1.200 alumnas con velo provocan un gran debate sobre el laicismo en Francia
Un comit¨¦ de sabios propone hoy actuaciones contra la alienaci¨®n de las mujeres
Una comisi¨®n de expertos entregar¨¢ hoy al presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, el informe en el que recomienda medidas concretas para afirmar el laicismo en las instituciones de la Rep¨²blica. La cuesti¨®n se ha convertido en el asunto n¨²mero uno de la pol¨ªtica francesa a partir de un dato: hay 1.256 chicas que usan el velo isl¨¢mico, en alguna de sus diversas formas, en una poblaci¨®n escolar de m¨¢s de 12 millones de alumnos. Algunos centros hacen la vista gorda ante la cuesti¨®n, pero en otros se expulsa a las alumnas que insisten en llevar la cabeza cubierta.
En lo que va de curso, tres alumnas han sido expulsadas en Francia de sus centros y otras tres han sido retiradas por sus familias ante las presiones de la comunidad escolar para que se quitaran el velo.
El n¨²mero fue revelado por el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, como prueba de que ser¨ªa inoportuno prohibir la exhibici¨®n de todo signo religioso para abordar un n¨²mero de problemas relativamente reducido. Otros sectores consideran que Sarkozy subestima la realidad y que s¨®lo en la regi¨®n de Par¨ªs hay m¨¢s de un millar de estudiantes con velo. Muchos de los casos se producen en silencio, bien porque interviene la mediadora del Ministerio de Educaci¨®n, bien porque muchos centros prefieren hacer la vista gorda al velo y a las excusas de algunas chicas para librarse de la gimnasia y los deportes.
Sarkozy, el m¨¢s popular de todos los miembros del Gobierno de Par¨ªs, defiende adem¨¢s el nombramiento de un prefecto (delegado del Gobierno) musulm¨¢n como gesto dirigido a la integraci¨®n de la nutrida minor¨ªa musulmana, estimada entre cuatro y cinco millones de personas en un pa¨ªs de 60 millones de habitantes. Criticado por tales medidas en su propio campo pol¨ªtico, el ministro anunci¨® ayer el cierre de una guarder¨ªa y un centro de preescolar "ilegales, de inspiraci¨®n salafista", como gesto de autoridad.
Si la divisi¨®n es evidente en el seno de la derecha, lo cierto es que fueron dos ex ministros socialistas Jack Lang y Laurent Fabius los primeros que exigieron una legislaci¨®n espec¨ªfica contra los signos religiosos en la escuela p¨²blica, lanzando el debate de si se est¨¢ haciendo lo necesario para defender el laicismo como la construcci¨®n hist¨®rica en que se apoya la Rep¨²blica francesa.
Todo depende ahora del presidente Chirac, que ha intentado rodear la decisi¨®n con la autoridad moral atribuida a los sabios. Para ello nombr¨® una comisi¨®n de 20 expertos, de la que forman parte desde el historiador cat¨®lico Ren¨¦ R¨¦mond al islam¨®logo Mohamed Arkoun o la propia mediadora en los problemas del velo, Hanifa Ch¨¦rifi. Ese comit¨¦ ha trabajado durante todo el oto?o para realizar el dictamen que entregar¨¢ hoy al presidente de la Rep¨²blica. Adem¨¢s, una comisi¨®n de la Asamblea Nacional ha recabado numerosos testimonios sobre alumnas que se niegan a ser examinadas por profesores varones y mujeres que exigen recibir atenci¨®n m¨¦dica s¨®lo de doctoras.
Si no una ley represora, es probable que los sabios pidan un rearme general del Estado frente a la explotaci¨®n de los signos religiosos. En una de sus escasas declaraciones, el presidente de ese comit¨¦, Bernard Stasi, coincidi¨® con los que piensan que el velo isl¨¢mico es "objetivamente un signo de alienaci¨®n de la mujer" y que muchas de las chicas que lo llevan lo hacen bajo la presi¨®n de sus familias o grupos concretos.
El debate pol¨ªtico se concentra en la oportunidad de prohibir los signos religiosos en la escuela, pero el contencioso se desplaza a los centros de trabajo. El lunes pasado, una asistente social fue suspendida de empleo por nueve meses en el Ayuntamiento de Par¨ªs (dominado por la izquierda), a causa de su insistencia en llevar el velo isl¨¢mico y de negarse a estrechar la mano a los hombres.
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