Tiempo de fantasmas

Asistimos at¨®nitos al despliegue de medios por parte del PP para hacer volver im¨¢genes del pasado, miedos del pasado. El retorno de los fantasmas aparentemente ocultos en el subconsciente se manifiesta en las acciones de un Gobierno que d¨ªa a d¨ªa oculta en la fase preverbal su alma retr¨®grada y despreciadora de los que lucharon contra el franquismo, mientras que, con la verborrea y los condicionales, utiliza las pensiones, la demagogia y la descalificaci¨®n sistem¨¢tica como amenaza constante a nuestra convivencia. Su propio olor a naftalina confunde su olfato en el momento de descalificar el homenaje a los ex presos pol¨ªticos. ?Existen los fantasmas o los crea nuestra imaginaci¨®n para hacer aflorar nuestros miedos? El miedo a ERC, a los nuevamente denominados de forma unilateral comunistas y a los socialistas apu?alados por todos los lados, pretende conseguir un frente inexistente, el frente del miedo al cambio, del miedo a la diversidad , del miedo a la diferencia, del miedo a las pol¨ªticas p¨²blicas que luchen contra la desigualdad, porque el propio acervo pol¨ªtico s¨®lo quiere conservar los privilegios de unos cuantos o taparse las verg¨¹enzas (l¨¦ase Prestige, AVE, guerra del Irak, Gescartera, crecimiento de las mafias y asesinatos). Su m¨¢xima es: "Hablemos de miedo y continuemos provoc¨¢ndolo".

La estrategia del miedo orquestada por la derecha tiende a minar la convivencia y la cohesi¨®n social

De estrategias para provocar el miedo y dinamitar la convivencia con calumnias y falsedades tambi¨¦n saben mucho los dirigentes de CiU, que dan por muerto al PSC durante la campa?a y en su miop¨ªa no ven que es el ¨²nico partido con lazos de amistad y federado con el resto de los socialistas de Espa?a. A la solidaridad la llaman dependencia, y a los que constituyen lazos de convivencia, traidores a la patria. Mientras, con la otra mano votan por dos veces la investidura de Aznar y los presupuestos de ocho a?os y se van recortando las competencias auton¨®micas. Despu¨¦s de haber dicho las barbaridades de la campa?a, ?a qu¨¦ viene desear un Gobierno con el PSC?, ?acaso han desaparecido los fantasmas que enarbolaron durante a?os?, ?o ser¨¢n fantasmas que s¨®lo exist¨ªan en su imaginaci¨®n?

El fil¨®sofo esloveno Slavoj Zizek ya nos aclara que "lo que encontramos en el n¨²cleo mismo del fantasma es la relaci¨®n con el deseo del otro". Los fantasmas que quieren enturbiar la convivencia de la sociedad catalana y la posibilidad de abrir conversaciones serenas, tranquilas y profundas sobre nuestro futuro son provocados por quienes, amn¨¦sicos precisamente de memoria hist¨®rica, pretenden colocar sus etiquetas mentales a unos grupos pol¨ªticos que, por ser vivos y pensantes, han evolucionado en el tiempo y representan una realidad muy distinta de la de hace 15 o 50 a?os.

Cuando, pleno tras pleno, el presidente saliente recordaba como ¨²nico argumento "el pecado original" de los socialistas, cre¨ªa que pod¨ªa congelar con su deseo la evoluci¨®n de un partido y de sus alianzas. Lo mismo intenta hacer el PP con ERC, y lo ¨²nico que consigue es que su deseo de aniquilaci¨®n medi¨¢tico engrose cada vez m¨¢s las filas de la formaci¨®n catalana.

Que los socialistas catalanes y Pasqual Maragall a su cabeza aboguen de forma clara y decidida por un cambio social en Catalu?a que est¨¢ basado en los derechos de toda la ciudadan¨ªa (recordando que la tolerancia cero frente a la violencia contra las mujeres es tambi¨¦n un derecho de ciudadan¨ªa) no nos separa, sino que nos une con ICV y ERC. El verdadero patriotismo respeta, mejora y desarrolla la vida cotidiana de sus ciudadanos y ciudadanas, no vive de espaldas a sus necesidades acuciantes o aumenta la desigualdad de sus territorios. ?D¨®nde est¨¢ el programa social sobre el que llegar a acuerdos?

?"Ya nos lo dir¨¢ la gente", como respondi¨® Josep Piqu¨¦ por televisi¨®n?

?Por qu¨¦ en lugar de querer aplazar decisiones hasta marzo o pedir elecciones anticipadas, como ha hecho el PP, no dejan que por primera vez en muchos a?os se pueda realizar el pacto social en Catalu?a, que s¨®lo excluya para su rehabilitaci¨®n a quienes sistem¨¢ticamente han excluido al resto de la ciudadan¨ªa catalana que no era de su partido? Continuar igual es m¨¢s de lo mismo y un retroceso para Catalu?a. Invocar fantasmas y miedos puede confundir moment¨¢neamente a los que no est¨¦n bien informados, pero no a los que conocen la realidad.

Las pol¨ªticas p¨²blicas aplicadas para superar las desigualdades en salud, en educaci¨®n o en acceso al trabajo har¨¢n desaparecer los fantasmas y diluir¨¢n las amenazas de quien las propaga. Pero hay que dejar que las conversaciones contin¨²en y que nadie pretenda que cuatro esca?os representen a una mayor¨ªa. Si dejamos de confundir deseos y realidades, los mismos programas pol¨ªticos nos dar¨¢n la luz del pacto social, seguro, equilibrado y progresista que desvanezca los fantasmas del pasado.

Carme Valls i Llobet es diputada de Socialistes-Ciutadans pel Canvi.