El ojo oblicuo de Rodchenko
Alexander Rodchenko (San Petersburgo, 1891-Mosc¨², 1956) proyecta una poderosa sombra sobre la movilidad, diversidad y maleabilidad de las im¨¢genes contempor¨¢neas propiciadas por la ciencia y la tecnolog¨ªa. Pintor, dise?ador, fot¨®grafo y cineasta, fue ante todo un revolucionario, ya que su obra traslad¨® los ideales que inspiraron el movimiento pol¨ªtico que acab¨® con la dinast¨ªa de los zares en Rusia al ¨¢mbito de la artes al adoptar un punto de vista que insin¨²a realidades pr¨¢cticas y po¨¦ticas que las aparentes verdades que ofrece el medio no pueden ocultar sin caer en la tendenciosidad.
"El cine y el ojo de la c¨¢mara tendr¨¢n que encontrar su propia manera de filmar"
Rodchenko fue un adelantado a su tiempo, el protagonista triunfante de toda una manera de entender la t¨¦cnica de la fotograf¨ªa que le uni¨® a otros c¨ªclopes del temperamento y talla de Man Ray o Henri Cartier-Bresson. Sin ¨¦l, como sin Moholy-Nagy o Edward Weston, la fotograf¨ªa moderna ser¨ªa completamente diferente y casi irreconocible. Fue quien que cambi¨® la ventana con la l¨ªnea del horizonte de la perspectiva convencional por las diagonales con forma geom¨¦trica. La c¨¢mara ya no est¨¢ al nivel del ojo ni mira desde el ombligo. La fotograf¨ªa es una fiesta de formas oblicuas, l¨ªneas perpendiculares, escorzos muy marcados y perspectivas en picado y contrapicado.
De su trabajo no ha habido revisiones correctas desde 1991, cuando el Museo Pushkin de Mosc¨² organiz¨®, con motivo del centenario de su nacimiento, una exposici¨®n sobre su variada obra que inclu¨ªa documentos excepcionales que no hab¨ªan visto la luz desde la primera retrospectiva oficial realizada en 1956, pocos meses despu¨¦s de la muerte del artista. Fue entonces cuando comenzaron los trabajos de investigaci¨®n en el campo del cine y el fotomontaje que han desembocado en la retrospectiva que le ha dedicado este a?o el Museo de Bellas Artes de Santa Fe, a cargo de uno de los mejores estudiosos de su obra, Steven Yates, y que ahora podemos ver en Bilbao en una ¨²nica escala europea. Casi un centenar de obras, entre fotograf¨ªas, fotocollages y pel¨ªculas, la mayor¨ªa procedentes de las colecciones familiares, componen este encuentro con uno de los artistas m¨¢s polifac¨¦ticos de la Rusia de los a?os veinte y treinta.
Hijo de un artesano teatral y de una lavandera, Rodchenko estudi¨® con Nikol¨¢i Feshin y Giorgi Medv¨¦dev en la Escuela de Bellas Artes de Kaz¨¢n. En 1914 decidi¨® instalarse en Mosc¨², donde dirigi¨® el Museo de Cultura Art¨ªstica, primer museo de arte moderno del mundo (le sucedi¨® en el cargo Mal¨¦vich, una iron¨ªa del destino dada la antipat¨ªa que sent¨ªan el uno por el otro) y durante esa etapa realiz¨® la serie de pinturas Negro sobre negro, que pretend¨ªan ser una cr¨ªtica directa de las telas Blanco sobre blanco realizadas por Mal¨¦vich en la misma ¨¦poca. En 1920, se hizo cargo de la Facultad VKhutemas -precedente de la Bauhaus alemana- durante una d¨¦cada. Fue escultor, artista gr¨¢fico, dise?¨® carteles para el cine, comercio e industrias, sobrecubiertas de libros y mobiliario. Su tr¨ªptico Colores puros: rojo, amarillo, azul (1921) es una obra maestra de la pintura absoluta.
En el campo del cartelismo, Rodchenko se interes¨®, entre 1922 y 1924, por los montajes fotogr¨¢ficos que hab¨ªan inventado los dada¨ªstas berlineses como una pr¨¢ctica contracultural del momento b¨¦lico y su fracaso. Algunos de los mejores encargos recuerdan los trabajos anteriores de Heartfield y Grosz, y est¨¢n presentes en la exposici¨®n del BBK como ejemplos de exploraci¨®n de un sistema de relaciones sin precedentes entre las distintas formas de arte convencionales. Sus naturalezas muertas escenificadas (Pluma y Leica, 1929, Mena Veskh -Cambio de todo el mundo-, 1924) y las ilustraciones de la obra po¨¦tica de Vlad¨ªmir Mayakovski Pro ¨¦to (Sobre esto), en donde trata de ofrecer un equivalente visual del amor del poeta por Lilia Brik con materiales fotogr¨¢ficos preexistentes, y de la cubierta de su libro Par¨ªs le abren paso por el camino solitario de la revoluci¨®n en el ¨¢mbito de la mirada, que consist¨ªa en adoptar puntos de vista inusuales seg¨²n los principios est¨¦ticos del constructivismo con una finalidad productivista, o lo que era lo mismo, la producci¨®n masiva de arte por procedimientos industriales.
S¨®lo en 1924, cuando el material apropiado para sus fotomontajes se iba haciendo cada vez m¨¢s raro, Rodchenko recurre personalmente a la c¨¢mara fotogr¨¢fica, una Iochim rusa con un objetivo franc¨¦s Berthiot y que sacaba negativos de 9¡Á12 cent¨ªmetros que le permit¨ªa tomar fotos en cualquier posici¨®n (sus preferidas eran las focalizaciones a¨¦reas, a pesar de que sufri¨® de v¨¦rtigo y nunca cogi¨® un avi¨®n) y reflejar las desconcertantes situaciones a las que se ve sometido el habitante de la gran ciudad moderna. "Si se desea ense?ar al ojo humano a ver desde una forma nueva, es necesario mostrarle los objetos cotidianos y familiares bajo perspectivas y ¨¢ngulos totalmente inesperados y situaciones inesperadas", escribi¨® en su manifiesto Caminos de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea (1928). Resultado de aquellas tesis son algunas de las mejores im¨¢genes del siglo XX todav¨ªa no superadas, como Escalera, Muchacha con Leica, Pioneer trumpet, Construcci¨®n del Canal Belomor, Club Dynamo, Sobre las barras paralelas, Ruedas dentadas, de los a?os treinta, y Pino (1925), presentes en la exposici¨®n.
Rodchenko form¨® parte del
grupo vanguardista LEF, fue miembro fundador del grupo Octubre, el ¨®rgano de expresi¨®n fotogr¨¢fica y cinematogr¨¢fica m¨¢s importante de la ¨¦poca, y trabaj¨® para la revista SSSR na Stroike que hab¨ªa fundado con Stepanova. En 1925, adquiri¨® en Par¨ªs una c¨¢mara Eka, precursora de la Leica, que se convirti¨® en su instrumento de trabajo favorito porque le permit¨ªa tener peque?os negativos en un rollo de pel¨ªcula de cine. Con la Leica, se dedic¨® a capturar la l¨ªnea en composiciones fotogr¨¢ficas como rejas, escaleras, cables el¨¦ctricos, esquinas, m¨¢quinas, transform¨¢ndolos en su particular f¨¢brica de l¨ªneas constructivistas en las que la naturaleza de los materiales de la luz y el color se opon¨ªa al misticismo y el simbolismo. El resultado fue sorprendente: aquellas fotograf¨ªas no s¨®lo registraban la realidad, eran verdaderas composiciones geom¨¦tricas aut¨®nomas que determinar¨ªan la sensibilidad y el estilo internacional de Rodchenko.
El cr¨ªtico Osip Brik consider¨® que aquellos experimentos eran un estupendo laboratorio de ideas para el cine. Y as¨ª, Rodchenko fue invitado a colaborar con los grandes cineastas rusos -Sergu¨¦i Eisenstein, Lev Kuleschov y Dziga Vertov (Kinoglaz -Cine-Ojo- y Kinopravda -Cine Verdad-) en la elaboraci¨®n de modernos t¨ªtulos de cr¨¦dito, dise?os de plat¨®s y fotograf¨ªa de producci¨®n. Todo su ideario se concentr¨® en esta m¨¢xima: "El cine y el ojo de la c¨¢mara tendr¨¢n que encontrar su propia manera de filmar... no representando el campo visual normal del ojo humano, sino ampli¨¢ndolo".
Alexander Rodchenko. Fotograf¨ªa de vanguardia, fotomontaje y cine. Sala de exposiciones del BBK. Elkano, 20. Bilbao. Hasta el 4 de enero de 2004.
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