La familia Serrat

Dicen que madre no hay m¨¢s que una, pero familias hay tantas como uno quiera conformar. O pueda, que hay veces en que los tiempos no parecen muy propicios al cultivo del arte de la amistad. La teor¨ªa de la familia adoptada -los hermanos de pl¨¢stico, que dicen unos amigos- apareci¨® ayer en la presentaci¨®n del libro Joan Manuel Serrat (a los 60 a?os), escrito por la periodista Margarita Rivi¨¨re, tambi¨¦n de casi 60 a?os. La teor¨ªa la formul¨® otro periodista, Joan Barril, que afirm¨® tener algunos a?os menos y pertenecer, sin embargo, a una misma "sensibilidad"; a un mismo conjunto de afinidades electivas.

La informaci¨®n pura y dura de esta cr¨®nica dir¨ªa que el libro en cuesti¨®n es una reedici¨®n actualizada de la biograf¨ªa que Rivi¨¨re dedic¨® a Serrat en 1998; que ha sido publicado por Algaba en una edici¨®n ilustrada con fotograf¨ªas y precedida por un pr¨®logo de Mario Benedetti, y que Rosa dels Vents ha sacado la traducci¨®n catalana, Serrat i la seva ¨¨poca (sin aparato fotogr¨¢fico y sin pr¨®logo de Benedetti).

A Margarita Rivi¨¨re le hab¨ªan encargado una de esas biograf¨ªas 'personales' y el m¨²sico le entreg¨® las letras de sus canciones

Una informaci¨®n m¨¢s extensa sobre el acto de presentaci¨®n dir¨ªa que los primos Serrat, Rivi¨¨re y Barril se encontraron en una de las salas del Palau de la M¨²sica Catalana de Barcelona en una celebraci¨®n sencilla que termin¨® con un brindis con cava, como los buenos encuentros en familia; que los tres mostraron su preferencia por el color negro en sus respectivos ropajes y las gafas de trazos minimalistas, y que transmitieron a la concurrencia la sensaci¨®n de estar en buena forma.

Tres datos que confirman esta ¨²ltima apreciaci¨®n: la periodista sugiri¨® la posibilidad de ir a?adiendo ep¨ªlogos al texto m¨¢s o menos cada cinco a?os, el mismo lapso de tiempo que ha dejado pasar ahora; una asistente despistada pregunt¨® en voz alta a su vecina si Barril iba a presentar uno de sus propios y frecuentes libros, y Serrat mismo explic¨® que se dedica a escribir, por una necesidad "higi¨¦nica", impresiones e historias sobre su propia vida para legarlas a sus hijos y nietos, aunque no para que sean publicadas en unas memorias.

Hay algo de memoria, sin duda, en el libro de Rivi¨¨re a pesar de que no se trata de una biograf¨ªa "personal" e "¨ªntima", sino de una biograf¨ªa "sobre los hechos". En este caso, un texto construido en buena parte a partir de las letras de las canciones de Serrat. Cuando empez¨® el trabajo, confes¨® la periodista y escritora, "no era una serratiana total". Le hab¨ªan encargado una de esas biograf¨ªas personales, fue a hablar con el m¨²sico y ¨¦l, a?adi¨®, le entreg¨® papeles con todas sus letras. En total, eran 245 canciones, y fue de all¨ª de donde empez¨® a tirar del hilo. Cuando se ha puesto a escribir este ep¨ªlogo que se cierra con un continuar¨¢... Serrat ya tiene 300 y sigue produciendo. Una de las ¨²ltimas aportaciones es una nueva adaptaci¨®n de Ara que tinc vint anys, la segunda tras aquella en que proclam¨® Fa vint anys que tinc vint anys. La nueva se titula Fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys. Una cadena de t¨ªtulos para una canci¨®n muy viva que ha provocado una errata -"un lapsus po¨¦tico", seg¨²n se encarg¨® de apuntar el propio Serrat antes de que nadie lo mentara- en el pr¨®logo de Benedetti, con quien colabor¨® en el disco El sur tambi¨¦n existe.

"Los dos ven¨ªamos de mundos opuestos", record¨® Margarita Rivi¨¨re afinando un poco m¨¢s la teor¨ªa de la familia extensa y transversal, "pero participamos de una misma revoluci¨®n en la libertad de las costumbres, de pensamiento y de vestimenta". El libro traza un retrato de un personaje, pero tambi¨¦n de un mundo y una ¨¦poca que ¨¦l ha ido capturando pedazo a pedazo en sus discos a modo de cronista social, pol¨ªtico, cultural y sentimental.

Hablando de esa generaci¨®n que ten¨ªa 20 a?os en los sesenta, la de los Beatles y la de Serrat, la periodista dijo que quiz¨¢ "la herencia m¨¢s importante" que deje sea la de la m¨²sica. Para empezar a apuntalar esa teor¨ªa un poco atrevida, constat¨® que a Serrat se le est¨¢ poniendo formato de cl¨¢sico, tanto por una edici¨®n ilustrada como la presentada ayer, como por su ¨²ltimo trabajo, el disco Serrat simf¨°nic, que ha grabado con el director Joan Albert Amarg¨®s y la Orquestra Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya.

Joan Manuel Serrat -"el Serrat esponja, el Serrat catedral, el Serrat metro [de medir] y el Serrat c¨®ctel seco y dulce" que defini¨® Barril- explic¨® por qu¨¦ escribe, como quien dice en secreto, sobre su vida. Lo hace, dijo, para que sus descendientes sepan "qu¨¦ pens¨® y qu¨¦ hizo" su padre; o sea, para la familia en sentido estricto. Cuando lo dice, cabe preguntarse si no habr¨¢ sido del todo sincero en las canciones que ha dejado a la familia extensa. Pero ¨¦l mismo despej¨® las dudas al comentar las impresiones que tuvo cuando ley¨® por primera vez la biograf¨ªa "sobre los hechos" de Rivi¨¨re. Fue una mezcla de pudor y de recuerdos: "Lo abr¨ªa y no lo pod¨ªa leer seguido demasiado rato. Cada trozo me suger¨ªa y evocaba una cantidad de memoria que no pod¨ªa digerir". Una se?al, a?adi¨®, de que el libro de Rivi¨¨re es "una gu¨ªa perfecta" de s¨ª mismo y de su memoria.