...y quer¨ªa ser del PSOE
Desde hace tiempo la superficie del vaso est¨¢ tensa. La paciencia andaluza vibra en el v¨¦rtigo. Las ¨²ltimas gotas que caen se quedan un instante tr¨¦mulas, expanden sus ondas entrecruzadas, dialogan entre s¨ª: ?nos despe?amos ya o esperamos a la pr¨®xima? Un ¨²ltimo sentido, un miedo al cataclismo quiz¨¢s, las hace contenerse, abombar otra mil¨¦sima la inestable textura de la indignaci¨®n. La semana pasada cay¨® esa gota que podr¨ªa ser la que faltaba. La ¨²ltima jugarreta, por ahora, del PP: el dinero que queda este a?o para pol¨ªticas de empleo (formaci¨®n para varios miles de j¨®venes andaluces, no precisamente hijos de pap¨¢) ir¨¢n a parar en proporci¨®n caudalosa a los ayuntamientos gobernados por la derecha: un 45%, cuando s¨®lo tiene el 20% (147 municipios). El resto, a repartirse entre los de izquierda y los mirones: 37,5% para el PSOE (448 municipios), 11% para IU (83 municipios), y las migajas para el PA. Y que todos se vayan acostumbrando al chasquido del l¨¢tigo y al brillo voraz de los alfanjes.
El consejero Viera, de natural templado, ha llamado a todo eso, sin m¨¢s, "pirater¨ªa". No es dif¨ªcil imaginar qui¨¦n empu?a, ora el l¨¢tigo, ora la cimitarra, en la cubierta de ese barco a la deriva (l¨¦ase PP de Andaluc¨ªa). Incluso de la propia secretar¨ªa general del sobrecargo Zaplana ha trascendido, entre susurros: Estamos maniatados. Todo viene ordenado de all¨ª. Y se?alan, medrosos, a la parte Sur. Otros de la misma cuerda, a?aden: '?se' y la 'HiperTeo' nos llevan derecho al hurac¨¢n. Pues curiosa manera de navegar tienen. En lugar de buscarse abrigo en la borrasca, fustigan a la tripulaci¨®n y multiplican el rancho a los oficiales.
Don Javier Arenas, que es como se llama el due?o del l¨¢tigo, es un experto en disfraces variopintos. Ahora lleva una temporada con la man¨ªa del pa?uelo a la cabeza, el parche en el ojo y el lorito al hombro. ?ste repite sin cesar gangosas impertinencias, aprendidas en el camarote del nuevo contramaestre, un tal Rajoy. No se pueden reproducir, pero sus destinatarios somos siempre los rebeldes turdetanos y romanos de la B¨¦tica que no nos da la gana votarles. Ya les digo que esa afici¨®n a los disfraces le viene a Arenas de antiguo. En 1985, cuando navegaba en otro buque en zozobra, el de la oposici¨®n AP-PDL del Ayuntamiento de Sevilla, inviable rebujina de franquistas y dem¨®cratas cristianos, quiso cambiar de camarote en plena traves¨ªa. Listo a nacionalizar la banca, entre otras monadas, pidi¨® formalmente enrolarse en la oficialidad del PSOE. Mas como aqu¨ª le dieran calabazas, al d¨ªa siguiente, en el mismo restaurante y a la misma hora, pidi¨® la entrada en el PA, esta vez con disfraz andalucista. Distintas fuentes aseguran que un Rojas Marcos conmovido se la dio antes incluso de llegar a los postres. Pero ¨¦l, el del l¨¢tigo, no era eso lo que quer¨ªa, sino alertar a su almirantazgo. ?ste reaccion¨® enseguida, prometi¨¦ndole el oro del futuro. Del moro, ya hablar¨ªan. Y ah¨ª lo tienen, en un bajel de aspecto oficial, recorriendo cada fin de semana las costas de Berber¨ªa, rugiendo amenazas y pegando ca?onazos de mentiras. Pero hay que comprenderlo. Es como un ni?o. Le encantan los disfraces.
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