Electoventajismo

El ministro de Trabajo, que es tambi¨¦n el portavoz del Gobierno, anunci¨® el martes la subida por encima de la inflaci¨®n prevista de las pensiones m¨ªnimas de jubilaci¨®n y de viudedad. Ayer, el partido del Gobierno aprob¨® en el Congreso una ley por la que se impide a las comunidades aut¨®nomas aumentar mediante complementos las pensiones del Estado, incluyendo las no contributivas. Lo que une a ambas medidas no es exactamente el electoralismo, sino el ventajismo.

El Gobierno aprovecha la proximidad de las elecciones para presentar como cosa propia -como si las pagase de su bolsillo- una subida que es derivaci¨®n del Pacto de Toledo, firmado por todos los partidos en 1995 y cuyo desarrollo ulterior, pactado con los agentes sociales, contemplaba el incremento por encima del IPC de las pensiones m¨ªnimas. Al mismo tiempo, utiliza su mayor¨ªa en el Parlamento, reforzada esta vez por Coalici¨®n Canaria, para impedir que tambi¨¦n los otros partidos puedan hacer electoralismo subiendo las pensiones no contributivas, a lo que tienen derecho seg¨²n sentencia del Tribunal Constitucional.

En 1999, Chaves subi¨® en algo m¨¢s de 750 pesetas al mes las pensiones asistenciales, de menos de 40.000 pesetas, pagadas a las personas que no hab¨ªan cotizado a la Seguridad Social lo suficiente como para tener derecho a pensiones contributivas. Al Gobierno le pareci¨® que era una medida que romp¨ªa el principio constitucional de igualdad y no discriminaci¨®n y, m¨¢s espec¨ªficamente, el criterio de caja ¨²nica de la Seguridad Social. Sin embargo, tras los correspondientes recursos, el Constitucional resolvi¨® que las pensiones asistenciales no se financian con cargo al presupuesto de la Seguridad Social -o sea, con las cotizaciones de empleados y empleadores-, sino con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, y que los complementos de las comunidades aut¨®nomas con cargo a sus propios recursos pertenecen a las opciones leg¨ªtimas propias de la competencia pol¨ªtica: a las distintas prioridades en el gasto de cada partido.

El PP se escud¨® en su momento en el compromiso del Pacto de Toledo de no utilizar el tema de las pensiones en la batalla pol¨ªtica para oponerse a las subidas unilaterales por parte de las autonom¨ªas; ellos lo utilizan ahora por partida doble: las suben a cuatro meses de las elecciones y legislan para que no puedan hacerlo las comunidades en que no gobiernan. Lo suyo no es electoralismo, sino electoventajismo.