Una sociedad en l¨®gica de guerra
El soci¨®logo Alain Touraine plantea una nueva etapa social marcada por el choque de identidades ligadas al sexo, etnia o religi¨®n
La sociedad tal y como la conocemos en los ¨²ltimos 200 a?os ha cambiado. El modelo al que dieron paso las revoluciones liberales que se extendieron por Holanda, el Reino Unido, los Estados Unidos y que desembocaron en la francesa de 1789, con el Estado del Bienestar que se alcanz¨® tras a?os de esfuerzo del movimiento obrero como conquista ¨²ltima, se extingue, seg¨²n apunt¨® ayer Alain Touraine en una jornada organizada por la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia y la Consejer¨ªa de Bienestar Social para abordar El devenir del Estado de Bienestar. "La modernidad consisti¨® en reemplazar lo que uno era por lo que hac¨ªa, y esto fue v¨¢lido en los ¨²ltimos dos siglos pero ya no", coment¨® ayer Touraine, ahora las categor¨ªas sociales -pertenencia a la clase obrera o trabajadora, la izquierda o la derecha- han sido remplazadas por las culturales -ser hombre o mujer, jud¨ªo o ¨¢rabe-, se?al¨® el soci¨®logo, por lo que los individuos vuelven a definirse a partir de lo que son, a trav¨¦s de criterios de etnicidad, sexo o religi¨®n, "categor¨ªas b¨¦licas", de enfrentamiento, que est¨¢n potenciando una l¨®gica de guerra en todo el mundo y forzando a una identificaci¨®n de los individuos y colectividades en conceptos de amigo o enemigo.
"La modernidad fue reemplazar lo que uno era por lo que hac¨ªa; eso ha desaparecido"
"La soluci¨®n pasa por impulsar el respeto, la comunicaci¨®n y el entendimiento"
Touraine record¨® que pese a lo extendido del concepto tradicional de sociedad construido a partir de categor¨ªas socioecon¨®micas, antes hubo otro modelo, una visi¨®n basada en ideas pol¨ªticas. Desde Maquiavelo a Tocqueville, entre el siglo XV y las revoluciones liberales del siglo XVIII, prim¨® la visi¨®n pol¨ªtica, la creaci¨®n de las monarqu¨ªas autoritarias y luego absolutas, los estados-naci¨®n y cuestiones relacionadas con el reconocimiento de la soberan¨ªa o la articulaci¨®n legal de los pa¨ªses. El siguiente estadio fue la visi¨®n social vertebrada en las categor¨ªas socioecon¨®micas cuya etapa final vino marcada por el Estado del Bienestar, "un subproducto del movimiento obrero que institucionaliz¨® y logr¨® convertir las protestas laborales en leyes reguladoras del trabajo y convenios colectivos". Adem¨¢s, se produjo, coincidiendo con la posguerra europea una conciencia estatal de redistribuci¨®n de riqueza y el convencimiento de que "la intervenci¨®n del estado era un factor de integraci¨®n social". Todo ello condujo al reforzamiento del estado y la fe de que la extensi¨®n del progreso cient¨ªfico y tecnol¨®gico a todos los pa¨ªses acabar¨ªa con las desigualdades. Sin embargo, a partir de la d¨¦cada de 1970 se produjo una vuelta al capitalismo y una "desvinculaci¨®n de la econom¨ªa de los factores de decisi¨®n no pol¨ªticos", especialmente agudizada "entre la ca¨ªda del muro [de Berl¨ªn en 1989] y de las Torres Gemelas [en septiembre de 2001]" en la que se impuso una visi¨®n "casi puramente economicista del mundo".
Esta situaci¨®n, apunt¨® Touraine, se tradujo en "aspectos muy negativos" como el crecimiento de la desigualdad, de la exclusi¨®n social y la marginalidad, que afloraron de forma paralela a la reducci¨®n del papel del Estado. "Ahora, estamos pasando de esta situaci¨®n de p¨¦rdida de peso estatal a otra cosa". Es a lo que Touraine se refiri¨® ayer como "la debilidad creciente de lo que en los Estados Unidos y Francia se denomin¨® la naci¨®n o la rep¨²blica" y que en otros pa¨ªses era simplemente la sociedad y "lo que es m¨¢s importante, la desaparici¨®n de cualquier sistema social dentro del cual se pueda ubicar la desigualdad". Una de las consecuencias m¨¢s visibles de esta situaci¨®n es para el soci¨®logo franc¨¦s la creaci¨®n de un mundo marcado por la ruptura y la divisi¨®n "en el que las ¨²nicas categor¨ªas que se mantienen son las de amigo y enemigo". Touraine puso el ejemplo de un fen¨®meno cada vez m¨¢s extendido en los liceos de ense?anza francesa. Los alumnos israelies y los ¨¢rabes se agrupan entre ellos, se insultan y se a¨ªslan unos respecto a los otros de forma que en la clase se evitan y se sientan en los extremos de las clases, separados por el resto de los escolares. "Esto no hab¨ªa pasado nunca, ni en las guerras ¨¢rabe-israel¨ªes, ni en la primera intifada", coment¨®.
"De acuerdo con esta hip¨®tesis de trabajo", la noci¨®n de bienestar "pierde contenido", para Touraine. Entonces, "?cu¨¢l puede ser la meta de una pol¨ªtica de bienestar?". El profesor de Ciencias Sociales de la Escuela de Estudios Superiores de Par¨ªs coment¨® que una soluci¨®n pasa por impulsar la comunicaci¨®n y el entendimiento: "lo que la gente necesita hoy m¨¢s que dinero es respeto", es decir "que me respeten con mi identidad y el conjunto de ra¨ªces y proyectos que tengo". Lo que no est¨¢ tan claro es qui¨¦n jugar¨¢ el papel del movimiento obrero en esta nueva sociedad: "No ser¨¢ una fuerza en t¨¦rminos sociales ni pol¨ªticos, que ya no se movilizan, sino cultural". Touraine apunt¨® hacia las mujeres y su capacidad en los ¨²ltimos a?os de reunificar lo que hab¨ªa sido separado: lo privado y lo p¨²blico; el cuerpo y el esp¨ªritu, la vida familiar y la laboral.
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