Un bosque de cuento
El director del Museo del L¨¦xico de Fuenteheridos homenajea a la narrativa infantil en un paraje de la sierra onubense
Los m¨ªticos personajes de las historias fant¨¢sticas ideadas por los grandes autores de cuentos infantiles del siglo XIX, como los hermanos Green, Perrault, Andersen y Saturnino Callejas, entre otros, habitan en un bosque perdido en Fuenteheridos (Huelva), en plena sierra. El responsable de que toda la literatura infantil se concentre en un trozo de la sierra onubense es Rodolfo Recio, de 60 a?os, director del Museo del L¨¦xico de Fuenteheridos.
Recio, que conoce cada rinc¨®n de la sierra, descubri¨® hace dos veranos un camino que discurr¨ªa por un frondoso bosque que nunca hab¨ªa visto antes. El camino forma parte de la ruta de senderismo de Fuenteheridos a Galaroza, pero llega un momento en que el sendero es absorbido por una vegetaci¨®n espesa, abundante, como si se adentrara en un tunel formado a base de alcornoques, de pinos, de casta?os y de fresnos, entre otra innumerable variedad de flora caracter¨ªstica de la zona, como la retama y los helechos. "Hace 30 a?os el paisaje era diferente, hab¨ªa alg¨²n alcornoque y tierra arada. Pero al abandonar los agricultores las fincas, la vegetaci¨®n ha vuelto a crecer de forma espont¨¢nea. Un paisaje ¨²nico en la sierra", explica.
A Rodolfo Recio, siempre inquieto en su cometido de organizar actividades culturales para dar vida al Museo del L¨¦xico, se le ocurri¨® hacer algo con ese espacio natural que parec¨ªa reci¨¦n nacido. Decidi¨® crear un bosque encantado que rindiera homenaje a los grandes autores de cuentos del siglo XIX. "Se me ocurri¨® dar a algunos ¨¢rboles centenarios un nombre de alg¨²n personaje de cuentos infantiles". Coloc¨® carteles de madera en un total de 17 ¨¢rboles con nombres grabados en negro, como "vereda de los hongos", "barranco del oso" o "arbol de los hermanos Green". Dos letreros aluden a autores m¨¢s recientes: Walt Disney y de J.K. Rowling, la creadora de Harry Potter.
La referencia para llegar al bosque encantado est¨¢ en un gran alcornoque ca¨ªdo sobre el camino, pero a¨²n florido porque conserva algunas ra¨ªces aferradas a la tierra. Todo un monumento natural que no pasa inadvertido. El bosque comienza en un paraje conocido como Vi?a de la Higuera y desemboca en Santa Mar¨ªa, ya en el t¨¦rmino municipal de Galaroza, tras unos 20 minutos de recorrido. Una vez que llega a ese ¨¢rbol, se localiza el primer cartel en el que se lee: "bosque encantado". "La ¨¦poca id¨®nea para visitarlo es noviembre, cuando el casta?o est¨¢ en flor. Por la tarde, mirando al oeste, los rayos del sol se adentran de manera m¨¢gica a trav¨¦s de las copas de los ¨¢rboles", dice Recio.
A mitad del camino se encuentra el "claro de los gnomos", done est¨¢ previsto que los alumnos de Cumbres Mayores realicen una obra de teatro infantil. "La gente se suele sentar unos minutos para contemplar el paisaje. Los duendes y las hadas merodean por aqu¨ª, seguro". La traves¨ªa finaliza en el t¨¦rmino municipal de Galaroza. El ¨²ltimo cartel dice "la caba?a del le?ador", y se?ala exactamente a una caba?a de piedra ubicada a unos 50 metros: "?Se imaginan ustedes un cuento en el que no existiera una caba?a del le?ador?", se pregunta Recio. "Quien venga a este bosque encantado tiene que meterse en la historia, aunque seguro que son los m¨¢s peque?os quienes descubren que de verdad existen gnomos y hadas en ¨¦l".
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