"?Dios os bendiga y bendiga a Am¨¦rica!"

Por muchas paredes del hospital de Landstuhl cuelgan dibujos infantiles enviados desde escuelas de EE UU con frases como "?sois los mejores h¨¦roes!". Otra frase define: "Un h¨¦roe es el que pone su vida en juego por la humanidad. ?Gracias!". Un cartel define la misi¨®n del hospital LRMC: "Servir como un faro del cuidado de salud de Am¨¦rica a sus hijos e hijas en el extranjero". De un tabl¨®n de anuncios cuelgan varias tarjetas navide?as con la bandera de EE UU y un texto impreso: "Los americanos han aprendido de nuevo que la libertad no es gratis. ?Gracias por pagar el coste de defender nuestra preciosa libertad! Gracias a nuestros soldados, Am¨¦rica ser¨¢ el pa¨ªs m¨¢s fuerte del mundo. Nuestra naci¨®n tiene con vosotros una deuda que nunca podr¨¢ ser pagada. ?Dios os bendiga y bendiga a Am¨¦rica!".

Ya fuera de la UCI se encuentra Gabriel Gamboa, de 27 a?os, hijo de mexicanos del Estado de Zacatecas que en su d¨ªa llegaron tras cruzar de forma ilegal la frontera con EE UU y ahora viven en Los ?ngeles. El cabo Gamboa no quiere decir lo que gana: "Es suficiente. Nos pagan bien. No lo hacemos por dinero, sino para proteger a nuestro pueblo y ayudar a lo otros".

Relata Gamboa, que tiene el cuerpo lleno de heridas de metralla y un ojo cubierto por un parche, c¨®mo result¨® herido en Bagdad: "Estaba manejando de patrulla. Yo era el conductor. Explot¨® algo y lo vi todo negro. Se me tron¨® el o¨ªdo y no oigo nada. Ten¨ªa metralla, en las manos y los pies, pedazos de vidrio". Gamboa es polic¨ªa militar en la Guardia Nacional y su unidad se encuentra estacionada en Sacramento. Se enrol¨® por seis a?os y acaba de comenzar su servicio, era su primera misi¨®n. Sostiene Gamboa que las heridas y todo lo sufrido "merecen la pena para liberar a la gente del pa¨ªs. Mucha gente no tiene nada, los ni?os. Lo hacemos por la gente para que tenga oportunidades de tener freedom [libertad]".