Cortocircuito en Riazor
El Depor cae en el ¨²ltimo momento ante el Villarreal de Floro, que le super¨® toda la noche
Bajo un diluvio, el Deportivo conoci¨® los rigores invernales de la Liga. Se encontr¨® con un Villarreal entregado con entusiasmo al discurso del m¨¦todo de Benito Floro, que le caus¨® un notable cortocircuito. El Depor, que lo estaba pasando mal desde el principio, se qued¨® con un hombre menos antes del descanso. Era lo ¨²nico que le faltaba al Villarreal para incautarse de un partido que ya ten¨ªa bajo control. El problema del conjunto de Floro es que tard¨® 88 minutos en tirar a gol. Pero una vez fue suficiente para amargar la noche a un rival que ya se ve¨ªa l¨ªder.
El llamado trivote, o la concurrencia de tres medios tap¨®n, es uno de esos inventos recientes de los devotos de la t¨¢ctica que resulta bastante odioso al aficionado. El trivote levanta una muralla en el coraz¨®n del campo que parece invitar al resistencialismo. Pero al f¨²tbol, como a las personas, se le puede seducir de muy diversas maneras, todas v¨¢lidas seg¨²n las circunstancias. Privado de Riquelme, de Guayre y de V¨ªctor, tres piezas b¨¢sicas para armar su ataque, Benito Floro se apunt¨® en Riazor a la idea del trivote. Y el Villarreal no se limit¨® a resistir ni mucho menos. Su superioridad num¨¦rica en el medio del campo despoj¨® al Depor del bal¨®n y confiri¨® al conjunto de Floro la autoridad sobre el partido.
01
DEPORTIVO
VILLARREAL
Deportivo: Molina; H¨¦ctor, Andrade, Naybet, Romero; Sergio (Duscher, m. 61), Mauro Silva; V¨ªctor, Valer¨®n, Munitis (Fran, m. 76); y Luque (Trist¨¢n, m. 82).
Villarreal: Reina; Javi Venta, Ballesteros, Quique ?lvarez, Arruabarrena; Belletti (Anderson, m. 61), Mart¨ª, Josico (Arzo, m. 70), Colloccini, Roger (Santi, m. 90); y Jos¨¦ Mari.
Gol: 0-1. M. 88. Arruabarrena recorta ante en H¨¦ctor en el acostado izquierdo del ¨¢rea y cede atr¨¢s para que marque Roger.
?rbitro: T¨¦llez. Expuls¨® a Mauro Silva (m. 41) por doble tarjeta y amonest¨® a Roger, Sergio, Luque, Andrade, Josico, Venta y V¨ªctor.
Unos 20.000 espectadores en Riazor.
A partir de sus tres centrocampistas interiores, el Villarreal gobern¨® la batalla y cort¨® las l¨ªneas del Depor. Con el centro dominado, trat¨® de sorprender por el flanco derecho, donde la rapidez, la insistencia y la calidad se reun¨ªan en la sola persona de Belletti. Para completar la f¨®rmula se necesitaba acaso un buen delantero centro. La misi¨®n era para Jos¨¦ Mari, que sigue sin parecer un ariete, aunque lleven a?os poni¨¦ndolo ah¨ª. Y la carencia no pudo ser disimulada por el Villarreal, tan fornido de estructura como d¨¦bil en los metros finales.
El Deportivo empez¨® en la inopia, regalando balones a diestro y siniestro, se atasc¨® tratando de descifrar el armaz¨®n rival y tard¨® casi media hora en dar se?ales de vida. La novedad de Irureta hab¨ªa sido el retorno de Luque al delantero centro tras un largo exilio en la izquierda, donde cedi¨® el paso a Munitis. Era la primera vez que coincid¨ªan en el equipo jugando en esas posiciones, pero como el f¨²tbol tiene cosas rar¨ªsimas, dio la impresi¨®n de que eran los dos futbolistas que mejor se entend¨ªan. Sobre esa novedosa conexi¨®n se levant¨® el Depor para dejar constancia de que segu¨ªa en el partido. Y en ella se gest¨® la mejor ocasi¨®n de la primera parte, cuando Luque asisti¨® para Munitis, en el borde del ¨¢rea, y ¨¦ste, tras caracolear ante Ballesteros, se sac¨® un magn¨ªfico disparo escupido por la madera.
Los problemas del Deportivo en el medio del campo tomaron un cariz dram¨¢tico a punto del descanso, cuando Mauro Silva, que se hab¨ªa multiplicado para contrarrestar la poderosa estructura del rival, cometi¨® el desliz de provocar su segunda tarjeta. Aunque Irureta trat¨® de aliviar la penuria recurriendo a Duscher, lo mejor que ten¨ªa para oponer a la coraza de Floro, result¨® inevitable que la autoridad del Villarreal deviniese en tiran¨ªa. Los amarillos ya no soltaron m¨¢s la pelota. Y siguieron jugando como si el campo no tuviese porter¨ªas. Refugiado en su lado para lanzar el contragolpe, el Depor llev¨® m¨¢s peligro e incluso volvi¨® a rematar al palo con un zambombazo de Luque. Pero, con el asunto a punto de concluir, el Villarreal se acord¨® de la porter¨ªa.
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