Irak divide a los candidatos dem¨®cratas a la Casa Blanca
La mayor¨ªa de los aspirantes arremete contra el favorito Dean por sus cr¨ªticas a la guerra
En el escaso espacio de atenci¨®n p¨²blica que George W. Bush ha dejado libre en las ¨²ltimas 72 horas, los candidatos dem¨®cratas que aspiran a enfrentarse al presidente en las elecciones de noviembre han luchado para definir su posici¨®n sobre la captura de Sadam Husein y sobre la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos. Todos creen que hay que aprovechar el momento para corregir el unilateralismo de la Administraci¨®n y los errores de la posguerra.
Pero el que m¨¢s posibilidades tiene de conseguir la nominaci¨®n, Howard Dean, se ha reafirmado en sus cr¨ªticas a la guerra y ha asegurado que la detenci¨®n de Sadam "no hace que EE UU est¨¦ m¨¢s seguro". Joe Lieberman, que acompa?¨® a Al Gore en la aventura electoral de 2000 y que a¨²n tiene abierta la herida del respaldo del dirigente dem¨®crata a Dean, reivindic¨® su apoyo a la guerra: "Sadam es un maniaco homicida, un dictador brutal, amigo de los terroristas y enemigo de EE UU, y nadie deber¨ªa dudar de que este pa¨ªs y el mundo est¨¢n m¨¢s seguros tras su detenci¨®n. (...) Dean ha ca¨ªdo en su propio zulo de negaci¨®n de la realidad".
Dick Gephardt, que a¨²n aspira a frenar a Dean en Iowa, valor¨® la captura como "un paso decisivo en la estabilidad de Irak y en la construcci¨®n de una nueva democracia". John Kerry tambi¨¦n atiz¨® a Dean: "Sus afirmaciones son una prueba m¨¢s de que ning¨²n asesor le puede dar la experiencia en pol¨ªtica exterior y de seguridad, la capacidad de liderazgo y el temperamento para dirigir este pa¨ªs en tiempos peligrosos". Estos candidatos, y parte de la direcci¨®n dem¨®crata, querr¨ªan haber aprovechado la captura para redise?ar el debate sobre pol¨ªtica exterior en una forma que restara ventajas a Bush, no que le reforzara.
Aunque Dean mantiene pol¨ªticas moderadas en una amplia lista de temas, su fuerza y su popularidad proceden de su instinto para captar la ilusi¨®n y la energ¨ªa de las bases dem¨®cratas en la oposici¨®n a la guerra y a Bush. Por tanto, si la posguerra va mal, ser¨¢ pol¨ªticamente bueno para Dean, pero cualquier avance en la seguridad y la reconstrucci¨®n le privan de gasolina electoral. Y en su viaje al centro le va a ser dif¨ªcil sacudirse a Dean la imagen que Kerry dibuja y que los republicanos explotar¨¢n: la del hombre que en abril dijo que "supon¨ªa" que los iraqu¨ªes estaban mejor sin Sadam y que ahora recibe con frialdad su captura, o que el pasado 1 de diciembre se apunt¨® a la teor¨ªa de que Bush sab¨ªa lo que iba a ocurrir el 11 de septiembre de 2001, lo cual equivale a acusarle de traici¨®n.
"Direcci¨®n peligrosa"
Las opiniones de Dean sobre la guerra y Bush -"lleva el pa¨ªs en una direcci¨®n radical y peligrosa"- son compartidas por millones de personas y por otros candidatos, y no es una paloma en pol¨ªtica internacional -"soy un multilateralista que no dudar¨ªa en usar la fuerza, incluso con Corea del Norte, si EE UU corriera el peligro de una ataque"-, pero la maquinaria republicana lo tendr¨¢ f¨¢cil a la hora de hacer sus anuncios televisivos en oto?o para enjaularle en la imagen de peligroso liberal con la que le ser¨¢ muy complicado ganar.
Y no hay que esperar al oto?o: desde el pasado fin de semana, las televisiones de New Hampshire y Carolina del Sur emiten anuncios pagados por la coalici¨®n Hay que parar a Dean en los que, con la imagen de Bin Laden como fondo, se dice: "Ha llegado el momento de que los dem¨®cratas empiecen a pensar en la falta de experiencia de Dean".
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