El machete y las 'diferencias'
La extracci¨®n de petr¨®leo impuls¨® la econom¨ªa de Guinea Ecuatorial en los ¨²ltimos a?os. Cuando se pasea por las playas de la isla de Malabo, el paisaje es un mar en cuyo horizonte destellan las llamas de las plataformas. La riqueza esta entre las olas, lejos de los bolsillos de los ciudadanos de a pie.
En las tardes de los viernes es com¨²n observar a ni?os descalzos jugando al f¨²tbol por las calles de los pueblos llevando un gran machete al cinto. La imagen podr¨ªa parecer salvaje, pero resume bien la situaci¨®n. No es que los muchachos se peleen con ese arma por la pelota. La llevan para limpiar las aulas de sus colegios los fines de semana y abrirse camino en la selva para volver a sus casas.
La peque?a Guinea Ecuatorial, sumergida en el ombligo de ?frica, con un mill¨®n de habitantes, sufre cierto aislamiento por ser un pa¨ªs con el castellano como idioma oficial entre franc¨®fonos y angl¨®fonos y por su alejamiento de la antigua metr¨®poli. "?Fuera, espa?oles! ?Fuera de ?frica! ?Iros a Am¨¦rica, que all¨ª est¨¢n los espa?oles!", les gritaban los hinchas togoleses a los guineanos desplazados a Lom¨¦ para el partido contra Togo.
Pero aquellos gritos no asustaron a Juan Epiti¨¦. Cedido por el Racing al Ashod, de la Primera Divisi¨®n israel¨ª, juega al f¨²tbol en un pa¨ªs que se halla en guerra permanente. La primera vez que comi¨® con sus compa?eros se sorprendi¨® al ver algunos de ellos con la pistola cargada bajo las axilas. "Una vez fui a guardar unos balones en el coche de uno y me encontr¨¦ una metralleta de m¨¢s de un metro en el maletero. Tuve miedo de dejar la bolsa ante el peligro de que aquello se disparase. En Israel todos tienen armas. Hasta m¨ª panadero es polic¨ªa. Todos son el Estado".
Epiti¨¦ es el hispano-guineano que tiene que viajar m¨¢s kil¨®metros para llegar a Guinea Ecuatorial y en todos los aeropuertos se siente mirado con desconfianza por ser diferente. Es, por ejemplo, un cristiano que juega en Israel, entre los jud¨ªos, o un negro en Espa?a y un "blanquito", por ser mulato, en la ex colonia africana. "Mi problema no es que sea negro. Es que soy diferente. La gente no esta acostumbraba a vivir con las diferencias", razona.
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