El 'pasito atr¨¢s' de Aganzo

A sus 22 a?os, David Aganzo est¨¢ escribiendo la historia de su carrera futbol¨ªstica casi al rev¨¦s, como si empezara a contarla por el cuarto cap¨ªtulo y no por el primero. ?Por qu¨¦ est¨¢ jugando en Segunda Divisi¨®n?, se le pregunta. Aganzo lo explica con una media sonrisa: delantero espa?ol, cedido al Levante por el Madrid, s¨®lo 22 a?os... La Segunda es una etapa normal. S¨ª, lo ser¨ªa si no fuera porque Aganzo ya ha llegado hace tiempo a la meta que implica todo ese camino por las categor¨ªas menores, en las que fue campe¨®n mundial sub 20 con Espa?a en Nigeria 99. Ha jugado en tres equipos de Primera -el Madrid, el Espanyol y el Valladolid- y con el primero disput¨®, y gan¨®, la Liga de Campeones de 2000. Entonces, ?por qu¨¦ juega en Segunda? "Porque me llamaba la atenci¨®n. Ten¨ªa ofertas de Primera, pero mis compa?eros me dec¨ªan que subir con un conjunto de categor¨ªa es especial. Quiero experimentar esa sensaci¨®n. No es un paso atr¨¢s. He bajado para tomar impulso", responde.

"Quiero experimentar la sensaci¨®n de subir con un equipo. Me han dicho que es muy especial"

Su carrera comenz¨® en su barrio, Legan¨¦s (Madrid), en un equipo de ni?os que se divert¨ªan jugando y que le daban al bal¨®n "a todas horas", el Rayo F¨¢tima. Pero Aganzo hac¨ªa algo m¨¢s que pasar el rato como delantero o extremo izquierdo. Fich¨® por el Legan¨¦s y, a los 15 a?os, Santiago del Hierro y Paco de Gracia, ojeadores del Madrid, le pusieron la camiseta blanca. "Me segu¨ªan desde peque?o", dice quien fue compa?ero de Casillas, Valdo, Ra¨²l Bravo, Borja, Rub¨¦n y Mi?ambres.

"En el Madrid aprend¨ª a ser futbolista", a?ade. Tambi¨¦n, a sacrificarse por el f¨²tbol. Mientras segu¨ªa en el instituto, pasaba cada d¨ªa dos horas en un tren para ir a entrenarse, estudiando durante el viaje y por las noches: "Fueron tiempos duros, pero no quer¨ªa dejar los libros. Soy muy curioso y me gusta mucho aprender". En el Madrid tuvo que hacerlo muy r¨¢pido. Con 18 a?os pas¨® del juvenil al primer equipo en la temporada 1999-2000, jug¨® cuatro encuentros en Primera y uno en la Champions, en Noruega ante el Rosenborg, por la lesi¨®n de Morientes. Fue el a?o de la octava, el a?o en el que tuvo que madurar a marchas forzadas y saber controlar "el cosquilleo y los nervios" antes de los partidos.

A la temporada siguiente, tras compartir el vestuario con Ra¨²l, Redondo y Karembeu, comenz¨® su peregrinaje. Fue cedido al Espanyol; luego, disput¨® unos diez encuentros en el Extremadura, en Segunda; volvi¨® al Espanyol, y en el curso pasado, al Valladolid, tambi¨¦n cedido. ?Y este verano? Con "varias ofertas" sobre la mesa, se decidi¨® por el reto del Levante de subir a Primera. "Jugar en Segunda es totalmente distinto. Hay m¨¢s contacto, menos huecos, m¨¢s presi¨®n... Conozco m¨¢s la Primera y en Segunda lo paso un poquito mal. Los defensas est¨¢n muy encima", explica. Aun as¨ª, este ariete zurdo con cara de buen chico no se esconde a la hora de la brega. El mi¨¦rcoles pasado acept¨® el cuerpo a cuerpo con Olaizola ante el Mallorca, en la Copa; marc¨® dos goles y clasific¨® a su equipo. En la campa?a pasada, una entrada a destiempo en Mestalla acab¨® con el tobillo de Kily Gonz¨¢lez roto. "No rechazo el contacto. Voy por todas. Me gusta luchar cada pelota, sin miedo. Lo de Kily fue mala suerte. El campo estaba mojado", recuerda.

El madrile?o ha marcado dos goles esta temporada en la Liga y otros dos, en la Copa, ante el campe¨®n vigente. El primero de ¨¦stos, en una jugada de pillo. Recibi¨® un centro potent¨ªsimo de Ettien, clav¨® sus pies al suelo y lanz¨® el resto del cuerpo hacia delante para que el bal¨®n le golpeara en las piernas y entrara, "casi solo", a gol. Seguramente el Madrid habr¨¢ tomado nota. "?Se ve en el Bernab¨¦u? "S¨ª, claro; tengo contrato", contesta Aganzo al instante. El conjunto blanco tiene una opci¨®n de compra a final de temporada. De no ejercerla, quedar¨¢ libre.

"Tiene todo para triunfar", dice Manuel Preciado, su t¨¦cnico en el Levante; "es poderoso en el juego a¨¦reo y tiene movilidad y disparo con las dos piernas. Y una valent¨ªa descomunal. Pele¨® contra Nadal, Lussenhoff y Olaizola sin arrugarse. Volver¨¢ muy pronto arriba, antes de lo que la gente se cree. Est¨¢ entre los buenos de Primera, sin envidiar nada a la mayor¨ªa de los delanteros. Si est¨¢ con la olla bien centrada, llegar¨¢ lejos".

De momento, da consejos a su hermana peque?a, Nuria, que quiere ser futbolista; se incomoda cuando se le relaciona con la jugadora brasile?a Milene Domingues, y estudia Magisterio de Educaci¨®n F¨ªsica a distancia -en enero tiene ex¨¢menes-. Su siguiente cap¨ªtulo puede estar, otra vez, en Primera.