"No hay diferencia entre robar un CD y piratearlo"

La pasi¨®n de Edgar Bronfman, Jr. por la celebridad y el glamour cambi¨® su perfil empresarial: de fabricante de bebidas a magnate de la industria del entretenimiento. El volumen de sus cuentas corrientes no puede siquiera cuantificarse. Su aspecto f¨ªsico es legendariamente impecable y su vida se ajusta al perfecto esplendor del multimillonario. En su tiempo libre compone canciones para Celine Dion.

A golpe de talonario, construy¨® uno de los mayores imperios del sector bajo el nombre de Universal. Dispuesto a engrandecer a¨²n m¨¢s su negocio, firm¨® una operaci¨®n de venta con Vivendi para comprobar inmediatamente que el acuerdo marcaba el principio del declive del grupo franc¨¦s. Intent¨® volver a comprar los activos de cine y televisi¨®n, pero perdi¨® la subasta frente a la NBC de General Electric.

"?sta es la base del mercado: siempre hay un comprador y siempre hay un vendedor"

"Cada tres meses hay una versi¨®n nueva de cualquier producto electr¨®nico de consumo"

Ahora, Bronfman regresa a los altares del sector con la compra de Warner Music, quiz¨¢ el principio de un nuevo imperio. Gan¨® a la brit¨¢nica EMI en esa lucha por la divisi¨®n musical de Time Warner. ?l y un grupo de inversores han pagado 2.600 millones de d¨®lares por un cat¨¢logo que incluye a leyendas como Led Zeppelin. 250 millones salieron de su propio bolsillo.

Pregunta. No parece que sea un buen momento para entrar en el negocio de la m¨²sica. ?Por qu¨¦ le interesaba Warner Music?

Respuesta. Existen varias razones. Est¨¢ la oportunidad de dirigir Warner Music de forma m¨¢s eficaz y centrarla m¨¢s en el desarrollo de artistas, y creo que la empresa puede aumentar su cuota de mercado en el sector. En segundo lugar, disponemos de proyecciones muy moderadas respecto a la industria musical, pero creemos que, incluso as¨ª, podemos obtener buenos resultados. La tercera raz¨®n es que un elemento importante de su valor es la edici¨®n musical (la gesti¨®n de derechos de autor), que no est¨¢ sufriendo tanto como la industria de la m¨²sica en general. Y, en cuarto lugar, creo verdaderamente que, con el tiempo, quiz¨¢ de aqu¨ª a tres o cinco a?os, las posibilidades que ofrece la distribuci¨®n digital de m¨²sica acabar¨¢n favoreciendo al sector. As¨ª que nos parece que, al final, la propia industria tendr¨¢ cierta mejor¨ªa.

P. Se ha hablado de una oferta por Warner / Chappel Music, la compa?¨ªa de ediciones musicales, por parte de Andrew Lloyd Webber, en Londres. ?Existe esa oferta? ?Tiene usted intenci¨®n de buscar socios para esa divisi¨®n?

R. No tengo planes de buscar socios ni me interesa vender ninguno de los activos del grupo Warner Music.

P. ?Existe alg¨²n truco m¨¢gico para conseguir unos inversores capaces de poner 2.600 millones de d¨®lares para comprar una empresa en un sector cuyas ventas disminuyen a?o a a?o?

R. Creo que nuestra compra se basa en un plan muy conservador y muy bien pensado. Entendemos bien lo que tenemos que hacer para mejorar el negocio. Adem¨¢s, quiero se?alar que Warner Music genera mucho dinero en efectivo. Es una empresa que mueve mucho dinero, con las grabaciones y con las ediciones musicales; eso nos permite financiar la compra y nos permitir¨¢ pagar la deuda con relativa rapidez.

P. Supongo que resulta dif¨ªcil entender que alguien quiera comprar una cosa de la que Time Warner est¨¢ deseando deshacerse. ?Qu¨¦ ve usted en Warner Music que no vea Time Warner?

R. En mi opini¨®n, ¨¦sa es la base del mercado: siempre hay un comprador y siempre hay un vendedor. Creo que Time Warner dijo que ten¨ªan otras prioridades como compa?¨ªa, ten¨ªan que ocuparse de su cuenta de resultados y abordar quiz¨¢ otras oportunidades estrat¨¦gicas en sectores en los que ya est¨¢n en cabeza.

P. ?Cree que el hecho de venderles Warner Music a ustedes y no a la brit¨¢nica EMI tiene algo que ver con el temor a que las leyes antimonopolio impidieran el otro acuerdo?

R. ?sa es una pregunta para Timer Warner, pero me parece, desde luego, que el hecho de que nuestra oferta tuviera cierta seguridad, frente a la incertidumbre que habr¨ªa creado el proceso regulador con la otra oferta, nos benefici¨®.

P. ?Qu¨¦ opina sobre la llamada "guerra de precios" de los CD? ?Cree que recortar los precios de los CD puede ser la clave para luchar contra la pirater¨ªa?

R. No me parece que los precios de los CD y la pirater¨ªa tengan mucha conexi¨®n. Si un CD que cuesta hoy 16 o 17 d¨®lares en Estados Unidos, ma?ana costase 12 o 14, la gente no se comportar¨ªa de otra forma en lo que respecta a la pirater¨ªa. Ahora bien, s¨ª estoy de acuerdo en que el sector tiene que garantizar -como todos los sectores del mercado- que la relaci¨®n entre el precio y el valor del producto sea convincente para los consumidores. Y, dado que existe un ambiente cada vez m¨¢s competitivo, por los videojuegos, los DVD y otros art¨ªculos que rivalizan por el consumidor, sobre todo en la franja de edad de los principales compradores de m¨²sica, creo que la relaci¨®n valor-precio es un aspecto que el sector necesita ajustar adecuadamente.

P. Habla usted de 16 o 17 d¨®lares por CD en Estados Unidos, pero lo cierto es que pueden encontrarse en cualquier tienda a 12, 11 e incluso 10 d¨®lares. ?Hay alguna manera l¨®gica de explicar por qu¨¦ ese mismo CD tiene un precio de 17 o 18 euros en las tiendas de Madrid?

R. En todo el mundo, en general, los art¨ªculos de consumo suelen tener distintos precios en distintos pa¨ªses seg¨²n los diferentes tipos de productos. Los precios de los CD en Europa suelen ser ligeramente superiores a los de Estados Unidos, pero Europa, francamente, es un mercado menos rentable. Estados Unidos es un solo pa¨ªs, Europa son muchos. Los sistemas de distribuci¨®n en Europa son m¨¢s costosos que en Estados Unidos.

P. ?Cree que emprender acciones legales es la forma apropiada de combatir la pirater¨ªa?

R. Creo que es una de las formas. No es la respuesta absoluta, pero desde luego apoyo las actuaciones severas contra la gente que est¨¢ robando la propiedad de nuestros artistas y de nosotros mismos. Si una persona entrase en su casa y le robara sus muebles, ?qu¨¦ le parecer¨ªa? No hay ninguna diferencia entre entrar en una tienda de discos, meterse cinco CD en el bolsillo y salir sin pagar, y descargarse 40 o 50 canciones de Internet. Un robo es un robo, y no s¨¦ qu¨¦ tiene de malo alzar la voz para decirlo. Pero, ¨¦sa no es m¨¢s que una parte de una soluci¨®n de conjunto que, sobre todo, debe incluir una alternativa s¨®lida y leg¨ªtima para el consumidor, para que pueda acceder digitalmente a la m¨²sica por m¨¦todos legales que le permitan conectar con la m¨²sica, consumir m¨²sica y escuchar m¨²sica de la manera que quiera.

P. Usted es tambi¨¦n compositor, escribe m¨²sica. ?Hasta qu¨¦ punto cree que la situaci¨®n que afronta hoy la industria musical procede de cierto grado de desilusi¨®n? Cada d¨ªa aparecen artistas nuevos con inmensas campa?as de marketing en torno a ellos, pero, al cabo de un par de a?os, desaparecen. ?No cree que los consumidores echan de menos lo aut¨¦ntico, cantantes y m¨²sicos genuinos?

R. Creo que la industria musical siempre se ha movido en ciclos, unos con grandes superestrellas y otros no. Pero me parece que se presta menos atenci¨®n al desarrollo de los artistas. Una de las cosas que pretendemos hacer en Warner es centrarnos m¨¢s en desarrollar artistas y construir carreras m¨¢s sostenibles, de larga duraci¨®n. Pero tambi¨¦n tengo que se?alar que, hoy d¨ªa, la gente tiene menos paciencia que antes. Hoy todo parece tener ciclos vitales m¨¢s cortos que hace 10 o 15 a?os. Ocurre con todo. Si fuera usted fabricante de productos de electr¨®nica de consumo, se tirar¨ªa de los pelos, porque cada tres meses hay una versi¨®n nueva de lo que sea.

P. Su dimisi¨®n en el Consejo de Administraci¨®n de Vivendi Universal llega tres a?os despu¨¦s de que vendiera Seagram, su empresa, al grupo franc¨¦s. ?Ha pasado el tiempo suficiente para comprender qu¨¦ fall¨® en ese acuerdo?

R. Yo dir¨ªa que, para m¨ª, ¨¦sta es una oportunidad de mirar hacia adelante, y no hacia atr¨¢s. En mi opini¨®n, el presidente Fourtou ha hecho una gran labor al restaurar la salud econ¨®mica de Vivendi. Creo que las perspectivas de Vivendi-Universal son muy s¨®lidas. Pero, mejor que detenerme en el pasado, me gustar¨ªa centrarme en el futuro.

P. Vivendi Universal, principal accionista de Canal Plus, acaba de ofrecer su primer trimestre con beneficios netos, bajo la presidencia de Jean-Ren¨¦ Fourtou. (La propietaria de EL PA?S, PRISA, tambi¨¦n tiene vinculaciones empresariales con Canal Plus). ?Hasta qu¨¦ punto se debe el ¨¦xito de Vivendi al sector de la televisi¨®n?

R. Creo que, en la actualidad, el sector de la televisi¨®n y Canal Plus son elementos muy importantes dentro de Vivendi. Pero la importancia de la televisi¨®n para ellos en el futuro est¨¢ todav¨ªa por ver, porque Foutou y el Consejo de Administraci¨®n todav¨ªa no han establecido una estrategia a largo plazo para Vivendi. Sabremos algo m¨¢s sobre esa importancia de la televisi¨®n para Vivendi cuando decidan anunciar esa estrategia.

P. ?Prev¨¦ grandes cambios en la industria de los medios de comunicaci¨®n, sobre todo en Europa? ?O est¨¢ de acuerdo con quienes afirman que, en Europa, todo est¨¢ ya m¨¢s o menos establecido?

R. No, creo que seguir¨¢ habiendo cambios, porque, en mi opini¨®n, la tecnolog¨ªa obligar¨¢ a establecer todo tipo de nuevos paradigmas en el sector de los medios y, francamente, muchos otros sectores. Y cuando se desarrollan nuevos modelos empresariales y se crean nuevos paradigmas, suelen generarse bastantes cambios en los sectores industriales. Me da la impresi¨®n de que el cambio va a ser un factor constante.