Tres de cada 10 pacientes operados reciben analgesia preventiva para reducir su ansiedad

El dolor es el s¨ªntoma m¨¢s temido por los pacientes que van a ser operados. Casi la mitad de estos enfermos (45%) presentan un estado de ¨¢nimo muy nervioso antes de la operaci¨®n, el 15% manifiestan sentirse angustiados y el 5% confiesan tener miedo o p¨¢nico. S¨®lo un tercio de ellos se encuentran relajados y tranquilos. Estos datos se desprenden de un estudio sobre el dolor posquir¨²rgico, realizado en 2003 por la Sociedad Espa?ola del Dolor (SED) con la colaboraci¨®n de 11 hospitales p¨²blicos de todo el pa¨ªs y 447 pacientes (60%, mujeres; 40%, hombres).

Manuel Rodr¨ªguez, presidente de la SED, afirma que una analgesia preventiva bien pautada por anestesistas, que ya se practica en muchos hospitales espa?oles en el 30% de los casos, reduce notablemente la carga de ansiedad y las sensaciones dolorosas que siguen a la operaci¨®n.

En este trabajo se constat¨® que a partir de la escala de valoraci¨®n analg¨¦sica (EVA) de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), que punt¨²a la intensidad del dolor de 0 a 10, la media de los enfermos que refieren dolor es de 4,9 puntos al despertar, y va reduci¨¦ndose gradualmente con analg¨¦sicos, hasta llegar a una media de 3,3 puntos a las 24 horas.

Seg¨²n Rodr¨ªguez, anestesista y jefe de la unidad del dolor del hospital Carlos Haya de M¨¢laga, este s¨ªntoma fue la principal alteraci¨®n del sue?o y el primer impedimento para dormir bien: despert¨® al 25% de los pacientes en la primera hora, al 21% en la segunda y al 10% en la tercera. Algunos de los motivos m¨¢s frecuentes de intervenci¨®n fueron la cadera y rodilla (28,3%), la cirug¨ªa supraabdominal, la extirpaci¨®n del ¨²tero (17%), la extirpaci¨®n mamaria (8,4%) y la pr¨®stata (7%).

Este an¨¢lisis confirma que el manejo del dolor en Espa?a ha mejorado en los ¨²ltimos a?os, as¨ª como la percepci¨®n de los pacientes hacia su tratamiento posquir¨²rgico, ya que el 80% de los pacientes operados consideran que ha sido muy bueno o bueno, y s¨®lo un 5% lo consideran malo. El 15% restante juzga que el abordaje del dolor posquir¨²rgico ha sido regular.