Espa?a y Polonia siguen sin encontrar "motivo alguno" para renunciar al Tratado de Niza
El presidente del Gobierno se opone a la creaci¨®n de un cuartel general europeo en Bruselas
Las negociaciones sobre el sistema de voto en el Consejo que habr¨¢ de incorporar la nueva Constituci¨®n europea no avanzan, si hemos de creer a sus protagonistas. A dos semanas de la fecha l¨ªmite, que ser¨¢ el Consejo Europeo del 12 de diciembre en Bruselas, Espa?a y Polonia reafirman que no ven "motivo alguno" para renunciar a lo previsto en el Tratado de Niza. "De momento", a?adi¨® cauteloso el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. "Vamos a plantear una postura muy decidida en este tema", remach¨®, con acento especialmente firme, su hom¨®logo polaco, Leszek Miller.
Las fisuras del bloque hispano-polaco sobre este tema capaz de impedir que se apruebe la Carta Magna que precisa la UE para poder acoger el pr¨®ximo a?o a diez nuevos socios, el mayor de los cuales es Polonia, quedaron, no obstante, en evidencia ayer, al t¨¦rmino de la primera cumbre bilateral que celebran los dos pa¨ªses citados en el contexto de unas relaciones llamadas a reforzarse como consecuencia de la similitud de sus tama?os y, en muchos casos, intereses dentro de la Uni¨®n Europea.
Aunque ambos est¨¢n abiertos a la negociaci¨®n, es claro que, por la naturaleza de su oposici¨®n a la reforma de un tratado que fue ratificado en refer¨¦ndum por los polacos y que dif¨ªcilmente volver¨ªa a serlo si se cambia antes de haber entrado en vigor, el jefe de Gobierno polaco encuentra mucho m¨¢s complicado que su hom¨®logo espa?ol aceptar el nuevo sistema de votaci¨®n en el Consejo, vinculado directamente a la poblaci¨®n de cada pa¨ªs, que ha propuesto la Convenci¨®n. Lo que para Aznar es, sobre todo, un problema de reparto de poder, para Miller se plantea como una derrota pol¨ªtica e incluso como una imposibilidad jur¨ªdica.
As¨ª qued¨® claro ayer cuando, a la pregunta de si Espa?a y Polonia hab¨ªan vuelto a la p¨¦trea posici¨®n conjunta que manifestaron el pasado 1 de octubre tambi¨¦n en Madrid, desmintiendo los signos de flexibilidad que ambas partes emitieron posteriormente, Aznar se apresur¨® a responder: "Yo no he dicho nunca que o Niza o nada. La posici¨®n del Gobierno espa?ol es mantener el consenso de Niza y, por supuesto, escuchar otras f¨®rmulas y posibilidades, pero hasta ahora no he o¨ªdo otra f¨®rmula que me convenza m¨¢s. Niza no es la Biblia, pero tampoco lo es la Convenci¨®n aunque algunos tienen la pretensi¨®n de que lo sea. Niza es simplemente un sistema que tiene m¨¢s consenso".
Miller dijo, por su parte: "Si algunos dicen que no hay que morir por Niza, nosotros decimos que no hay que fusilar a Niza". "Si alguien entiende que Niza es malo", concedi¨® m¨¢s adelante, "tendr¨ªa que presentar una idea nueva, pero hasta ahora aqu¨ª no tenemos noticia de que la haya".
La presidencia italiana de la UE realiza intensas gestiones que se suponen orientadas a lograr una soluci¨®n de compromiso en la propuesta de la Convenci¨®n, es decir, introduciendo retoques en el porcentaje de poblaci¨®n que deben representar los Estados para que se adopte una decisi¨®n por mayor¨ªa cualificada. La propia ministra de Exteriores, Ana Palacio, ha abordado este tema en las breves visitas que gir¨® a Lisboa, el martes, y a Roma, ayer, con el objetivo b¨¢sico de defender la candidatura de Vandell¨®s para sede del proyecto de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica por fusi¨®n nuclear.
Argumentos m¨¢s duros
Y, sin embargo, al margen de lo dicho, Aznar y Miller comenzaron por reiterar ayer sus argumentos m¨¢s duros contra cualquier reforma del Tratado de Niza: que la Convenci¨®n no ten¨ªa mandato para modificarlo; que el tratado ha sido ya ratificado por todos los Estados miembros y candidatos; que Niza se plante¨® expresamente como la reforma definitiva de cara a la ampliaci¨®n.
"Si los tratados europeos no se respetan, la UE no podr¨¢ mantener su credibilidad", a?adi¨® el presidente, que advirti¨® de que la suspensi¨®n del Pacto de Estabilidad tendr¨¢ "consecuencias" sobre las negociaciones de la Constituci¨®n. "No s¨¦ c¨®mo terminar¨¢ la pel¨ªcula. Ya veremos c¨®mo terminan las cosas. Hay mucho por debatir y por hacer", admiti¨®, sin embargo.
El presidente concentr¨®, por otra parte, en el proyecto de cuartel general estable los problemas que le plantea el modelo de defensa europea que promueven Francia y Alemania. "Cuando se desciende al detalle, surgen las dificultades", dijo. "Yo soy partidario de que haya m¨¢s capacidad y responsabilidad europea en materia de defensa, pero si se me dice que hay que duplicar las estructuras de la OTAN, digo que no. No me parece perjudicial para la OTAN que haya una c¨¦lula de planeamiento con algunos oficiales en Bruselas. Pero un cuartel general permanente, s¨ª".
"De todos modos, se sigue trabajando", admiti¨®, resumiendo las conversaciones que mantuvo recientemente con los l¨ªderes de Francia y Alemania y, el pasado lunes, con el muy atlantista Tony Blair, que est¨¢ encontrando menos dificultades que Aznar para sumarse a la defensa europea.
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