El imperialismo de las palomas
El n¨²cleo de este nuevo libro de Michael Ignatieff -entregado a la imprenta en las v¨ªsperas de la ocupaci¨®n militar de Irak- son tres apasionantes reportajes sobre la marcha de los procesos de "construcci¨®n nacional" (la expresi¨®n tiene un significado pol¨ªtico-acad¨¦mico preciso) en Bosnia, Kosovo y Afganist¨¢n, pa¨ªses que han servido de escenario a la peculiar amalgama forjada en nuestros d¨ªas por el poder imperial y la intervenci¨®n humanitaria. El talento narrativo, la buena informaci¨®n y la agudeza perceptiva de este intelectual canadiense con m¨²ltiples vocaciones -periodista, profesor y novelista- logran una pieza maestra al relatar la reconstrucci¨®n, financiada con la ayuda internacional y a cargo de un ingeniero franc¨¦s, del bello puente de Mostar sobre el r¨ªo Neretva, erigido en 1566 por el ingeniero Hayreddin durante el imperio otomano y destruido en la guerra de Bosnia por los paramilitares croatas. El reportaje sobre el Kosovo posterior a la intervenci¨®n de la OTAN contiene a la vez p¨¢ginas humor¨ªsticas (a costa de la narcisista figura de Bernadard Kouchner, alto representante del secretario general de Naciones Unidas) y descripciones desoladoras del vengativo comportamiento con sus derrotados opresores de los sojuzgados victoriosos: "?De qu¨¦ sirve ayudar a la gente a ser libre si ¨¦sta emplea la libertad para perseguir a sus antiguos perseguidores? El gui¨®n moral que justifica las intervenciones humanitarias exige v¨ªctimas nobles, pero los kosovares no lo est¨¢n siguiendo". El cap¨ªtulo dedicado a la situaci¨®n de Afganist¨¢n en 2003 incluye la vivaz estampa de unas negociaciones emprendidas a cara de perro en Mazar -la segunda ciudad del pa¨ªs- entre dos inquietante se?ores de la guerra, en pugna por el control de la regi¨®n; no menos logradas son las descripciones de la vida en Kabul, transformada para las organizaciones no gubernamentales financiadas con fondos internacionales en un equivalente de la Klondike de la carrera del oro.
EL NUEVO IMPERIO AMERICANO
Michael Ignatieff
Traducci¨®n de Francisco Beltr¨¢n Adell
Paid¨®s. Barcelona, 2003
120 p¨¢ginas. 8,50 euros
Bosnia, Kosovo y Afganist¨¢n
sirven a Ignatieff como ilustraci¨®n y como pretexto para seguir profundizando una l¨ªnea de reflexi¨®n apuntada ya en otras dos obras anteriores, tambi¨¦n publicadas en castellano por Paid¨®s este mismo a?o: Los derechos humanos como pol¨ªtica e idolatr¨ªa y Guerra
virtual. Se trata de la cobertura moral dada por las teor¨ªas justificadoras de las intervenciones humanitarias a los proyectos estrat¨¦gicos del imperialismo estadounidense para consolidar su hegemon¨ªa y para garantizar la estabilidad y la seguridad de ¨¢reas conflictivas. El propio Ignatieff (galardonado en 2003 con el Premio Hannah Arendt de la Fundaci¨®n Henrich B?ll) es consciente de los conflictos que le plantea intelectual y ecomocionalmente -como defensor de la idea seg¨²n la cual todas las personas son iguales y todos los pa¨ªses tienen derecho a gobernarse libres de la interferencia extranjera- su cautelosa aprobaci¨®n de ese imperio humanitario: "A nadie le gustan los imperios pero hay algunos problemas para los que s¨®lo existen soluciones imperiales". El marco hist¨®rico de esa paradoja es la crisis generalizada del orden estatal tras el proceso de descolonizaci¨®n de la posguerra y la implosi¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El nuevo imperialismo light americano ser¨ªa -desde esa perspectiva- un intento de restablecer la seguridad mundial amenazada por las quiebras de los Estados fallidos y por los desaf¨ªos de los Estados canallas. Pero la l¨®gica
del inter¨¦s propio imperialista s¨®lo reclama el apoyo adicional de la l¨®gica de los derechos humanos mientras ambas sean compatibles; el universalismo moral justificador de las intervenciones en Ruanda, Somalia, Bosnia o Kosovo se detiene en el umbral de la realpolitik: Rusia y China tienen las manos libres para masacrar a los chechenos y a los uigures.
Ignatieff se pregunta si la
otra cara de la hipocres¨ªa de los adalides de la pol¨ªtica imperial es el cinismo de los defensores de las intervenciones humanitarias, que utilizar¨ªan como veh¨ªculo para sus buenos prop¨®sitos las operaciones militares americanas y a la vez les servir¨ªan de coartada. Las posiciones adoptadas por los partidarios liberales de ese imperialismo de las palomas -entre otros, Ignatieff- cobran su pleno sentido en relaci¨®n con el imperialismo de los halcones de la tribu neoconservadora. No se tratar¨ªa de moralistas complacientes inspirados por el cinismo, sino de templados esc¨¦pticos desenga?ados con expectativas emancipadoras de imposible realizaci¨®n pero dispuestos a seguir trabajando en nombre de los mismos valores dentro de los m¨ªnimos espacios disponibles.
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