La 'revoluci¨®n de terciopelo' marca el triunfo de una oposici¨®n nacionalista y de derechas
Nin¨® Burdzhanadze asume la jefatura del Estado hasta la convocatoria de elecciones
La revoluci¨®n de terciopelo georgiana est¨¢ encabezada por un grupo de pol¨ªticos de derechas, pronorteamericanos, que se dicen dem¨®cratas, pero que tienen un componente nacionalista muy fuerte. La oposici¨®n georgiana tiene una actitud mucho m¨¢s fr¨ªa hacia Rusia que el r¨¦gimen de Eduard Shevardnadze, lo que ha despertado ciertas preocupaciones en Mosc¨² y ha motivado el viaje del ministro de Exteriores ruso, ?gor Ivanov. ?ste se reuni¨® ayer con el l¨ªder de la oposici¨®n, Mija¨ªl Saakashvili y particip¨® en la reuni¨®n que termin¨® con la dimisi¨®n de Shevardnadze.
El hombre fuerte de la oposici¨®n es Saakashvili, de 36 a?os, un jurista que estudi¨® en Georgia y EE UU. Como los otros dirigentes de la revoluci¨®n de terciopelo georgiana -Nin¨® Burdzhanadze y Zurab Zhvania-, se cri¨® a la sombra de Shevardnadze, a quien sirvi¨® durante a?os, llegando a ser ministro de Justicia. Pero hace dos a?os, Saakashvili rompi¨® con su maestro y le acus¨® de proteger la corrupci¨®n que florec¨ªa. El d¨ªa que dimiti¨® en medio de una reuni¨®n del Gobierno, Saakashvili se acerc¨® a Shevardnadze y le tir¨® sobre la mesa un mont¨®n de fotos del lujoso barrio capitalino de Saburtal¨® con las mansiones de los altos funcionarios -incluidos los ministros de Interior y Seguridad-, todos los cuales recib¨ªan oficialmente un salario de s¨®lo 60 euros al mes.
Despu¨¦s de este gesto, que caus¨® furor entre la poblaci¨®n, Saakashvili adquiri¨® una inmensa popularidad y la fama de ser el principal luchador contra la corrupci¨®n en la Georgia azotada por una crisis econ¨®mica que dura desde que se desintegr¨® la URSS, en 1991. Esta fama le permiti¨® fundar el partido Movimiento Nacional Unido, que conquist¨® a las masas con consignas nacionalistas y populistas. Por ejemplo, dec¨ªa que si un funcionario ten¨ªa un sueldo de 60 euros y compraba una mansi¨®n, ¨¦sta deb¨ªa ser confiscada.
La popularidad del Movimiento Nacional de Saakashvili se vio confirmada en las urnas el a?o pasado, cuando gan¨® las elecciones municipales de Tbilisi, la capital georgiana.
Precisamente, el partido de Saakashvili era el favorito en las legislativas celebradas el 2 de noviembre pasado, y fue ¨¦l quien primero comenz¨® a denunciar p¨²blicamente que los comicios hab¨ªan sido falsificados. Nadie duda de que si hay elecciones presidenciales anticipadas y Saakashvili se presenta a ellas, las ganar¨¢.
La cara amable de la oposici¨®n es Nin¨® Burdzhanadze, de 39 a?os, l¨ªder del bloque electoral de Dem¨®cratas, quien como presidenta del Parlamento saliente fue designada jefa de Estado interina. Admiradora de Margaret Thatcher, estaba al frente del Parlamento desde 2001, despu¨¦s de que su aliado y predecesor en ese puesto, Zurab Zhvania, dimitiera. Jurista educada en Rusia, Burdzhanadze es considerada menos radical que Saakashvili y goza de gran popularidad entre los georgianos. Comenz¨® su carrera pol¨ªtica en las filas del partido de Shevardnadze, por el cual fue elegida diputada en 1995. Su marido era vicefiscal general de Georgia hasta la semana pasada, cuando dimiti¨®.
El tercer dirigente, y para muchos la eminencia gris de la oposici¨®n, es Zhvania, quien fue presidente del Parlamento durante seis a?os, hasta el 2001. Comenz¨® su carrera pol¨ªtica como l¨ªder ecologista, y estuvo con Shevardnadze desde que ¨¦ste regres¨® al poder en Georgia, hace 11 a?os. Despu¨¦s se convirti¨® en secretario general del partido formado por el presidente georgiano, hasta que abandon¨® la jefatura del Legislativo y se pas¨® a la oposici¨®n.
El principal desaf¨ªo de los dirigentes de la revoluci¨®n de terciopelo ser¨¢ restablecer el orden y despu¨¦s convocar nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias, realmente democr¨¢ticas. La pol¨ªtica internacional del nuevo r¨¦gimen ser¨¢ m¨¢s proamericana, pero Europa tambi¨¦n ser¨¢ una prioridad. La presencia de Ivanov en las negociaciones de las horas previas a la ca¨ªda del r¨¦gimen, indican que Saakashvili mantendr¨¢ buenas relaciones con su poderoso vecino, pero m¨¢s consecuentes y equilibradas que las que hubo bajo Shevardnadze.
El principal objetivo de la pol¨ªtica interior de los nuevos dirigentes nacionalistas ser¨¢ recuperar la integridad territorial de Georgia. Tbilisi actualmente no controla Osetia del Sur, en el norte de la rep¨²blica, Abjazia y Adzharia. Estas dos ¨²ltimas autonom¨ªas tienen una importancia estrat¨¦gica fundamental, ya que controlan la mayor parte del mar Negro que tiene Georgia. Adzharia, adem¨¢s, posee la principal frontera con Turqu¨ªa. Asl¨¢n Abashidze, el l¨ªder de esa autonom¨ªa, ya adverti¨® de que cerrar¨ªa las fronteras de su rep¨²blica en cuanto los nacionalistas se hicieran con el poder en Tbilisi.
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