"En la pr¨¢ctica es dif¨ªcil ayudar"

Su vocaci¨®n era ayudar a los dem¨¢s, pero la pr¨¢ctica diaria la empuj¨® por otros derroteros. Ver¨®nica Maci¨¢ (28 a?os, alicante) se diplom¨® en Trabajo Social, en 1996 por la Universidad de Alicante. Hoy, siete a?os despu¨¦s, gestiona una empresa de mensajer¨ªa, en constante crecimiento, en la capital.

Esta trabajadora social, que nunca lleg¨® a ejercer de manera profesional, ten¨ªa referencias de la diplomatura por conocidos, aunque nunca abund¨® en las asignaturas ni en sus posibles salidas laborales. Unas d¨¦cimas casi frustran su vocaci¨®n, pero finalmente logr¨® entrar.

"Yo quer¨ªa ayudar a los dem¨¢s, me realiza y satisface como persona. As¨ª que apost¨¦ por Trabajo Social", narra.

Un buen aval de lo que dice es su labor, de manera altruista, durante tres a?os con ni?as maltratadas. En su etapa acad¨¦mica, Ver¨®nica disfrutaba los domingos en compa?¨ªa de menores que hab¨ªan sufrido maltrato. "Fue una experiencia espectacular estar con las cr¨ªas. Eran casos de un gran dramatismo humano". Como contrapunto a esta labor que tanto la marc¨®, Ver¨®nica realiz¨® pr¨¢cticas en el Patronato municipal de la Vivienda. "Aqu¨ª fue donde realmente me top¨¦ con una realidad bien distinta. Aunque quieras ayudar a las personas los factores externos no te lo permiten", se?ala.

Su ilusi¨®n inicial comenz¨® a apagarse a partir del segundo curso: asignaturas ¨¢ridas y pr¨¢cticas muy alejadas de la ayuda a los desfavorecidos acabaron por desencantarla. Pero ten¨ªa claro que acabar¨ªa sus estudios; meta que alcanz¨® en 1996.

Empezaron a llegar, entonces, las propuestas. "Los trabajos eran irrisorios: sueldos ¨ªnfimos y contratos eventuales, con apenas un mes de duraci¨®n e incluso de d¨ªas", relata. En ese momento, Ver¨®nica trabajaba en la limpieza de una cadena de comida r¨¢pida, mientras su sueldo lo completaba ejerciendo de camarera los fines de semana. "Me ofrec¨ªan trabajos muy en precario a cambio de jornadas interminables. "No pod¨ªa dejar mi puesto m¨¢s o menos estable por la incertidumbre de un trabajo provisional".

En 1999, Ver¨®nica, junto con su compa?ero, decide dar un golpe de tim¨®n a su vida y se sumerge en las movidas aguas del mundo empresarial. Es el nacimiento de Taxienv¨ªo Alicante, una empresa de mensajer¨ªa; y la desvinculaci¨®n definitiva de su profesi¨®n. "Vendo mi coche, compro una furgoneta y una nave, adem¨¢s de contratar a un compa?ero", apunta. Una considerable inversi¨®n para la endeble econom¨ªa de dos j¨®venes que apenas superaban los 25 a?os les hizo pasar amargos tragos. Pero la firma comenz¨® a rodar apenas cuatro meses desde su constituci¨®n. En un par de a?os, la facturaci¨®n se multiplic¨® por treinta; eso s¨ª, a base de un formidable esfuerzo. Su andadura empresarial no ha cambiado, sin embargo, sus jornadas inacabables; pero, se apresura a matizar, "es un proyecto que has levantado con mucho esfuerzo". Ver¨®nica se define como una trabajadora explotada en sus inicios y no quiere repetir esta pr¨¢ctica con sus compa?eros: "Tengo a tres trabajadores, a quienes intento proporcionarles un trabajo digno", subraya.

Con todo, la joven empresaria no reniega de su paso por la universidad ni cree bald¨ªo su esfuerzo acad¨¦mico: "Es un bagaje que ha completado mi personalidad", concluye.