"La ca¨ªda del muro empieza a ser real ahora"
Hijo de catalana y alem¨¢n, Daniel Br¨¹hl naci¨® en Barcelona en 1978. A pesar de que siendo un ni?o se traslad¨® con su familia a Colonia habla perfectamente castellano. "He viajado cada a?o a Espa?a a ver a mi familia. Por eso hablo suficientemente bien", aclara. Br¨¹hl es candidato por su trabajo en Good Bye, Lenin! como mejor actor de los Premios del Cine Europeo, que hoy se conceden en Berl¨ªn. La pel¨ªcula, candidata a cinco premios, parte como favorita. "Mi t¨ªo de Barcelona me llam¨® llorando cuando vio la pel¨ªcula. Me emocion¨® especialmente porque es un hombre muy grande y fuerte. Para m¨ª ha sido emocionante venir a Espa?a y ver los carteles de mi pel¨ªcula por todas partes".
Good Bye, Lenin!, la pel¨ªcula alemana m¨¢s taquillera de los ¨²ltimos a?os, rescata habilmente la iconograf¨ªa comunista y recupera los decorados perdidos de la Europa del Este. "Hoy existe nostalgia del Este, en Alemania est¨¢ de moda. Es una nostalgia que ha surgido recientemente", dice el joven actor, que vive en Berl¨ªn desde hace dos a?os. "Empec¨¦ a hacer teatro muy pronto, a los ocho a?os. Pero fue despu¨¦s del colegio, a los 16, cuando me dediqu¨¦ m¨¢s, doblando pel¨ªculas y en la radio".
"Me parezco al personaje de la pel¨ªcula porque es un mentiroso, como yo"
Hoy su carrera parece definitivamente enfilada: ha trabajado en Inglaterra (tambi¨¦n habla perfectamente ingl¨¦s) con Judi Dench y Maggie Smith en la pel¨ªcula Ladies in Lavendor; ha logrado el oscar alem¨¢n por su interpretaci¨®n de un esquizofr¨¦nico en El ruido blanco y el ¨¦xito de Good Bye, Lenin! parece imparable. "Pero no quiero irme de Berl¨ªn, me parece que es una ciudad privilegiada porque est¨¢ en contacto con ciudadanos de toda Europa, polacos, rusos... hay gente de todas partes".
En Good Bye, Lenin! una estatua de Lenin sobrevuela Berl¨ªn mientras el personaje que interpreta Daniel Br¨¹hl (Alex) busca desesperado por los mercadillos de la nueva Alemania unida fetiches comunistas para que su madre (comunista convencida) crea que nada ha cambiado en su mundo mientras ella estaba en coma. Protegida por sus hijos, la mujer vivir¨¢ su sue?o en un comunismo de decorado.
"La pel¨ªcula ha funcionado porque trata el tema a nivel muy emocional. La comedia y la tragedia est¨¢n equilibrados", dice el actor. Con la m¨²sica de Yann Tiersen (el mismo de Amelie) dando un tono ingenuo a la pel¨ªcula, Good Bye, Lenin! convierte en comedia -y luego en tragedia- la locura social, moral y est¨¦tica que supuso un pa¨ªs dividido por un muro. "Durante la ca¨ªda del muro yo estaba en Colonia, en el colegio. Recuerdo que lo discut¨ªamos, pero para nosotros, chicos del Oeste, no era algo demasiado importante. El Este estaba muy lejos, no ten¨ªamos nada que ver con ellos, recuerdo que nos gustaba burlarnos de aquella gente".
"La ca¨ªda del muro", contin¨²a el actor, "empieza a ser realidad ahora. Ahora es cuando empezamos a ser un solo pa¨ªs. La gente del Este ya no est¨¢ tan entusiasmada con el Oeste, la econom¨ªa no es tan fuerte y la nostalgia es evidente. Todo ha sido un poco triste".
Br¨¹lh asegura que se parece al personaje que interpreta, sentimental y c¨ªnico a la vez. "Me parezco a ¨¦l porque es un mentiroso, como yo. Me gusta mentir, siempre he mentido, a mi madre, a mi familia. Me gustaba asustar a mi madre. Jugaba a hacerme el muerto y cosas as¨ª. Entiendo el personaje de Alex porque yo tambi¨¦n mentir¨ªa para hacer feliz a mi madre".
El actor recuerda que el director de la pel¨ªcula, Wolfgang Becker, no le quer¨ªa porque quer¨ªa un chico del Este. "Yo sent¨ª una gran responsabilidad interpretando a este personaje. Quer¨ªa estar a la altura de lo que contaba. Me prepar¨¦ el acento berlin¨¦s con un profesor de di¨¢logo. Era importante tener un ligero acento dialectal. El director me dej¨® mucha m¨²sica de la RDA, que me llev¨¦ de vacaciones. Adem¨¢s, estudi¨¦ todos los acontecimientos hist¨®ricos. Me pareci¨® ¨²til trabajar con actores del Este que respond¨ªan a mis preguntas sobre c¨®mo se viv¨ªa entonces. Me contaron cosas que no se pueden aprender en los libros de historia, cosas que todav¨ªa hoy siguen sin tener respuestas".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.