Constitucional
Sostiene el presidente Camps que la Constituci¨®n no admite "interpretaciones". Lo hace al defender la interpretaci¨®n inmovilista que el PP aplica a la ley fundamental en un momento en que arrecia en la pol¨ªtica espa?ola el debate sobre la conveniencia de reformas para modernizar el pacto de hace 25 a?os, sobre todo en el terreno de la estructura territorial del Estado. El debate cuenta, seg¨²n los sondeos, con una acogida sensata de la opini¨®n p¨²blica cuando el mismo rey Juan Carlos advierte de que "nadie puede arrogarse en exclusiva, como propia", la Carta Magna. Al fin y al cabo, los constituyentes de 1978 no pretendieron cerrar Espa?a sino justamente abrirla al porvenir. Por eso el ciudadano es proclive a responder: "hablemos". El disciplinado alineamiento de Camps con la ortodoxia de su partido puede tener explicaciones coyunturales, dada la inestabilidad que las maniobras de sucesi¨®n, en Madrid y en Valencia, han provocado en las filas populares, pero no deja de ser decepcionante desde el punto de vista del poder valenciano, de las opciones de una comunidad aut¨®noma que deber¨ªa tener hoy m¨¢s protagonismo que el que le depar¨® la convulsa transici¨®n a la democracia. En todo caso, para interpretaciones y relecturas, las del Tribunal Constitucional durante un cuarto de siglo. Ma?ana, por ejemplo, se inaugurar¨¢ en Valencia, con motivo del aniversario de la Constituci¨®n, una exposici¨®n centrada en su art¨ªculo 20, aquel que se refiere a la libertad de expresi¨®n y el derecho a la informaci¨®n, que deber¨ªa iluminar (aunque lo dudo) el calado de los conflictos dilucidados dentro y fuera de los tribunales en una materia tan sensible. Interpretaciones y relecturas, confrontaciones institucionales, pactos y debates de todo tipo han configurado nuestro marco de convivencia, sometido a tensiones que no pueden obviarse. Tarde o temprano, el PP tendr¨¢ que abrir la mano de la intransigencia. Es ley de vida pol¨ªtica. Y entonces, disciplinadamente, en el Palau de la Generalitat se cambiar¨¢ el discurso porque Camps ha elegido un papel de comparsa para el episodio. Tal vez los valencianos merec¨ªamos algo m¨¢s: un poco de audacia y de talento hist¨®rico. ?Qui¨¦n sabe!
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