El imam de Fuengirola se escuda en el Cor¨¢n para justificar el maltrato a mujeres
Mohamed Kamal declara en el juicio que negar la doctrina del libro sagrado ser¨ªa una herej¨ªa
Kamal se sienta en el banquillo acusado de un delito de discriminaci¨®n contra las personas por raz¨®n de sexo, previsto en el art¨ªculo 510.1 del C¨®digo Penal. La fiscal¨ªa solicita para ¨¦l tres a?os de prisi¨®n, el m¨¢ximo posible, adem¨¢s de una multa de 10.800 euros. La acusaci¨®n particular, ejercida por la abogada Mar¨ªa Jos¨¦ Varela en nombre de un centenar de asociaciones de mujeres, pide dos a?os de c¨¢rcel. Precisamente fue la querella presentada por esas asociaciones la que motiv¨® el proceso penal que desemboc¨® en el juicio de ayer
La tesis de las acusaciones es que el libro La mujer en el islam justifica la violencia f¨ªsica y ps¨ªquica contra las mujeres y la sumisi¨®n de ¨¦stas al hombre. Posiblemente el cap¨ªtulo m¨¢s pol¨¦mico es el que lleva por nombre Malos tratos, dentro de un apartado gen¨¦rico titulado Cuestiones dudosas. As¨ª, en la obra se explica que cuando un hombre golpee a una mujer, "los golpes se han de administrar en unas partes concretas del cuerpo como los pies o las manos, debiendo utilizar una vara no demasiado gruesa. Es decir, ha de ser fina y ligera para que no deje cicatrices o hematomas en el cuerpo". M¨¢s adelante se dice: "Los golpes no han de ser fuertes ni duros, porque la finalidad es hacer sufrir psicol¨®gicamente y no humillar y maltratar f¨ªsicamente".
19 fuentes
Durante su declaraci¨®n ante el titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 3 de Barcelona, el imam reconoci¨® haber escrito estas y otras expresiones, pero se justific¨® diciendo que no son palabras suyas, sino recogidas en la sunna, la doctrina que interpreta el Cor¨¢n a partir de "19 fuentes", como "la palabra del profeta (Mahoma), los sabios antiguos y sus descendientes". Seg¨²n Mohamed Kamal, con esa obra s¨®lo pretendi¨® "poner unas limitaciones" a esa interpretaci¨®n religiosa del Cor¨¢n. Unas limitaciones, a?adi¨®, que ya puso tambi¨¦n el profeta hace 14 siglos, "porque en el mundo isl¨¢mico el hombre mata a la mujer", a?adi¨® el imamam. En su opini¨®n, ni ¨¦l ni ning¨²n musulm¨¢n pueden negar el Cor¨¢n "porque ser¨ªa una herej¨ªa". En otro momento de su declaraci¨®n, afirm¨®: "Mi opini¨®n es otra", y record¨® el caso de Salman Rushdie, perseguido por "todos los pa¨ªses isl¨¢micos".
La mujer en el islam fue editada en 1997 por La Casa del Libro ?rabe en Barcelona y se imprimieron 1.668 ejemplares. Un total de 1.500 se remitieron al Centro Isl¨¢mico Sohail, en la mezquita de Fuengirola; 128, al Centro Isl¨¢mico de Madrid, para su distribuci¨®n en la mezquita de la M-30, y otros 40 se quedaron en Barcelona. Mohwafak Kanfach, el propietario de esa librer¨ªa, declar¨® ayer como testigo que no hab¨ªa le¨ªdo el libro, pero que despu¨¦s de la pol¨¦mica que se suscit¨® tras su publicaci¨®n envi¨® una nota de aclaraci¨®n de tres folios con cada obra. "?Volver¨ªa a publicar la obra?", le pregunt¨® el magistrado Juan Pedro Yllanes. "Si la pol¨¦mica se aclarase muy bien, la volver¨ªa a publicar".
En otro momento del libro el imam escribe: "No se debe golpear las partes sensibles del cuerpo" y "nunca se debe pegar en una situaci¨®n de furia exacerbada y ciega para evitar males mayores". El imam afirma tambi¨¦n que "el testimonio de un hombre vale el testimonio de dos mujeres" y que "en la familia s¨®lo cabe una autoridad suprema que pueda zanjar las divergencias e impedir el desorden y que ¨¦sta la ostentar¨¢ el hombre".
Mohamed Kamal, de 43 a?os, lleva varios establecido como imam de Fuengirola, pero desde 1996 es tambi¨¦n consejero de la Federaci¨®n de Entidades Religiosas de Espa?a. Eso le confiere, seg¨²n la fiscal¨ªa, una "capacidad de influencia" que el mismo imam admiti¨® ayer en el juicio cuando respondi¨® afirmativamente a la pregunta de si es un "l¨ªder espiritual" que "orienta y aconseja a sus fieles". Kamal explic¨® que ha escrito 17 libros de distintos temas relacionados con el islam y que la pol¨¦mica obra se difundi¨® en 14 colegios isl¨¢micos de la Costa del Sol. Una manifestaci¨®n de la capacidad de influencia que tiene el imam la revel¨® ¨¦l mismo cuando dijo que ¨¦l fue la persona que nombr¨® a los 23 profesores, todos mujeres, que deb¨ªan impartir clases en esas escuelas.
La mujer en el islam, explic¨® el acusado, va dirigido precisamente a las mujeres y es "un intento de modernizar el Cor¨¢n". En su opini¨®n, la obra es comparable "al serm¨®n de un cura en su parroquia" y a?adi¨® que "el islam ha dado m¨¢s derechos a las mujeres que otros pensamientos". La testigo de la acusaci¨®n popular Marial Cabezo, presidenta de la Asociaci¨®n Cultural Inshallah, declar¨® que el libro no refleja la posici¨®n del islam respecto a las mujeres porque "el profeta jam¨¢s justific¨® la violencia" y que puede llevar a confusi¨®n e inducir a los malos tratos.
"Yo no soy Cervantes"
?Justifica o no el Cor¨¢n que el hombre golpee a la mujer? Esa es la pregunta que ayer no qued¨® clara. Jos¨¦ Luis Bravo, el abogado del imam, cit¨® en numerosas ocasiones una edici¨®n de ese libro sagrado en cuyo vers¨ªculo 34 se dice: "Aquellas cuya rebeld¨ªa tem¨¢is, amonestadlas, no os acost¨¦is con ellas, pegadlas".
El letrado record¨® tambi¨¦n varios p¨¢rrafos de diversos libros escritos por l¨ªderes espirituales del islam seg¨²n los cuales el castigo f¨ªsico nunca ha de ser de gran violencia y se ha de ejercer incluso "con un mondadientes".
Las acusaciones, por el contrario, afirman que el Cor¨¢n no justifica la violencia contra las mujeres. As¨ª lo dijo tambi¨¦n el testigo de la acusaci¨®n Jes¨²s Flores, secretario de la Federaci¨®n Espa?ola de Entidades Religiosas Isl¨¢micas, quien asegur¨® que el Cor¨¢n ha sido traducido por innumerables autores y que cada uno lo ha hecho a su manera. Al final de su declaraci¨®n y ante la confusi¨®n creada, el juez fue muy expl¨ªcito acerca de c¨®mo actuar¨¢ para salir de dudas: "Recomi¨¦ndeme usted tres ediciones del Cor¨¢n". El testigo se permiti¨® frivolizar aconsej¨¢ndole una en ¨¢rabe y otra que empezar¨¢ a escribir ¨¦l dentro de unos meses. "Yo no s¨¦ ¨¢rabe y no estoy para bromas", le replic¨® el juez. Y se acab¨® la declaraci¨®n.
De las casi cinco horas de juicio qued¨® claro que la palabra en discordia es daraba. Seg¨²n la defensa, significa golpear, y as¨ª se entiende que el Cor¨¢n justifique los malos tratos en el citado vers¨ªculo 34. Pero Flores, que es licenciado en Filolog¨ªa, adem¨¢s de vocal de la Comisi¨®n Isl¨¢mica en Espa?a, el m¨¢ximo ¨®rgano de respresentaci¨®n de los musulmanes ante el Estado espa?ol, considera que no, que daraba es un verbo polis¨¦mico que puede significar incluso hacer el amor. La defensa advirti¨® entonces de la contradicci¨®n que supondr¨ªa que en el mismo vers¨ªculo se aconsejase no acostarse con una mujer y, al mismo tiempo, hacer el amor con ella.
En algunos momentos el interrogatorio de Flores se torn¨® grotesco, hasta que el juez lo zanj¨®: "Dejemos la teolog¨ªa isl¨¢mica". Mucho antes, el imam ya hab¨ªa advertido: "Yo no soy Cervantes y lo que escrib¨ª lo dijo literalmente el profeta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.