En el coraz¨®n de Etiop¨ªa
Astr¨®nomo, geod¨¦sico, genetista, m¨¦dico, numism¨¢tico, fil¨®logo, animador de la cultura vasca,... Es dif¨ªcil resumir la personalidad m¨²ltiple de este vascofranc¨¦s, nacido en Dubl¨ªn (1810) de madre irlandesa y padre vasco. Tras recibir en Toulouse formaci¨®n jur¨ªdica, literaria y en ciencias, Antoine d'Abaddie se embarc¨® en diversos viajes de inter¨¦s cient¨ªfico. Se traslad¨® a R¨ªo de Janeiro y Olinda (Brasil) en 1836-37, enviado por la Academia de Ciencias francesa, de la que fue miembro y presidente, para observar los fen¨®menos del magnetismo terrestre. Tras viajar m¨¢s tarde a Etiop¨ªa acompa?ado por su hermano Arnauld, estuvo en Jerusal¨¦n en 1850, en Noruega en 1851, en Briviesca en 1860 y en Bougsoul (Argelia) en 1867, estudiando los eclipses de Sol. En 1882, viaj¨® hasta Hait¨ª para observar el paso de Venus.
Fue astr¨®nomo, geod¨¦sico, genetista, m¨¦dico, animador de la cultura vasca,...
D'Abaddie estuvo interesado por el territorio africano colindante con el mar Rojo, en donde estaban las fuentes del Nilo Azul. La regi¨®n hab¨ªa sido exploradora, entre otros, por el jesuita espa?ol Pedro P¨¢ez. La Etiop¨ªa que visitaron Antoine y Arnauld d'Abbadie atra¨ªa a los europeos, al igual que otras zonas africanas, adem¨¢s de estar envuelta en un cierto misterio mezcla de noticias reales y fabulosas (el reino de Axum, la leyenda del rey Melenik, etc¨¦tera). Era un mosaico de grupos ¨¦tnicos y de lenguas (amh¨¢rico, oromo o galla, tigrinya, ghezo, afar, somal¨ª,...), en el que hab¨ªa penetrado tanto la religi¨®n jud¨ªa (falachas) como la cristiana (iglesia ortodoxa copta) y la musulmana, sin olvidar reminiscencias del animismo.
El pa¨ªs padec¨ªa un sistema econ¨®mico-social de rasgos feudales, atravesando la fase llamada era de los pr¨ªncipes, caracterizada por enfrentamientos locales entre las ramas de la nobleza y luchas entre los diversos reinos (Tigr¨¦, Shoa, Amhara, Gondar,...) por el control imperial, a lo que se un¨ªan las presiones de otros vecinos y los intereses de comerciantes y colonialistas europeos.
Los hermanos D'Abbadie efectuaron un primer viaje en 1837, dirigi¨¦ndose v¨ªa Egipto y el mar Rojo a Etiop¨ªa, en la que permanecieron hasta 1848. Arnauld hab¨ªa estado en Argelia, desde donde se traslad¨® a El Cairo para juntarse con su hermano en octubre de 1837. En febrero del a?o siguiente arribaron a Massawa.
En 1839, Antoine regres¨® a Par¨ªs para obtener los instrumentos t¨¦cnicos necesarios para sus investigaciones, volviendo a principios de 1840. La exploraci¨®n reuni¨® varias facetas: obtenci¨®n de conocimientos geogr¨¢ficos, investigaciones geod¨¦sicas, trabajos etnogr¨¢ficos y ling¨¹¨ªsticos, y contribuci¨®n al impulso del cristianismo en la regi¨®n, aspecto sobre el que Antoine realiz¨® gestiones dirigidas a fomentar la presencia misionera.
La principal actividad de Antoine consisti¨® en el trazado de los puntos geod¨¦sicos de la extensa ¨¢rea de la Alta Etiop¨ªa a partir de la ciudad de Massawa (Eritrea), centro comercial y punto de entrada desde el mar Rojo, y de Gondar (Etiop¨ªa). Este trabajo, adem¨¢s de permitirles conocer diversas zonas -reino de Kaffa, valles, afluentes del Nilo, ascensi¨®n a la cima del Ras Dashan-, les sirvi¨® para elaborar estudios y recopilar materiales para su posterior an¨¢lisis. En diversas fases de la estancia se encontraron con dificultades de tr¨¢nsito derivadas de las disputas entre los reinos y notables locales. Arnauld particip¨® en las contiendas de la zona y pudo establecer contactos y relaciones -por ejemplo, con el Ras Aly, monarca de Godjan- que fueron de ayuda para facilitar la movilidad de su hermano, pese a todos los contratiempos.
En busca de ambos parti¨® en 1847 un tercer hermano, m¨¢s joven, Jean-Charles, dada la preocupaci¨®n familiar al considerar que Antoine y Arnauld estaban perdidos o desaparecidos. Los tres regresaron al a?o siguiente a Europa dando por concluida su presencia en la Alta Etiop¨ªa.
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