S¨ª a un Gobierno nacionalista
En un pa¨ªs de incontestable tradici¨®n democr¨¢tica y de solvencia contrastada en cuanto a respeto a las reglas del juego del sistema parlamentario, deber¨ªa resultar redundante hacer seg¨²n qu¨¦ afirmaciones. Sin embargo, la persistencia en Catalu?a de una cierta anomal¨ªa, atizada por la actitud de un pu?ado de pol¨ªticos contumaces y obstinados en poner bajo sospecha un resultado electoral que no les sea ventajoso, hace indispensable ahondar una vez tras otra en algo que, por ser tan obvio, deber¨ªa darse por sentado.
Empecemos, pues, por ah¨ª. CiU -por s¨¦ptima vez consecutiva- ha sido la fuerza pol¨ªtica vencedora en los comicios al Parlamento de Catalu?a del pasado 16 de noviembre y es, por tanto, la que cuenta con un plus de legitimidad indiscutible para llevar la iniciativa a la hora de elegir el pr¨®ximo presidente de la Generalitat y de constituir un nuevo Gobierno. La otra cara de la moneda viene dada por la nueva derrota sufrida -de forma objetiva y sin paliativos- por los socialistas (PSC-PSOE) y su trasnochada ret¨®rica del cambio por el cambio. En definitiva: Mas gana, Maragall pierde. Por tanto, despu¨¦s de 23 a?os de Gobierno nacionalista ininterrumpido, los resultados obtenidos confirman que la solidez de CiU viene determinada por algo m¨¢s que por un gran l¨ªder como Jordi Pujol con un movimiento pol¨ªtico m¨¢s o menos amplio detr¨¢s.
Hecha esta aclaraci¨®n, innecesaria desde mi punto de vista pero imprescindible ante la testarudez y soberbia de algunas voces que insisten en dar la espalda a la realidad, procede abordar algunas de las razones que justifican, por encima de cualquier otra opci¨®n, un Gobierno de base nacionalista como el m¨¢s democr¨¢tico, s¨®lido y deseable para los pr¨®ximos cuatro a?os. Me refiero a la necesidad de dar prioridad -sin desde?ar otras opciones- a un pacto entre la fuerza mayoritaria -CiU- y un partido como ERC que, sin duda alguna, emerge en nuestro panorama pol¨ªtico como una opci¨®n capaz de ejercer una influencia considerable y dispuesta a aprovechar su condici¨®n de fuerza indispensable en la formaci¨®n de cualquier mayor¨ªa estable.
1. En primer lugar, los resultados de las pasadas elecciones no s¨®lo confirman el ¨¦xito de un relevo dif¨ªcil e hist¨®rico al frente del nacionalismo catal¨¢n, sino que reflejan el hecho que una amplia mayor¨ªa social apuesta por depositar una vez m¨¢s su confianza en una nueva mayor¨ªa pol¨ªtica nacionalista, y por que una nueva generaci¨®n de pol¨ªticos nacionalistas asuma sin titubeos el liderazgo del proceso que ha de llevar a nuestro pa¨ªs a superar con ¨¦xito los desaf¨ªos que nos depara este principio de siglo. CiU y ERC no s¨®lo suman mayor¨ªa absoluta, sino que adem¨¢s ganan un esca?o respecto a las elecciones de 1999. Puestos en esta tesitura, quienes despu¨¦s del 16-N se empe?an, por pura conveniencia, en prescindir del eje sobre el cual ha pivotado el debate pol¨ªtico en nuestro pa¨ªs no s¨®lo durante la campa?a electoral, sino incluso a lo largo de los ¨²ltimos a?os -la cuesti¨®n nacional-, deber¨ªan reflexionar a fondo sobre la credibilidad real de su discurso.
2. En segundo lugar, por responsabilidad hist¨®rica. Desde la Mancomunidad hasta nuestra etapa democr¨¢tica -iniciada por cierto, en 1980, con un pacto entre CiU y ERC en un escenario semejante al actual-, pasando por la Segunda Rep¨²blica, el nacionalismo democr¨¢tico ha liderado siempre los momentos de mayor transformaci¨®n y trascendencia pol¨ªtica y social, como el que nos corresponde afrontar tambi¨¦n hoy. Un Gobierno formado por CiU y ERC es el que mejor puede responder a los retos m¨¢s inmediatos que debe afrontar Catalu?a y el que mejor puede dibujar un proyecto de pa¨ªs a 15 o 20 a?os vista.
3. Por coincidencia program¨¢tica. Como ya estamos viendo en el marco de las negociaciones, las coincidencias en nuestros respectivos programas de gobierno tambi¨¦n avalan un pacto natural entre CiU y ERC. Por decirlo de otro modo: programas electorales en mano, existen muchas menos divergencias entre CiU y ERC que entre este partido y el PSC.
4. Por nuestro compromiso con el pa¨ªs y sus ciudadanos. La preeminencia de las opciones no dependientes es un dato incuestionable tras las elecciones. CiU y ERC son fuerzas pol¨ªticas independientes, sin lazos ni subordinaciones con otras formaciones pol¨ªticas espa?olas cuya prioridad no es Catalu?a.
5. Y en ¨²ltima instancia, por la imperiosa necesidad de romper algunos t¨®picos, como el que lleva a algunas alternativas pol¨ªticas a monopolizar sin raz¨®n alguna la noci¨®n de progreso. CiU -por su trayectoria indiscutible en el impulso de la cohesi¨®n y la vertebraci¨®n de nuestra sociedad- y ERC constituyen un amplio centro nacionalista y de progreso capaz de consolidar un aut¨¦ntico cambio generacional y propulsar la necesaria regeneraci¨®n democr¨¢tica y social.
En definitiva, existe una mayor¨ªa nacionalista con un proyecto compartido capaz de responder de forma ¨®ptima a los retos reales de la Catalu?a del futuro. Una mayor¨ªa que no debe renunciar, en el marco del Parlament, a sumar otras sinergias y otras mayor¨ªas a¨²n m¨¢s amplias con otras fuerzas (PSC e ICV), necesarias para aunar esfuerzos y sumar los consensos m¨¢s convenientes en cuestiones que requieren un gran acuerdo nacional: reforma estatutaria, nueva ley electoral, nuevo sistema fiscal, mayor presencia internacional, infraestructuras o inmigraci¨®n. Aun as¨ª, CiU y ERC, las dos fuerzas claramente ganadoras en las elecciones del pasado 16 de noviembre, tienen ante s¨ª la oportunidad hist¨®rica de formar uno de los mejores gobiernos de la Catalu?a contempor¨¢nea: un Gobierno fuerte, decidido a avanzar y capaz de ilusionar y arrastrar al conjunto de nuestra sociedad hacia escenarios de mayor autogobierno y de mayor progreso colectivo.
Felip Puig i Godes es portavoz del Gobierno en funciones de la Generalitat.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Pactos postelectorales
- VII Legislatura Catalu?a
- Euro
- Estados Unidos
- Generalitat Catalu?a
- Gobierno auton¨®mico
- Pactos pol¨ªticos
- Parlamentos auton¨®micos
- Comunidades aut¨®nomas
- Moneda
- Catalu?a
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Uni¨®n Europea
- Organizaciones internacionales
- Parlamento
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Finanzas