitucional.
P. Llegar a la presidencia y besar el santo: admisi¨®n a tr¨¢mite del recurso de ?lava contra el plan del Gobierno vasco.
R. Es cierto que la Sala de lo Contencioso y la Sala de lo Civil y Penal, con la querella contra Atutxa, Kn?rr y Bilbao, est¨¢n concentrando la atenci¨®n de la sociedad y de los medios. Para nuestra Sala no es inaudito que se nos hagan preguntas jur¨ªdicamente dif¨ªciles. Y la justicia estadounidense mantiene como principio que en los casos dif¨ªciles no hay buen derecho, esto es, que lo que se resuelve est¨¢ muy pegado al caso concreto, sin vocaci¨®n de perdurar. A diferencia, por ejemplo, del derecho de extranjer¨ªa, donde hay mucho derecho de creaci¨®n judicial.P. Hay quien sostiene que en este momento procesal los recursos contra el plan son un error y quienes, por contra, creen que el Estado debe activar todos sus resortes para frenarlo.
R. El Contencioso Administrativo no controla la validez jur¨ªdica del plan, sino si en los momentos anteriores a la adopci¨®n del acuerdo de Gobierno se ha cometido alguna infracci¨®n en cuanto a los elementos reglados para la elaboraci¨®n del anteproyecto para reforma del Estatuto. Vemos el c¨®mo, no el qu¨¦. Y la Sala ha decidido abrir un procedimiento por este motivo con la oposici¨®n de dos magistrados de cinco en una resoluci¨®n desde estrictos par¨¢metros jur¨ªdicos. Con todo, los juristas no debemos pensar que el riesgo de equivocarnos no es muy alto, m¨¢s aqu¨ª por la presi¨®n ambiental existente. Pero nuestras equivocaciones son revisables y al final ser¨¢ el Supremo el que siente criterio.
P. ?Lo que est¨¢ detr¨¢s no es si ¨¦sto se debe ventilar por la pol¨ªtica, por la sociedad?
R. La sociedad debe entender que en democracia, el procedimiento y el fondo, o lo pol¨ªtico y lo jur¨ªdico, son imposibles de deslindar. Y creo que los temas de procedimiento, como ¨¦ste, son muy propios de juristas.
P. Le preguntaba m¨¢s si es la sociedad la que debe decidir.
R. La reforma del Estatuto tiene que estar en manos de la ciudadan¨ªa, debe ser sancionada en refer¨¦ndum por la sociedad. Pero si al final se trata de una reforma constitucional, lo que hay que decir primero es que el Gobierno vasco no puede impulsarla y, segundo, que quien decide es el pueblo espa?ol.
P. ?Esa frontera entre lo jurisdiccional y lo que no lo es la han sobrepasado con sus declaraciones destacados representantes de los altos tribunales?
R. En la democracia en la que piensa la Constituci¨®n, la opini¨®n p¨²blica tiene un papel muy grande. Y creo que requeridas estas personas para dar una informaci¨®n puede ser que a veces se equivoquen. No tengo razones para pensar que exista ninguna intenci¨®n torticera.
P. No torticera, pero entre callar y hacer un llamamiento a los jueces a no "quedarse impasibles" ante el plan Ibarretxe...
R. La responsabilidad institucional de los jueces est¨¢ absolutamente vinculada con el imperio de la ley y no a la legitimidad de la oportunidad. Los jueces s¨®lo debemos jugar a que pueda ser reconocido el mejor de los argumentos jur¨ªdicos. Y lo contrario ser¨ªa mistificar la divisi¨®n de poderes y caer en una grave irresponsabilidad. Si por no quedarse impasibles lo que se quiere expresar es un compromiso militante, activo del juez por remover obst¨¢culos que impidan la libertad y la igualdad, creo que ese juez est¨¢ dentro de la Constituci¨®n.
P. El enfrentamiento entre el Departamento de Justicia y el Poder Judicial ha alcanzado cotas y lenguajes tremendos.
R. Las cotas alcanzadas son grav¨ªsimas. Las palabras de Azkarraga han sido entendidas por el Consejo y por muchos jueces vascos como ataques a la independencia judicial. La legitimaci¨®n social de la judicatura en el Pa¨ªs Vasco ha salido perjudicada y la seguridad personal tambi¨¦n. A partir de esas palabras, tenemos m¨¢s problemas de seguridad respecto de la amenaza terrorista. En esto tendr¨ªa que poner orden el propio lehendakari. La documentaci¨®n que se interviene a los comandos revela que hay una influencia entre lo que se dice por pol¨ªticos y gobiernos y lo que se decide por ETA. Y, sobre todo, cuando los terroristas asesinaron a Lid¨®n en 2001. Si no lo entienden habr¨ªa que calificar su actuaci¨®n de deplorable. Unos jueces que, por sus problemas de seguridad, tienen que actuar detr¨¢s de un burka de seguridad, y su posibilidad de relacionarse con la sociedad y de hacer bien su trabajo se ve menguada. Urge la proyecci¨®n de un pacto de Estado por la justicia.
P. Cuando ETA mat¨® a Lid¨®n usted dijo que, por su memoria, hab¨ªa que "clausurar el Pacto de Lizarra".
R. A¨²n seguimos instalados en la judicatura en los a?os de plomo. La situaci¨®n no es sustancialmente diferente a la iniciada en 1997 cuando HB formula lo del Poder Judicial propio.
P. ?C¨®mo encaja el plan Ibarretxe ah¨ª?
R. Tras lo de Lid¨®n, le reclam¨¦ al lehendakari que nos reconociera como sus jueces. Y me siento frustrado. Creo que su propuesta confirma que no somos sus jueces. Ibarretxe propone una jurisdicci¨®n especial en donde no caben los jueces que estamos ahora aqu¨ª. Si hay un poder descentralizado, ¨¦se es el Judicial, luego ¨¦se no puede ser el argumento para cambiar el modelo.
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